Dos colaboradores clave de Marine Le Pen, la candidata de extrema derecha a la presidencia de Francia, fueron interrogados por la Policía, informaron ayer medios de comunicación. A media mañana, policías de la Oficina Central de Lucha contra la Corrupción e Infracciones Financieras y Fiscales entraron en la sede del partido, en Nanterre, cerca París, y comunicaron que estaban autorizados por el juez instructor del caso para interrogar a Thierry Légier (guardaespaldas) y Catherine Griset (jefa del equipo de campaña) en calidad de detenidos. Así permanecieron casi hasta la noche, cuando Griset terminó siendo imputada. La Policía investiga acusaciones de que Le Pen malversó fondos del Parlamento Europeo para pagar los salarios de sus colaboradores. La líder del Frente Nacional, que en las encuestas obtiene el apoyo de más de un cuarto de los votantes, rechazó la investigación en curso. “Los franceses saben distinguir muy bien entre escándalos reales y conspiraciones políticas”, dijo. El interrogatorio tuvo lugar dos días después de que los investigadores registraran la sede del Frente Nacional en el suburbio parisino de Nanterre. La Oficina Europea de Lucha contra el Fraude denunció que Le Pen contrató a uno de sus asistentes con un empleo “ficticio” en el Parlamento, mientras que el otro estaba viviendo en realidad en París y trabajando para el partido y no para la institución europea. Le Pen, que dice que de resultar elegida abandonará el euro como moneda en Francia y convocará un referéndum para decidir si el país sale del bloque europeo, negó las acusaciones diciendo que el contrato fue presentado como parte de un ajuste contable acordado. Le Pen se ha negado a devolver al Parlamento Europeo los 330 mil euros que le reclama por esos empleos ficticios. Los delitos que se investigan son, entre otros, los de estafa, abuso de confianza y empleo ficticio.
En el registro en la sede de Nanterre, los agentes se llevaron copias del disco duro de Griset, que antes de ser jefa del equipo de campaña de Le Pen había sido su secretaria. Los investigadores sospechan que Le Pen utilizó fraudulentamente fondos de la Eurocámara para pagar sueldos a empleados del Frente Nacional. La líder ultraderechista reiteró que es víctima de una conspiración política.”Los franceses saben exactamente diferenciar entre verdaderos casos escandalosos -en referencia a Fillon- y las conspiraciones políiticas”. Para ella, el asunto de los empleos ficticios es un montaje realizado entre Martin Schulz, ex presidente de la Eurocámara y hoy candidato socialista en Alemania, y Manuel Valls, el ex primer ministro socialista francés.