El 13 de septiembre abrió sus puertas en la Sala de Exposiciones Temporarias del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación la muestra de ilustración "Blanca Bonita" que reúne la obra de 87 ilustradores y artistas en torno a cuestiones de género, esclavitud y colonialismo.
Reunidos por la reconocida ilustradora y artista Mónica Weiss, creadora del "Colectivo Taller m", un espacio de enseñanza que con el tiempo se fue transformando en una gran comunidad de creativos provenientes de varios países, esta vez, la consigna por ella planteada fue trabajar en torno a la obra literaria "Qué blanca más bonita soy!", del escritor holandés Dolf Verroen. Multipremiada novela que transcurre en el siglo XIX, en una plantación de té, propiedad de una familia holandesa con una inmensa población esclava, en la entonces Guyana Holandesa, hoy Suriname.
Como Weiss aclara, “ilustrar no es sólo dibujar”, así que además de la diversidad de miradas e interpretaciones, en la muestra hay una gran variedad de técnicas y estéticas: gouache, acuarela, acrílico, lápiz, tinta, grabado, xilografía, esgrafiado, arte digital, bordado, fotografía, collage, calado y cartapesta, entre otras.
Así, en "Blanca Bonita" participan muchos ilustradores premiados alrededor del mundo, como Luis David Goldberg Hermo y Sabrina Pérez (NAMI Concours Corea del Sur, y Catálogo Feria del Libro Bologna 2019), Federico Porfiri (Iberoamérica Ilustra, México 2019), Adrián Martins (BIISA Competition Portugal 2019), Laura Muñoz (Latinoamérica Ilustra UP 2018), Lautaro Hourcade y Laura Carrasco (Premio Nacional de Ilustración de Uruguay) y por supuesto ella (Lista de Honor IBBY Suiza, White Ravens Alemania, 1º Premio Libro Álbum Norma Fundalectura Colombia, Destacados de Alija, Premio Pregonero, entre otros).
Abrir la puerta para salir a reflexionar
El trabajo profundo de lectura e interpretación de ese texto ha inspirado y provocado una enorme diversidad de estéticas y puntos de vista artísticos. Pero lo más interesante se cuece en las reflexiones que las obras disparan, sobre todo en los más chicos, que a través de dibujos o hasta bordados, pueden tomar contacto con una realidad que no quedó en el pasado. El trato que se le daba en las plantaciones a los esclavos, las relaciones familiares, el rol de la mujer y sobre todo la cultura mancillada.
La exposición permanecerá abierta hasta fines de febrero del 2020, participando de la Noche y luego viaja a Uruguay. La ilustración que se usa para promocionar la misma, fue creada por Weiss en esgrafiado de óleo y tinta china. Su versión de armado final fue elegida a través de una votación pública en Facebook, entre tres variantes con los mismos elementos. Se señaló que, sin eludir su existencia actual, graficaba una lectura moderna de la esclavitud. Los ladrillos, el ojo que interpela, una constante en casi todos los trabajos, y la jaula/vestido en equilibrio inestable, hablan de América como construcción y de una problemática, lamentablemente, siempre vigente.