El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza , presentó este lunes el proyecto de ley de Presupuesto para el año próximo, el cual comenzará a tratarse después de las elecciones presidenciales de octubre. En el texto de la ley de administración nacional se establece un crecimiento de un punto porcentual para el Producto, un precio del dólar de 67 pesos promedio y de 75 pesos para diciembre y una inflación del 34 por ciento. Para este año anticipa una inflación de 52,8 por ciento.
“Los resultados en pobreza y crecimiento fueron inferiores a los que esperábamos”, afirmó Lacunza, quien reemplazó a Nicolás Dujovne cuando presentó su renuncia a los pocos días de la derrota contundente que sufrió el oficialismo en las PASO. Lacunza insistió en que “hubo inconsistencias en el programa económico (macrista)”, pero hizo referencia a mejoras en los últimos años, aunque no aliviaron la pobreza ni hicieron crecer a la economía. “A fin de este año vamos a estar en el punto de origen (cuando asumió Cambiemos, pero esta vez con mejores perspectivas”, afirmó.
Lacunza fue secundado por el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y el de la Comisión de Presupuesto, Luciano Laspina, ambos con una expresión seria e inmutable durante los pocos minutos que duró la presentación. Dado que el proyecto comenzará a tratarse luego de las elecciones, las cuales –de repetirse el resultado de las PASO—implicará un cambio de administración, la presentación del Presupuesto es más una formalidad para cumplir con los plazos legales requeridos por el Congreso. Sus números muestran así una promesa de campaña más que un plan de administración.
“Es el último trimestre de este mandato de Mauricio Macri y estamos en vísperas de una elección presidencial, con lo cual es una buena oportunidad para dar una mirada más panorámica de la evolución de los últimos cuatro años y las perspectivas para los próximos”, comenzó Lacunza. “Coincidimos en que hubo una combinación de herencia, de inconsistencias en el programa económico y factores externos”, reiteró el ministro. Según la explicación del ministro, en 2017 se había conseguido un círculo virtuoso que se vio interrumpido por “detonantes de índole externo”.
Pese a que el gobierno zafó del default en junio de 2018 pidiendo una línea de salvataje al Fondo Monetario y hace quince días reestructuró su deuda en pesos de corto plazo (letes), afirmó que “no existe un problema de solvencia sino de liquidez, motivado por la incertidumbre electoral”. “Falta de certeza a la trayectoria fiscal futura y por eso no hay canales de financiamiento”, dijo Lacunza, aunque el problema de financiamiento ya cumpla casi dos años, plazo desde que el mercado externo le cortó el crédito al país.
Respecto del dólar, sostuvo que fue necesario aplicar “un régimen de control de capitales y cambiario, que alcanza al 2 por ciento de las operaciones”. “No hay necesidad de un tipo de cambio más alto que el actual. Superada la tensión electoral y las dudas sobre el financiamiento de la deuda, estaremos a resguardo de shocks cambiarios que tanto trauma han generado en la historia reciente”, pronosticó Lacunza.
De acuerdo con el texto del proyecto, en 2020 el superávit fiscal estimado del 1 por ciento del PIB contribuirá a reducir las necesidades de financiamiento. “Del lado de las fuentes, se proyecta el desembolso de 3900 millones de dólares del programa con el FMI y la refinanciación de los 3000 millones de dólares en vencimientos de otros Organismos Internacionales. Durante 2020 no hay vencimientos de capital con el FMI. La deuda soberana Argentina no presenta un problema de solvencia, especialmente si se mantiene el actual sendero de consolidación fiscal”, señala el documento. El pago de los intereses de deuda será un 42,5 por ciento por encima de este año (1,03 billones de pesos), sin contar deuda intra-sector público.
En materia de precios, el proyecto de Presupuesto estima “una desaceleración de la inflación hasta 34,2 por ciento interanual en diciembre de 2020, luego de una inflación proyectada para diciembre de 2019 de 52,8 por ciento”. “Esta proyección asume un tipo de cambio real multilateral con una leve apreciación punta contra punta, de alrededor del 2 por ciento interanual. Sin embargo, al momento de calcular el crecimiento del Producto Interno, el proyecto asume una alza de precios implícita del 43,5 por ciento. El casi único driver del crecimiento que espera el macrismo vendría de la exportación de commodities. “En 2020 se proyecta un superávit de cuenta corriente de 1896 millones de dólares, que se compara con un déficit de 3946 millones proyectado para 2019”, advierte el proyecto.