Este martes trascendieron de forma extraoficial imágenes tomadas por una cámara de seguridad del municipio de Chascomús que muestran cómo Navila Garay, la chica de 15 años que fue asesinada a mazazos en la cabeza, fue llevada por el jardinero Néstor Garay, de 51 años –principal sospechoso del crimen– hacia la casa quinta en la que apareció enterrada. "Lo que manifiestan familiares y gente del entorno es que tenían algún tipo de relación con fines sexuales requerida por él, en lo que entiendo abusivo", dijo tras la viralización de los videos la fiscal a cargo de la causa, Daniela Bertoletti.

Las imágenes que muestran a Navila y a Néstor "Lito" Garay en una moto corresponden a unos minutos después de las 18:00 del día martes 10 de septiembre, la última vez que la joven fue vista con vida. En ellas se ve cómo la moto se dirige hacia a la quinta en la que el sospechoso trabajaba y en la que este domingo, luego de cinco días de búsqueda, fue hallado sin vida el cuerpo de Navila.

La primera imagen fue registrada por una cámara ubicada en Perón y Dolores y permite ver el paso de la moto roja del acusado desde el norte hacia el sur en dirección a la avenida Costanera. Una segunda pasada fue registrada en la rotonda de avenida Costanera y Artigas, de oeste a este, donde se ve la misma moto avanzar hacia el Barrio Parque. Una tercera imagen, por último, deja ver el paso del rodado por la avenida Costanera y la calle Chávez y, posteriormente, su ingreso al barrio, que quedó registrado a las 18.27.

"Recién obtenemos las imágenes de cómo ella (Navila) habría llegado a ese lugar. Es objeto de investigación determinar si habían ido antes alguna vez, ya que Garay tiene las llaves del portón y del galponcito donde sucedieron los hechos", dijo Daniela Bertoletti, la fiscal a cargo del caso, en diálogo con TN.

Según aseguró tras la viralización de las imágenes, la víctima y el sospechoso "tenían trato frecuente”. “Navila iba a la casa. Era una situación conocida para la familia. Inclusive el martes (día que desapareció) le dijo a la abuela ´voy a ver a Lito y vengo´", reveló Bertoletti.

Por el momento, adelantó la fiscal, "no hay elementos" para suponer la participación de una segunda persona en el crimen, aunque no se descarta alguna colaboración anterior o posterior. "Justamente por la ocupación de esta persona (Garay) no me resulta extraño que haya hecho la excavación solo, ni que haya cometido solo el hecho, ya que Navila (15) era de contextura chica y además él está acostumbrado a trabajar con herramientas.", explicó.

Aunque no descartó definitivamente la acusación que hizo la mamá de la víctima sobre la relación del jardinero, a través de un sobrino y una ex pareja, con una presunta red de explotación infantil, la fiscal aclaró que aún no se han encontrado evidencias para avanzar en esa línea. “(La mamá de la víctima) habló de un sobrino que estaría vinculado, que lo sabía por comentarios. Indagamos esa pista, le preguntamos a las personas que dijo que le comentaron y fue con resultado negativo", aseguró Bertoletti.

Navila Garay fue hallada asesinada a golpes y enterrada el pasado domingo en una casa quinta situada en Mercedes 707 de Chascomús, donde el jardinero trabajaba en el mantenimiento del parque.

La dueña de la quinta en la que fue enterrada Navila, cuyo testimonio fue fundamental para poder hallarla, contó que viajó hacia Chascomús con una amiga desde Lanús, donde vive, tras recibir un mensaje del jardinero que decía: “Mirá, te enterré un perrito ahí en la quinta".

 "Llegué a eso de las 17. Me llamó mucho la atención que apenas entramos las dos apareció Lito. No habían pasado ni cinco minutos. Inclusive mi amiga me dijo al oído: '¿Dónde estaba este tipo para entrar atrás nuestro?'", recordó la mujer. En ese momento, el jardinero le habría advertido: "Mirá que te enterré el perro ahí. No toques nada que yo después te acomodo todas las ramas y todo".

La mujer, al recordar las noticias sobre la desaparición de una joven en Chascomús, le preguntó al jardinero si sabía algo, ya que ambos compartían el mismo apellido. "Apenas le pregunté, bajó la cabeza. Se puso a mirar para abajo. Me dijo que era una sobrina lejana. Le pregunté si no estaba preocupado” y, aseguró la mujer, él le respondió que no.

Finalmente, tras advertir que el pozo hecho por el jardinero era muy grande decidió “por intuición” ir hacia la comisaría.