El santuario de San Cayetano fue el escenario del encuentro entre el candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, y un grupo de curas católicos que integran el equipo de pastoral villera en la Capital y Gran Buenos Aires, encabezados el vicario para la Pastoral de villas porteñas, el obispo Gustavo Carrara. Hasta Liniers llegó el candidato acompañado por Santiago Cafiero, uno de sus más cercanos colaboradores, y por el dirigente Fernando "Chino" Navarro, del Movimiento Evita. "Fue una charla agradable, franca, nada acartonada, en la que se trataron todos los temas, en particular aquellos referidos a la pobreza, la exclusión y las problemáticas del trabajo", confió a PáginaI12 uno de los participantes del encuentro que se prolongó por más de una hora.
Durante la charla el propio Fernández, después de escuchar las exposiciones de los sacerdotes, subrayó que no se puede perder de vista que "la prioridad es una Argentina sin hambre”.
Junto al obispo Carrera participaron del encuentro los sacerdotes José María "Pepe" Di Paola (Villa Carcova, San Martín), Nicolás "Tano" Angellotti (Villa Puerta de Hierro, La Matanza), Basilico Britez (Villa Palito, La Matanza) Lorenzo de Vedia (Villa 21-24) y Pedro Baya Casal (Barrio Carrillo).
Si bien la entrevista se enmarca en una serie de encuentros que el grupo de sacerdotes viene realizando con diferentes candidatos presidenciales (ya se reunieron con Roberto Lavagna), se conoció que el diálogo se concretó a partir de contactos previos entre Santiago Cafiero y algunos de los curas.
El intercambio, mate mediante, se realizó a agenda abierta y ante el candidato presidencial los curas fueron exponiendo la realidad que ellos observan en las diferentes parroquias a su cargo y en los centros barriales. "Se notaba que Alberto escuchaba con atención" admitió uno de los participantes. En la oportunidad los curas insistieron en su perspectiva de trabajo de integración social y urbana, partiendo de la base de que no se trata solamente de atender y acoger la realidad de los pobres, sino de considerar al mismo tiempo a estos como protagonistas que pueden contribuir al desarrollo de las ciudades.
En la misma línea, los sacerdotes católicos le expresaron a Fernández su convencimiento de que el Estado tiene que "oír a las organizaciones que están en el territorio" y que estas organizaciones necesitan que se les garantice una interlocución directa para hacer llegar sus propuestas.
"Vine a la parroquia San Cayetano de Liniers a escuchar al padre Pepe y a los curas villeros, que hacen un trabajo muy importante en los barrios más vulnerables de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano", sostuvo Fernández en sus redes sociales. Y subrayó que "no debemos perder el foco: nuestra prioridad es una Argentina sin hambre".
En la línea con lo que vienen siendo sus exposiciones públicas, el candidato del Frente de Todos les dijo a los sacerdotes que, en el caso de acceder a la Presidencia, una de las iniciativas centrales estará orientada a promover el consumo "para hacer que la Argentina arranque".
Entre mate y mate los curas no dejaron de plantear su preocupación por el tema del consumo de drogas y las adicciones que detectan en los barrios, y la necesidad de políticas públicas que permitan un abordaje preventivo del problema, en particular actuando a través de las escuelas.
Los curas villeros vienen cumpliendo en paralelo un itinerario de reuniones con los candidatos similar al que desarrollan los obispos de la Conferencia Episcopal Argentina. El propio Alberto Fernández estuvo semanas atrás con el obispo Oscar Ojea, presidente del Episcopado, y demás integrantes de la Comisión Ejecutiva.
El sábado anterior, en la Capital y promovido por la Pastoral Social de la arquidiócesis porteña, se realizó también una jornada cuyo tema central fue "un nuevo pacto social" y de la que participaron economistas (Arnaldo Bocco y Miguel Pesce), dirigentes sindicales (Héctor Daer, Sergio Palazzo y Carlos Acuña, entre ellos), industriales como José Urtubey y los legisladores Federico Pinedo, Felipe Solá y Daniel Arroyo, entre otros. Esa jornada fue cerrada por el cardenal Mario Poli.