Y un día volvió a dar una conferencia de prensa Juan Román Riquelme. El ídolo de Boca, al que extrañan el fútbol y los xeneizes especialmente, apareció este martes en Don Torcuato ante las cámaras para confirmar su adiós definitivo del fútbol, su partido despedida, que será el 12 de diciembre, el día del hincha boquense, en la Bombonera.

"El hincha de Boca está loco, no sé por qué le caigo tan bien", soltó el Diez durante su aparición, en la que se lo percibió movilizado al referirse a este cierre de su carrera. "Me emociono, sí, estoy más grande y me pongo un poco sentimental", explicó, ejemplificando con un mate que había pintado su hija Lola y el tenía en sus manos.

El ídolo señaló lo que significa para él su vuelta a la Bombonera: "Cerrar mi carrera fue una decisión muy importante y difícil de tomar, así que espero llegar bien al partido… Pero no sé si estoy preparado para volver a entrar a esa cancha. Viví momentos increíbles allí y como futbolista significa muchísimo para mí". Dijo que eligió el 12/12 porque quiere que sea una fiesta también para los hinchas, y agregó: "Va a ser maravilloso volver. Soñaba con ser futbolista desde chiquito y estaba seguro de que iba a serlo: soy el chico de Don Torcuato que, a los 41 años, puede volver a este estadio tan bonito gracias a los hinchas. Para mí, es un sueño organizar este partido después de retirarme hace tanto tiempo".

Riquelme señaló que fue "un simple jugador de fútbol que tuvo la suerte de tener grandes entrenadores y compañeros. Ellos me hicieron ganar muchísimo". Además, se refirió también a Carlos Bianchi, el entrenador junto al que conquistó la Intercontinental del 2000 y de quien confirmó su presencia en la despedida. "Bianchi tuvo que ver mucho con esto. Me quiere mucho, más de lo normal. Se preocupa siempre por mí y eso es grandioso. Él sabe todo lo que lo admiro", destacó el futbolista de 41 años, que jugó su último partido con Boca ante Lanús, como local el 11 de mayo de 2014. 

Respecto del partido homenaje, la información oficial se difundirá a través de la cuenta de Instagram @todosobreroman10, que ya tiene casi 75mil seguidores. Riquelme anunció que ya tiene definidos los dos equipos que jugarán el encuentro: uno será el que ganó la Libertadores 2000/01 y el otro, el que obtuvo el máximo trofeo continental de clubes en 2007. Para ese día, los fanáticos de Román quizás vean algo de su magia de siempre: "Intentaré llegar de la mejor manera y disfrutar mucho ese día. Antes creía que era Superman, que el domingo arreglaba todo… Hoy juego con mis amigos, pero para mí es igual: no voy a cambiar nunca mi forma de jugar a la pelota".

Le preguntaron si vivía este nuevo encontronazo con River por la semifinal de la Copa Libertadores como una revancha, tras la final del año pasado con desenlace en Madrid. "No, porque yo no juego. Además, a ellos yo les gané y después al Madrid", respondió. A los dirigidos por Gustavo Alfaro, a su vez, les deseó lo mejor: "Ojalá que el equipo que tenemos hoy supere lo que hemos logrado nosotros".

Los fanáticos xeneizes no olvidarán su debut el 10 de noviembre de 1996, ante Unión, cuando Boca le ganó a los santafesinos 2-0 y el segundo tanto llegó luego de una asistencia suya. Ese día se fue ovacionado, y el eco de los aplausos que siguieron en su historia con la azul y oro todavía le han de retumbar en los oídos, de tantos que oyó. Así como les retumba el corazón a los hinchas de Boca, de sólo saber que en menos de tres meses lo volverán a ver en la Bombonera, pero esta sí será la última vez.