El fin del arancelamiento universitario, establecido por ley en 1949, es un hito histórico sobre el que se asienta la expansión de derechos en el nuevo siglo: la ampliación de la educación virtual, la mejora de los procedimientos de enseñanza e institucionales, la inserción de los graduados en el país, la extensión de becas, la elevación del presupuesto, el incentivo de las carreras que necesita el país y la revisión de la duración de los ciclos de grado y su perfil.
Estas conclusiones surgieron del Foro Internacional Universitario 2019 “A setenta años de la gratuidad de la educación superior. Homenaje y enseñanzas”, que congregó en la sede porteña de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) a más de 150 autoridades universitarias, académicos, docentes, no docentes y estudiantes de la Argentina y de otros países de América Latina, y a representantes de la UNESCO.
El encuentro fue organizado por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), presidido por el rector de la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR), Jaime Perczyk, quien aseguró, al inaugurar el debate, que la gratuidad “es una decisión trascendente que configura al sistema universitario que hoy conocemos en Argentina”, y destacó que ello “permite pensar que hay otro país posible”.
“El encuentro tuvo un doble propósito: el homenaje a 70 años de la gratuidad y las enseñanzas. ¿A qué nos obliga hoy la gratuidad de los estudios superiores? Eso ha logrado que entre una gran cantidad de chicas y chicos, pero tenemos la obligación de mejorar los procedimientos de enseñanza y la vida institucional, para que todos puedan recibirse y tener inserción en el país”, señaló Perczyk en diálogo con el Suplemento Universidad.
El rector fue categórico: “El ajuste del gobierno y del FMI ha sido catastrófico”. Al explicar su crítica a la política impulsada por el presidente Mauricio Macri, el rector planteó que “impacta negativamente en el presupuesto universitario, las becas, la vida institucional, la incorporación de científicos y en el equipamiento”. Como contrapartida, elogió el discurso del candidato presidencial por el Frente de Todos, Alberto Fernández: “Siempre habla de la educación y la universidad pública”.
El siglo XXI plantea desafíos en la ampliación de derechos. Para el rector de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ), Ernesto Villanueva, “la gratuidad no es suficiente, porque hace falta avanzar en educación virtual, porque la expansión territorial tiene un techo, aumentar los montos de las becas, incentivar las carreras que el país necesita, revisar la duración de los ciclos de grado y su perfil, y hacer hincapié en lo que podemos corregir nosotros, e insistir en la formación de nuestros docentes”. Por su parte, el rector anfitrión, Héctor Aiassa, subrayó el rol precursor de la Universidad Obrera (creada durante el primer peronismo, luego rebautizada UTN), en el establecimiento de la gratuidad, porque “fue y es un símbolo de movilidad social”.
En la apertura del debate, Perczyk recordó que “a diferencia de la Reforma del 18, que fue una rebelión estudiantil contra de una oligarquía de profesores, que se había adueñado de la universidad argentina, el establecimiento de la gratuidad fue desde afuera hacia la universidad, como lo fueron la Universidad Obrera y la idea de poblar de universidades el país territorio”.
Para el director de Posgrado de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa), Aritz Recalde, “la universidad otorga hoy más derechos que en 1949, cuando se instituyó la gratuidad, es cierto, pero falta un modelo de desarrollo de país para que todos entren y deje de ser, definitivamente, un sistema elitista”.
“En Argentina todavía tenemos mucho que caminar en el reconocimiento de las comunidades indígenas”, enfatizó la rectora de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) y vicepresidenta del CIN, María Delfina Veiravé, y propuso “la multiculturalidad como un objetivo de nuestras casas de estudio”.
Los desafíos
Consultado acerca de la política macrista, el ex rector de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) Francisco Tamarit evaluó que “logró un desfinanciamiento importante del mundo del conocimiento, y no sólo las universidades, sino también del CONICET, en la agencia nacional de promoción científica y tecnológica, y un conjunto de instituciones que han quedado desconocidas por el gobierno”. “El impacto que tuvo la inflación y la devaluación ha sido enorme”, resaltó.
En esa misma línea, el secretario de Planeamiento y Evaluación Institucional de la UNAHUR, Jorge Aliaga, advirtió que “hubo otros sectores que sufrieron más que las universidades”, un ámbito en el que “había sectores del mismo gobierno al mando de algunas” casas de estudios. “Durante el macrismo, el presupuesto para ciencias, a valores constantes, se redujo casi 40 por ciento y fue devastador”, subrayó.
Del foro, celebrado el 10 de septiembre pasado, participaron también el rector de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), Juan Carlos Del Bello; el rector de la Universidad del Este de Paraguay, Gerónimo Laviosa; el titular del Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA), Carlos Alvarado Cerezo; la presidenta del Consejo de Universidades de Nicaragua, Ramona Rodríguez Pérez; el coordinador del Espacio Iberoamericano del Conocimiento de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), Félix García Lausín, y el director del Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (UNESCO-IESALC), Francesc Pedró.
En el cierre, Perczyk agradeció “a todos la posibilidad de estar, de discutir y de decir, porque los problemas de nuestro sistema planteados son los desafíos que todavía hay que resolver” y se expresó a favor de “construir relaciones más profundas con América Latina”.