“Remar y respirar” es el lema que acompaña al XI Festival de Poesía en la Escuela, que se extenderá hasta el lunes 30 en escuelas de la ciudad, La Plata, Coronel Dorrego, Paso del Rey, Lomas de Zamora, Hurlingham, Delta de San Fernando y Delta de Tigre, como también en instituciones educativas de las provincias de San Luis, Neuquén, Santa Fe y Entre Ríos. Por primera vez el festival se replicará en París y Berlín. En esta edición participarán en lecturas y talleres los poetas Eduardo Mileo, Laura Forchetti, Flor Codagnone, Salvador Biedma, Amalia Boselli, María Wernicke, Ana Lafferranderie, el cubano Marcial Gala y las coordinadoras del Festival: las poetas Alejandra Correa y Marisa Negri.
“Remar es buscar en el río la corriente indicada, medir la fuerza y el impulso, coordinar los movimientos con la otra, ir soñando el nuevo festival en medio de nuestros trabajos cotidianos y a veces detenerse a respirar, a evaluar qué podemos y qué no, cuáles son los mejores escenarios y aliados posibles para seguir adelante”, plantea Negri a Página/12. “Esta profunda crisis social que estamos viviendo convive con la necesidad de reunirse, de romper el individualismo y apostar por lo comunitario. Ahí es donde ha crecido el festival, en poner el cuerpo, resistir y soñar juntos”, agrega la poeta y docente. “Las escuelas públicas argentinas han sufrido el gran deterioro de las políticas públicas en este gobierno. Se han desarmado planes de lectura, se han recortado becas y presupuestos para los comedores, hemos sufrido la terrible y evitable pérdida de los compañeros Sandra y Rubén en Moreno y han querido cerrar escuelas rurales en toda la provincia de Buenos Aires, entre muchas cosas más", enumera una de las coordinadoras del festival. "La poesía se convierte entonces en abrigo, en un espacio de libertad, de pensamiento crítico y creativo, en una fiesta a la que todos estamos invitados”.
Lucila Pacheco, profesora de literatura en 4° año y coplera, integra la agrupación Copleras del Río, un círculo de mujeres que viven en la isla y de la mano de la caja coplera que cada una confeccionó se juntan a cantar coplas populares. “Como profe, el Festival de Poesía en la Escuela es una oportunidad única para que los chicos y chicas puedan vincularse con seres ‘de carne y hueso’ que se acercan para compartir su búsqueda de palabras para nombrar; es mágico lo que sucede, la palabra-juego, la palabra que viene de lejos (de la ciudad) y se hace cuerpo y posibilidad… los chicos vibran con eso y se lanzan a las propuestas”.
El poeta Eduardo Mileo hace años que participa leyendo o dando talleres. “El festival ocupa un sitio que ha dejado vacante la educación tradicional, que privilegia otros modos de expresión, o simplemente desconoce la poesía escrita después de principios del siglo XX”, advierte Mileo, autor de Poemas del sin trabajo y Extracción del agua en la niebla. “Cada año me encuentro esperándolo como si yo misma fuera una niña de la escuela", reconoce la cantante Georgina Hassan. "Quizá porque de pequeña la poesía y la música me salvaron, tejieron un mundo alternativo a la uniformidad escolar. El festival es un motor maravilloso para conectar a las chicas y los chicos con algo que naturalmente ellos hacen: jugar con las palabras, hacer poesía”.
Flor Codagnone confiesa que se trata del festival “más lindo del mundo”, un momento del año que espera con ansias. “Pienso y preparo los talleres con mucho compromiso porque creo que el Festival de Poesía en la Escuela es, también, un hecho político: hacer poesía en las aulas es un modo de plantarse y de que les alumnes se planten ante el mundo, es un modo otro de mirar y de formar”, subraya la poeta que dará un taller de poesía sobre identidad y género, en el que compartirá los poemas de Pendeja, de una poeta trans muy joven, Carolina Unrein. El festival llegará a Francia y Alemania, a la Escuela Argentina en París y a los colegios Helen-Haeusler-Schule y el Hausburgschule (Berlín). Ioana Catsigyanis, docente de lengua y literatura y poeta, revela que participar del Festival de Poesía en la Escuela es crear un momento para que los chicos argentinos que viven en París hablen, escuchen y escriban en castellano. “En París viven muchos poetas latinoamericanos y será enriquecedor para los alumnos ir conociendo este mundo de escritores en castellano que viven en la misma ciudad, encontrarse con ellos y escucharlos”, cuenta Catsigyanis.
Loretta López, poeta y docente cubana que vive en Berlín, conoció el festival en 2017, cuando estuvo en Buenos Aires y participó de una de las jornadas en una escuela de San Isidro. “Las próximas dos semanas estaremos recitando, cantando, susurrando y bailando poesía con mis alumnos con capacidades diferentes en el colegio, Helene-Haeusler-Schule en el barrio de Prenzlauerberg y con los alumnos del colegio bilingüe Espanol-Alemán: Hausburgschule en Friedrichshain. Esta vez el repertorio será casi todo de creación propia. En un proyecto de arte hemos escrito y dibujado haikus con la temática Colores y emociones: Tief im Meer,/ ist das Wasser/ Blau; traducido sería algo así como: En la profundidad marina/ el agua/ es azul”.
Alejandra Correa afirma que la poesía es urgente desde la infancia. “Tiene que estar a mano para todas, todos y todes. Tiene que hacerse espacio para ayudarnos a respirar, para ayudarnos a ver por nuestros propios ojos, sobre todo en un mundo donde se tiende a nivelar las percepciones, a anular la capacidad crítica, a comprar el combo de la felicidad que promueven las redes sociales, a crear falsos paradigmas sobre las verdades que nos orientan como personas. La poesía dice: ‘señores y señoras acá está el vacío, esta es la muerte, y también así es el amor. No compren lo que les venden’. En este festival ese intercambio se realiza desde unas personas que se acercan a compartir desinteresadamente hacia otras personas que están dispuestas a darles espacio para que esa comunicación llegue a buen puerto", reflexiona Correa. "Es un acto de amor a dos puntas; es la maravilla que nos sigue sosteniendo a las personas que hacemos el Festival, a pesar de todas las crisis de este mundo”.