Un festival internacional de literatura de tanta contundencia como el Filba dura cinco vertiginosos días pero se prepara durante un año de manera ininterrumpida. Listados de invitadxs posibles, ayudas de embajadas, líneas de programación, agendas cruzadas, temáticas específicas y sedes que reciban cientos de personas son algunas de las variables que tienen que alinearse como los planetas para que confluyan en una propuesta sólida y atractiva. Detrás de toda grilla, claro, hay un equipo, y el de Filba tiene la particularidad de estar formado exclusivamente por mujeres. Dirigidas por Gabriela Adamo, los contenidos, la comunicación, los programas y festivales paralelos (como Filba Escuelas y el Filbita) y hasta las redes sociales son llevados adelante por mujeres que en muchos casos alternan el trabajo a deshora con la crianza de sus hijxs. “Somos un equipo de diez mujeres. Es algo casual, se fue dando así, y todo fluye increíblemente bien, con una armonía natural en la dinámica cotidiana. Nos apoyamos muchísimo en lo que implica trabajar y criar a la vez. Es un equipo muy creativo y muy entretenido, por suerte”, cuenta Amalia Sanz, una de las tres responsables de contenidos, junto con Catalina Labarca y Victoria Rodríguez Lacrout.
Este año, el Filba trae varias novedades que apuntan a abarcar cada vez más áreas del quehacer literario. Su eje es el “límite”, un concepto polisémico que atraviesa todas las actividades y que permite pensar en las fronteras, los bordes, los márgenes y las contaminaciones entre lenguas y géneros. Las organizadoras y un consejo asesor formado por Vera Giaconi, Florencia Ure y Alejandro Tantanian trazaron las líneas generales de la programación. Y este es otro punto para destacar del armado interno del Festival: cada año se encargan de que lxs consultorxs externxs provengan de otros ámbitos que puedan sumar miradas novedosas sobre los temas elegidos. Por caso Giaconi viene del riñón mismo de la literatura (su último libro de cuentos Seres queridos es buenísimo), Tantanian viene de la dramaturgia y de su exitosísima gestión en la dirección del Teatro Cervantes, y Florencia Ure de una vasta experiencia en la promoción editorial. ¿Qué implican entonces los límites en relación con la literatura y el arte en general? Las respuestas posibles habrá que buscarlas en las distintas charlas, talleres y lecturas (todas con entrada libre y gratuita) que tendrán lugar en el CCK y el Malba entre el miércoles 25 y el domingo 29.
Las rutilantes
Si el Filba tuviera marquesinas, el nombre de Lorrie Moore estaría allí, brillando. Es que es la primera vez que la autora norteamericana leída con fervor por estas latitudes visitará la ciudad para participar de una entrevista pública en el teatro Cervantes con Santiago Llach, y en una lectura de su obra presentada por Inés Garland, una de sus traductoras (si quieren conseguir entradas, no duerman). Otros destacados notables son los escritores Jonathan Lethem y M. John Harrison, que compartirán un mano a mano sobre sus trayectorias con traducción simultánea. Y hay más nombres rutilantes entre las autoras internacionales. Por ejemplo el de la poeta y narradora catalana Eva Baltasar, quien con su libro Permafrost –en el que narra en primera persona la vida de una mujer solitaria y con intenciones suicidas que se entrega con intensidad al sexo con otras mujeres y al arte– se sumó al radar de nuevas voces. Baltasar participará de una charla sobre la literatura y la locura y de cómo es posible narrar por fuera de un lenguaje normalizado, junto con Luis Gusman y Damián Huergo.
Otro de los nombres atendibles es el de Julia Deck, una periodista y escritora francesa que sorprendió muchísimo con su primera novela llamada Viviane Élisabeth Fauville, recientemente publicada por Eterna Cadencia, en la que una mujer madre de una beba recién nacida es abandonada por su marido y asesina fríamente a su psicoanalista. Deck participará, justamente, de una mesa llamada “Madres hay millones”, sobre la construcción de personajes-madres en la literatura actual, junto con Margarita García Robayo y Eugenia Zicavo. También será de la partida Valerie Miles, escritora, editora y traductora radicada en España, ex editora de Emecé y Alfaguara y fundadora de Granta, quien realizará una curiosa “cata de libros”, definida como un espacio para “probar, oler y mirar la literatura, a partir de una selección imprescindible de títulos de sus bibliotecas personales”, y la chilena Alejandra Costamagna, autora de cinco libros de cuentos y de cinco novelas –la última publicada por Anagrama–, quien dará un taller intensivo de narrativa breve.
Pero hay vida por fuera de la ficción también: para lxs lectorxs de crónica, la actividad clave será “Las vidas de los otros”, un panel que se pregunta qué implica escribir sobre otras personas y dónde queda la mirada propia. Serán de la partida Leila Guerriero –una especialista en la materia si las hay–, Helena Janeczek, cronista alemana radicada en Italia, y el escritor peruano Juan Manuel Robles, autor de Lima Freak. Vidas insólitas en una ciudad perturbada, publicado por Planeta, y de diversas notas y reportajes en medios de la talla de Etiqueta Negra y Letras Libres. Al equipo de invitadxs internacionales se suma también un seleccionado de agitadoras locales. En este Filba estarán presentes Gabriela Cabezón Cámara, Claudia Piñeiro, Ana Ojeda, María Sonia Cristoff, Mariana Docampo, Hinde Pomeraniec, Cynthia Edul, Camila Fabbri, Alexandra Kohan, Alejandra Zina, Nora Lezano y Vivi Tellas, entre otras. Y varias de ellas participarán el domingo 29 de una enigmática “lectura encadenada”.
¿Quién es Madame Nielsen?
“Madame Nielsen es el típico ejemplo de una autora que nos llegó sin que ninguna editorial ni embajada nos la propusiera. Nos llamó la atención su libro, que la productora del Festival trajo casualmente de un viaje. Nos encantó lo que descubrimos ahí, y también el personaje nos pareció atractivo para el público local y el clima de época”, confiesa Amalia Sanz. Es que esta performer multigénero danesa no es nada conocida por estas tierras y el Filba es la oportunidad de descubrirla. La persona que hoy se hace llamar Madame Nielsen nació como Claus Beck-Nielsen, y como tal murió en 2001 en un funeral-performance. Durante una década no tuvo nombre alguno –fue simplemente “El Artista Sin Nombre”– hasta 2013, cuando se asumió como Madame y fundó el Movimiento Nielsen (www.nielsen.re ), gracias al que recorre festivales de diversas partes del mundo. En 2014 publicó en el sello español Minúscula su novela El verano infinito y tiene también varios otros libros aún no traducidos. En este Filba, Nielsen participará de un diálogo sobre el pasaje y el quiebre de la infancia a la adultez junto al uruguayo Damián Gómez Bertolino y al mexicano Daniel Saldaña París, y el sábado 28 dará un recital performático de canciones y lecturas en su danés original con traducciones proyectadas, sin duda una de las propuestas imperdibles del Festival. Y para ahondar todavía más en las narrativas disidentes, recomendamos el taller de literatura cuir coordinado en dos encuentros por Gabriela Borrelli (es con inscripción previa), y el llamado “Cruce epistolar”, que consiste en un intercambio hecho de audios, mails y cartas entre I. Acevedo y la artista Flavia Da Rin, que presentarán en vivo el domingo 29 en la galería Ruth Benzacar.
Autoedición y narrativas visuales
No conformes con dar cuenta de un amplio panorama literario internacional centrado en la producción más contemporánea, este año el Filba trae una nueva sección que busca reflexionar sobre otras formas narrativas y editoriales en un espacio llamado La Fábrica. “La crisis que atravesamos los últimos años, y en particular los últimos meses de preproducción, hizo que nos preguntemos sobre los formatos de autoedición y edición artesanal y entendimos que hay mucho que está pasando por ahí. A la vez, queríamos profundizar en el Festival la presencia de las narrativas ilustradas, desde los fanzines a las novelas gráficas”, agrega Sanz sobre esta novedad. El piso 5 del CCK se transformará en un espacio de producción con serigrafía en vivo, mesas para dibujar y diversos talleres orientados a la producción con expertxs como María Luque –que ilustrará en vivo poemas de la escritora alemana Rike Scheffler–, Carlos Ríos –que dará un taller de encuadernación con inscripción previa–, y Maurane Mazars, una artista feminista franco-suiza, que dará un taller de narrativa ilustrada sobre cómo componer la voz de un personaje a partir de la ilustración y la escritura, y pintará un mural.
Vale la pena recorrer la programación de Filba, elegir las actividades y acercarse con tiempo a las sedes para hacer nuestros propios recorridos y descubrimientos.
El acceso a las actividades es libre y gratuito.
Programación completa en filba.org.ar