“En Almadura celebro las tradiciones musicales afrocaribeñas, aunque no de manera pura. Traté de combinar distintos ritmos dentro de esa misma raíz, fusionarlos un poco, crear nuevos ritmos. El tambor -tan imponente, tan fuerte- marca todo un pulso. Y cada canción tiene su propio latido. Y todo se va hilando a través de las letras”, ofrece la cantante y compositora puertorriqueña Ileana Mercedes Cabra Joglar, aka iLe, en charla telefónica con Las12. Habla, dicho está, de Almadura, su último LP, digno sucesor de su debut como solista: el inevitable Ilevitable, de 2016, que entonces viera llover merecidísimas loas de la crítica, también un premio Grammy.
“Canta boleros ricamente orquestados, baladas delicadas, boogaloo y mambo, sin una pizca de ironía o ingenuidad”, dedicaban entusiastas plumas especializadas al primer largaduración, destacando cómo “iLe ha absorbido la lección más difícil de la historia del pop latino: la sutileza que esconde una magnífica artesanía detrás de la emoción inmediata”. Pero “si Ilevitable trataba de reconocer que los dolores y las vulnerabilidades no son debilidades sino signos de fortaleza, con Almadura liberamos toda esa fuerza y valentía”, sintetizaba la ex Calle13, hermana de Residente y Visitante, en una interviú reciente. Para pruebas, los 12 tracks, composiciones propias que abren, sin más, con contundente grito de resistencia…
“Con el coraje de frente, voy a ganar la batalla. Hecha de viento y de playa, soy la ola que va a romper. Quieren verme caer, pero daré bien la talla. Atravesar la muralla. Voy contra todo pa’ defender”, entona en “Contra todos” una iLe a carne viva, boricua que no depone las (simbólicas) armas ni resigna la lucha. En “Ñe ñe ñe”, la animada plena puertorriqueña sirve de vía para disparar contra la corrupción y el colonialismo; mientras que “Desde aquí” recarga las tintas en ídem dirección: “Marcando a hombro y cadera, danzando marchan los cuerpos. No vinimos a comer cuento, venimos a plantar bandera”.
En Almadura, hay lyrics que se sublevan contra la violencia machista y el patriarcado, otro tópico urgente que aborda con su poética depurada esta joven artista de 30 años. “Ataca la testosterona y el estrógeno abre fuego. Disparos de oxitocina, cambian las guerras del juego. Se alteran todas las formas, nada me es imposible. Puede que de mí se escondan, porque yo soy invencible”, canta la hercúlea muchacha en “Invencible”. Mientras que en la arrolladora “Temes ”, rompe el esquema romántico del bolero con sardónica letra: “Si mi libertad la tiene tu despojo, y mi cuerpo es recipiente de tu antojo. Si mi sombra está detrás de tu figura. ¿Por qué me temes?”
Hace unas pocas semanas, lanzó iLe el precioso, insinuante clip del tema “Tu rumba ”, track de Almadura de una sensualidad imposible que, según ya había manifestado, “habla de dos cosas que son distintas, que no son compatibles, pero que buscan la manera de encontrarse y complementarse, y a eso le agregamos una metáfora más tropical y rítmica”. Musicalmente, la canción explora la bomba puertorriqueña: de las tradiciones más antiguas de la isla, una de sus primeras músicas autóctonas que tiene sus orígenes en el siglo 17, cuando esclavos de plantaciones de azúcar percutían barriles de ron mientras bailadores improvisaban piquetes (pasos de baile) a modo de conexión y catarsis. El intercambio entre bailadores, cantores y percusionistas, lúdico duelo, no solo oficiaba de entretenimiento: era un modo de liberación espiritual.
El video recupera esa cadencia del baile que sigue a (y confronta con) los repiques del tambor. “Trabajamos la idea en equipo junto al director, que se llama Alejandro Pedrosa”, cuenta la intérprete y compositora a Las12. “Dentro de la bomba misma -una de nuestras raíces afrocaribeñas, que nace para expresar el desahogo-, hay una variedad muy grande de ritmos distintos; y cada cual tiene su propio toque, su propio lenguaje. Yo abordo el cuembé, que es muy sensual, muy coqueto”, agrega. Y pronto suma que la mayoría de las personas que danzan en “Tu rumba” son reconocidos bailadores de Loíza (“donde nace la bomba puertorriqueña”), pequeña ciudad de la costa noreste de la isla, donde la estima por el género se mantiene intacta.
Aunque salió en mayo, unos meses antes de las masivas e históricas protestas que lograron la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló, Almadura parece canalizar el sentimiento popular que se vivió en las calles de Puerto Rico esos días, con letras que enaltecen la dignidad boricua, disparan contra la sumisión y el colonialismo…
- Cuando trabajé este disco, estaba muy conectada con la frustración que me genera esa falta de reconocimiento, de apreciación de lo que somos los puertorriqueños. Lamentablemente tenemos una mentalidad bastante colonizada, por eso es importante que seamos conscientes de nuestra gran fuerza interior, que podemos usar a nuestro favor, de modo constructivo, para enfrentar lo que nos asusta. Hemos sido abusados y humillados por demasiado tiempo, y hemos permitido y perdonado muchísimo más de lo que deberíamos. Por eso la necesidad, casi una desesperación, por expresarnos. Durante las protestas, estábamos muy conectados, compartíamos una misma emoción. Y no intervino ningún ideal partidista ni político: solo una misma intención, un mismo objetivo. Estar tan firmes y sentir que cada vez éramos más, nos dio más fuerza todavía. Me emociona un montón lo que sucedió durante esos días tan intensos, pero tan bonitos. Si hace unos meses, alguien me hubiese dicho que tanta gente iba a manifestarse pidiendo la renuncia de un gobernador, que precisamente es pro-estadidad, no le hubiera creído. Nunca habíamos despertado de una manera tan masiva. Hemos tenido nuestros momentos -que han sido pocos, en verdad- y hay movimientos, pero siempre muy pequeñitos. Con la movilización se hizo patente que hay una generación nueva que nos está dando alternativas. Ni elitistas ni demasiado estudiadas: simplemente movernos por un sentido del deber, por instruirnos, por informarnos, por trabajar en equipo. Intentando romper aquello que nos separa. Siendo una isla pequeña, no creo que sea imposible. Al final del día, trabajamos como familia, somos cálidos en nuestra forma de vivir. Eso debería facilitar las cosas a la hora de relacionarnos como país.
Wanda Vázquez, la actual gobernadora, dista de representar un cambio genuino. Ex secretaria de Justicia, se dice que tuvo mano blanda en investigaciones anticorrupción, se habla además de su negativa a indagar en irregularidades por la gestión del huracán María…
- La mayoría del pueblo no la quiere, no está convencida, pero tuvimos tanto revolú…
Tres gobernadores en una semana…
- Sí, porque después de Rosselló y antes de Vázquez, estuvo otro personaje (Pedro Pierluisi) que ni te cuento… Por suerte, ahora se están armando muchas asambleas de pueblo; la gente se está reuniendo, debatiendo, compartiendo miradas. Tenemos que informarnos más y llegar a un punto de encuentro para entendernos mejor al momento de protestar y expresar lo que sentimos. No es algo a lo que estemos muy acostumbrados, pero ya has visto: si nos tocan, reaccionamos. Por eso me resulta contradictorio que la mayoría del país quiera ser parte de Estados Unidos cuando, en realidad, no necesitamos nada de eso. Subestimamos nuestra capacidad, no sabemos lo grande que es Puerto Rico. Qué capacidad tendremos ¡que logramos que renuncie un gobernador!
Una política que le plantó cara a Trump tras los desaires frente al huracán María fue la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz ¿Qué opinión te amerita?
- Es complicado. En esos momentos, necesitábamos que alguien llevara otro mensaje, porque siempre ha habido el mismo trato degradante de los Estados Unidos, y la misma actitud sumisa de Puerto Rico. Que una figura con un puesto de peso no permitiera esos modos humillantes, y mucho menos en días de tanta vulnerabilidad, fue muy importante. Entonces, sí, en cierto modo ella tiene una mentalidad un poco distinta a la que estamos acostumbrados; pero al mismo tiempo, el Partido Popular Democrático, que es el partido del Estado Libre Asociado, es de una ambigüedad… Ahora mismo impera la incredulidad, no confiamos mucho en nadie, tenemos muchísimas dudas.
“Afilando los cuchillos ”, canción que compusiste con tu hermano René (Residente) y Bad Bunny en apenas un día y que entonaron arriba de una camioneta en San Juan durante la movilización, devino himno de las protestas ¿Imaginabas semejante repercusión?
- ¡Para nada! Al día siguiente de haberla lanzado, fuimos a la manifestación y la gente ya la cantaba por megáfono, levantaba pancartas con la letra, se habían hecho camisetas… Necesitábamos un tema que representase lo que estábamos sintiendo. Porque en Puerto Rico existen canciones con más fuerza y más patriotismo, pero casi nadie las conoce. Son músicas que están enterradas aún. No sé si sabes que tenemos dos himnos, un buen ejemplo del nivel de colonialismo. A nuestro himno original, que lo compuso la poeta puertorriqueña Lola Rodríguez de Tió, le llaman “el himno revolucionario”, y quienes suelen cantarlo quieren la independencia. Lo entonas y ya te tildan de comunista, de socialista. Como era muy revoltoso, hicieron otro, que es el que sabe todo el mundo, el que se enseña en las escuelas, que habla de nuestras playas, de Cristóbal Colón, un mensaje realmente sumiso.
En canciones como “Invencible” o “Temes”, vas de lleno contra el abuso y el machismo. En Puerto Rico, ¿ha habido un despertar también respecto a las problemáticas de género?
- Pues, fíjate, es algo que se está trabajando. La colectiva feminista tuvo muchísimo que ver con las iniciativas de las protestas de esos días. Quizás no mucha gente lo sepa, pero ellas fueron quienes iniciaron gran parte de las movilizaciones. Pero también es cierto que, por más raro que me resulte, todavía hay mucha confusión respecto al movimiento; sigue torcida la definición de feminismo, su verdadero significado. El proceso viene siendo un poco más lento de lo que me gustaría, pero está latente.