En los últimos 20 o 30 años la producción documental no sólo ha aumentado su volumen de manera considerable, sino que también ha complejizado y ampliado su rango narrativo, mostrando un desarrollo y una capacidad evolutiva superior a su pariente cercano, la ficción. Sin dudas se trata de una afirmación temeraria cuya discusión merece un espacio particular que excede el de esta página. Sin embargo este mismo espacio puede ser útil para presentar Art of the Real, el ciclo de cine documental que tendrá lugar a partir de este jueves hasta el próximo miércoles 25 en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín, Av. Corrientes 1543.
El festival Art of the Real se realiza desde hace seis años en el Lincoln Center de Nueva York y su propósito es el de reunir las voces más vitales e innovadoras del cine de no-ficción, incluyendo dentro de esta categoría a aquellos casos en los que el documental se entrelaza con la ficción para crear objetos que permitan abordar lo real desde lugares inéditos. Lo que se presentará en Buenos Aires es una muestra integrada por ocho títulos que formaron parte de la grilla de programación de la última edición de ese festival, que encarnan de forma precisa la identidad de Art of the Real.
Además de las películas, el ciclo contará con la presencia del crítico y programador Dennis Lim, director de programación del Lincoln Center y del festival neoyorquino. En diálogo con PáginaI12, Lim expresó que “una de las razones por las que creamos Art of the Real es la de ampliar la comprensión del documental e intervenir un poco en el discurso, especialmente en América del Norte, donde esa definición parecía haberse reducido con los años”. El objetivo de esta intervención apunta a “pensar al documental no solo como una categoría o un tipo de película sino, más importante, como un lenguaje, un enfoque o un método. Una forma de ver y registrar el mundo”.
Uno de los movimientos notorios que se observan en la evolución del cine documental es la libertad que asumen algunos cineastas a la hora de utilizar recursos que hasta hace poco parecían reservados a los géneros de la ficción. Algo que “puede tener que ver con un agotamiento de las reglas y las fórmulas”, explica el neoyorquino. “Hemos visto una mayor sofisticación por parte de los cineastas que entienden que hay diferentes maneras de acercarse y registrar lo real; películas que reconocen nuestro hambre de realismo y al mismo tiempo lo miran con recelo. Son posiciones complicadas que requieren un lenguaje formal complejo o revitalizado”, sigue.
Pero en esa búsqueda hay límites que no tienen que ver solo con lo estético, sino con una ética cuya regulación le corresponde a cada artista. “Siempre hay una obligación ética en lo que respecta a la representación”, coincide Lim. “Sin embargo es difícil definir ese límite, ya que hay casos en los que la fabulación y la fabricación son completamente apropiadas”. Además de haberse encargado de la selección de las obras que se exhibirán en el marco de la muestra, Lim mantendrá una charla abierta con el cineasta francés Paul Grivas, director de Film catastrophe, película que se proyectará en la gala de apertura. La charla, en la que los expositores discutirán sobre el cine de no-ficción, los films-ensayo y el trabajo de Grivas con Jean-Luc Godard, se realizará este sábado 21 a las 17.30 con entrada gratuita.
Grivas, quien visita Buenos Aires invitado por la Embajada de Francia y el Instituto Francés, mantiene una doble relación con Godard. Por un lado es su sobrino, mientras que en el plano cinematográfico su Film catastrophe incluye material filmado a bordo del crucero Costa Concordia durante el rodaje de la película de su tío Film socialisme (2010). Las escenas son resignificadas por otras de origen anónimo que registran el hundimiento del mismo navío dos años más tarde. La combinación de ambas líneas revive el aura fantasmal del barco y ofrece una perspectiva inédita del proceso creativo de Godard. Se proyectará el lunes en tres funciones (16:30, 19 y 21:30) junto al cortometraje Cairo Affaire del argentino Mauro Andrizzi. Las dos últimas funciones serán presentadas por ambos cineastas junto a Lim.
El viernes será el turno de Bosque ácido (2018), donde el lituano Rugile Barzdziukaite registra la fauna del istmo de Curlandia, en Lituania. Lejos de ceñirse al formato clásico de los documentales de animales, la película divide su atención. Por un lado retrata la vida de los cormoranes que construyen sus nidos en árboles que parecen haber perdido sus ramas, pero al mismo tiempo realiza un trabajo de observación similar con los turistas que llegan hasta el lugar. Una cadena de observadores y observados de la cual el espectador es el último eslabón. Se proyecta a las 19 y 21:30.
Un día después y tras la charla de Lim y Grivas, se proyecta Parientes salvajes (2018), coproducción entre Alemania, Líbano y Noruega dirigida por Jumana Manna. Un film sobre agricultura y cambio climático atravesado por los conflictos sociales que generan las guerras y los flujos migratorios que de estas se desprenden. Funciones a las 19 y 21.30. El domingo pero a las 17 y a las 20:30 podrá verse la canadiense Soles negros (2018), de Julien Elie, un exponente del documental político que aborda el tema de los secuestros y asesinatos que se han vuelto parte de la vida cotidiana en diversas regiones de México. Una búsqueda poética de desentrañar la violencia e intentar entenderla, ambiciones tan loables como inciertas.
Temporada de enjambres, de Sarah Christams, tendrá su espacio a las 19 y las 21:30 del lunes. En ella se cuenta la historia de una madre y su hija que crían una colonia de abejas en Hawái, a la sombra del volcán Mauna Kea. Mientras tanto el padre integra un grupo que protesta por la instalación de un télescopio en terreno que sagrado, consiguiendo entrelazar lo terrenal y lo cósmico. El martes se verá Movimientos de una montaña cercana, en la que el austríaco Sebastian Brameshuber retrata a un inmigrante nigeriano que trabaja en un taller mecánico al pie de los Alpes, poniendo en paralelo la explotación de una mina de acero excavada en la montaña. A las 19 y 21.30. En los mismos horarios pero del miércoles la responsabilidad de cerrar las actividades de Art of the Real le corresponderá a Metal vacío. Los estadounidenses Adam Khalil y Bayley Sweitzer retratan un universo de poder policial generalizado y una creciente apatía individual, en un relato que combina el documental con la ficción para darle forma a una película de poderoso contenido político.