Presto a todo servicio que requiera el Presidente, Oscar Aguad está dispuesto a ser el próximo fusible de la gestión de Cambiemos. Luego del escándalo desatado por el intento de condonarle al grupo empresario de la familia de Mauricio Macri el 98,87 por ciento de la deuda que mantiene con el Estado por la concesión del Correo Argentino y ante las insuficientes explicaciones que dio sobre el caso ante el Congreso, el ministro de Comunicaciones anunció que puso su renuncia “enteramente a disposición del Presidente”.
El funcionario reconoció su posible alejamiento del “mejor equipo de los últimos 50 años” mientras continúa el eco negativo de su paso por Diputados, donde con argumentos contradictorios intentó defender la decisión de su cartera para favorecer al Grupo Macri.
Durante una entrevista por FM Latina, el funcionario pretendió minimizar los cuestionamientos al gobierno nacional por el malogrado acuerdo con el Grupo Macri. “Todo eso ya volvió para atrás”, dijo al referirse a la decisión de Macri de frenar la quita de aproximadamente 70 mil millones de pesos en la deuda que su familia tiene con el Estado argentino, una vez que el escándalo se había desatado.
"Mi renuncia está enteramente a disposición del Presidente. No lo pensé (antes) porque lo que él me dijo fue: ‘Busquemos un mecanismo para que esto sea más transparente´". “Esto es un aprendizaje”, interpretó en su defensa.
El modo en que fue llevado adelante el caso por a deuda del Correo Argentino no fue lo único que lo ubicó en el ojo de la tormenta, sino también las contradicciones acerca de si habló o no del tema con Macri. Durante su comparencia ante la Comisión de Comunicaciones de la Cámara de Diputados, de la que un amplio arco de diputados de la oposición salió con duras críticas hacia el funcionario, Aguad negó que hubiera un conflicto de intereses, insistió con que no se le condonó “ni un peso” al Grupo Macri y culpó al kirchnerismo por dejar que las negociaciones con ese holding haya llegado hasta adonde llegó.
La debilidad de Aguad en su cargo es tal que, desde hace días, la primera línea del Gobierno intenta despegarse del caso y puso sobre las espaldas del ministro de Comunicaciones las responsabilidades del caso. Una de las pruebas es que cuando Aguad aseguró haber avisado de la condonación al jefe de Gabinete, Marcos Peña, éste respondió: “Nos ha mencionado al pasar que había que resolver este tema”.
Además de las consecuencias políticas, el escándalo le costó a Aguad, Peña y Macri una imputación por los presuntos delitos de fraude en perjuicio de la administración pública y negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas.