El documental Bixa Travesty, que retrata vida y obra de la compositora, cantante y actriz paulista Linn da Quebrada, ya pertenece a una filmografía lúcida con la que Claudia Priscilla y Kiko Goifman visibilizan las posturas de personas que viven la identidad de género con una libertad que, de una manera directa o no, pone en crisis ciertos lugares estancos de la cultura contemporánea. Esta filmografía incluye el road movie documental Olhe para min de novo (2012), protagonizado por el hombre trans Sillvyo Luccio, tanto como un corto que retrata a Laerte, historietista trans popular de Brasil, que luego fue la base para una serie de tv. Estas obras hablan de experiencias singulares que, a través de sus modos de vida, sintonizan eso queer de descomponer las identidades petrificadas, tanto para deshacer ciertos condicionamientos de las formas hegemónicas como de las disidentes. De una manera u otra, se trata de desandar lo categórico de las identidades, de pensar y experimentar más desde el hacer y no tanto desde el ser. Ahora, Priscilla y Goifman hacen alianza con Linn da Quebrada, justo después de su lucha durante tres años contra el cáncer, cuando su carrera como cantante comienza a ser más popular, con una cámara que salta del escenario a la vida cotidiana con un intimismo muy logrado. Así, entre sus performances musicales de energía demencial y su cotidianidad a veces relajada y otras dolorosa, en el documental Bixa Travesty, Linn da Quebrada expone su combinación de la identidad bixa (puto) con la travesty para autodefinirse de una forma ultrapersonal, que propone como algo intransferible.

¿Cómo surge esa manera de autodefinirte como bixa travesti?

Bixa Travesty vino a mí en un intento de nombrar mi identidad, de identificar mi proceso y no diagnosticar mi cuerpo, más para entender quién soy, quién estoy siendo y quién fui. No es una identidad catalogada por la medicina o la militancia, no es como nombrar si eres cis o trans. Tampoco es una identidad fija, está tan viva como yo. Fue una acción personal e íntima de mirar mi cuerpo con amor y respeto. Al mismo tiempo, siento que otras personas en la comunidad han usado esto como una nueva categoría porque también se identifican como bixa travestys. Pero esa era mi forma de nombrarme e identificarme. Esto no significa que haya querido que sea una nueva identidad para ser catalogada. Pero puede ser un motor para que otros se nombren y encuentren formas de sentirse cómodos en sus cuerpos

Claudia Priscilla y Kiko Goifman ya vienen filmando retratos de personas que ponen en crisis los lugares para repensar las identidades de género en la cultura brasilera. Y creo que en este retrato llegan a una intimidad muy profunda contigo, con tu cuerpo y tus relaciones; por ejemplo, en las escenas donde te bañás junto a tu madre. ¿Cómo fue el trabajo junto a elles?

A veces digo que Bixa Travesty fue una película hecha conmigo. No se trata de mí, sobre Linn da Quebrada. Fue construida conmigo, tuve la oportunidad de participar en el guión, pensar en las personas que estarían en la película, cuáles serían las relaciones que me gustaría destacar, y luego construir una esfera y una frecuencia común. Por eso fue muy importante que mi madre estuviera en la película. Nunca podría pensarla sin ella. Nunca podría pensar en eso sin pensar en ella viéndose representada en la pantalla de cine, ¿no? Piensa en lo importante y fundamental que fue nuestra relación para que yo entendiese, y desentendiese también, quién era y cómo estaba siendo.

Frente a la alta estadística en Brasil en relación de los crímenes de odio hacia la comunidad trans, y el triunfo de las políticas de Bolsonaro y su censura y represión hacia la comunidad LGBTIQ, ¿qué repercusiones tuvo Bixa Travesty a nivel local?

La película aún no se estrenó en Brasil de Bolsonaro. Está paseando por los festivales, donde muchas personas están siendo atravesadas por la película. Y no puedo esperar para compartir la película con la gente de mi comunidad. Aquí ya presentamos la película en el Festival de Brasilia, ya estuvo en Mix Brasil, y algunos otros eventos... Pero ahora creo que es esencial, más que nunca, que esta película sea accesible para todos nosotros. Y que sea un virus e infecte a tantas otras personas con el virus de la duda. Con el don de la duda. Y que podamos vernos presentadas y representadas en el cine nacional. Y que podemos ver nuestras historias; que merecen ser vividas. Merecen ser representadas en el cine, realmente quiero que esto suceda y creo que será una gran arma en este momento político, una victoria, un campo de batalla invaluable.

 

Bixa Travesti: funciones del 20 al 25 de septiembre, en la sala Leopoldo Lugones (Corrientes 1529, CABA).