La resonante derrota de Mauricio Macri en las PASO del 11 de agosto sigue produciendo efectos llamativos: el miércoles por la noche, Daniel Vila, cabeza de un grupo mediático que en el pasado apoyó abiertamente al Gobierno, realizó graves acusaciones sobre una intervención del Presidente en cuestiones judiciales. El presidente del Grupo América estuvo en un “mano a mano” con Alejandro Fantino en Animales Sueltos, y allí relató el modo en que Macri lo presionó para que entregara “un espectro que estaba en conflicto con el Estado”.


“El presidente asumió un compromiso conmigo. Cuando él asume, me pide que la empresa que yo represento, Supercanal Arlink, le devolviera al Estado el espectro. Nosotros estábamos en una situación de conflicto, había unas medidas judiciales que paralizaban el espectro y él me pidió que se lo reintegrara, que se lo devolviera, porque lo tenía comprometido con Clarín", contó el empresario mediático, y luego relató que “le entregué un papel firmado donde decía que yo desistía esas medidas judiciales, y él se comprometió conmigo a guardarlo y presentarlo solamente el día que yo vendiera mi empresa, cosa que no hizo”, continuó. 

Tras contar que el Presidente "presentó ese documento antes de tiempo", dijo que "los abogados de la empresa tenían sus reaseguros y evitaron que ese espectro volviera al Estado. Fue entonces que el presidente mandó al Ministro (Oscar) Aguad a meterme una denuncia penal”.

Según Vila, la devolución del espectro terminó “destrabando la situación”. “Me mandó un whatsapp diciendo que ya le había dado instrucciones al Procurador para que dejara sin efecto la denuncia penal”, dijo, y aseguró que “eso no es solamente meterse en la libertad, sino también es inmiscuirse en el Poder Judicial, cosa que está prohibida porque vivimos en una república en donde los poderes son independientes”. 

Ante la pregunta de Fantino de si entendía que la declaración podía producir “una citación de oficio”, Vila redobló la apuesta: "No solamente tengo los whatsapp, sino que saqué fotocopias de capturas telefónicas y las hice certificar por un escribano".

El caso al que se refería Vila es complejo. La empresa Arlink, de su propiedad, se había presentado en 2014 a una licitación para un nuevo operador móvil. Hubo otras empresas interesadas en participar, pero finalmente desistieron. Arlink hizo una oferta y en 2015 logró la adjudicación del espectro. Pero nunca concretó el pago y el Estado anuló la cesión. Entretanto, el gobierno anterior promovió la Ley de Desarrollo de la Industria Satelital, mediante la cual asignó a Arsat las frecuencias que Arlink pretendía pero no pagó. La empresa de Vila fue a la Justicia para reclamar esa banda y, a fines de 2015, terminó logrando una medida cautelar. Allí comenzó el litigio con el gobierno de Macri, en el que Vila asegura haber sufrido presiones y extorsión.


"El problema que tiene La Cámpora es de mala prensa"

En una noche que produjo sorpresa entre los analistas de la conducta de medios afines a la Casa Rosada, ese no fue el único el único gesto preocupante para el Gobierno. Antes de lanzar su acusación, Vila había defendido a La Cámpora (“Vos no conocés miembros de La Cámpora que estén procesados, que estén acusados de corrupción”) y señaló que “Máximo Kirchner no tiene nada que ver con la imagen que nos quisieron vender, que se drogaba y jugaba a la Play… es inteligente, criterioso, preparado, que sabe de economía… esto no quiere decir que sea kirchnerista ni antikirchnerista, es un dato de la realidad. El problema que tiene La Cámpora es de mala prensa, pero cuando se comunican y te das cuenta quiénes son ya los mirás de otra manera”, dijo.