El Servicio Penitenciario Federal reconoce en la Ley 24660 que todos los presos tienen derecho a recibir y enviar cartas o encomiendas. La ley, sin embargo, no rige en el territorio de Gerardo Morales: el penal de Alto Comedero en Jujuy no autorizó la entrega de miles de postales de afecto que le enviaron a Milagro Sala por su cumpleaños. Las autoridades de la cárcel alegaron que “la destinataria no está autorizada a recibir este tipo de correspondencia”.
El lunes pasado, mientras festejaban el cumpleaños número 53 de la dirigente social e indígena, el Comité por la Libertad de Milagro Sala lanzó la campaña #QueridaMilagro para incentivar el envío de cartas y tarjetas postales a la celda en la que detenida desde el 16 de enero de 2016. Para tal fin, el Comité diseñó tarjetas postales que contienen diferentes textos e imágenes, además de la leyenda “Con presos políticos no hay democracia. Libertad a Milagro Sala y a lxs presxs políticos de Jujuy”. En su dorso escribieron la dirección del penal de Alto Comedero: Ruta Nacional 9 esquina Avenida Forestal, Barrio Alto Comedero (4600), Departamento Manuel Belgrano, Provincia de Jujuy.
Así es como cientos de tarjetas con mensajes de afecto dirigidos a la dirigente social, quien hoy cumple 404 días de detención, llegaron al penal de Alto Comedero. Ella nunca pudo verlos.
“La destinataria no está autorizada a recibir este tipo de correspondencia”, explicaron a los carteros en la puerta del penal de Alto Comedero, violando así el artículo 158 de la ley 24660. Allí se establece que “el interno tiene derecho a comunicarse periódicamente, en forma oral o escrita, con su familia, amigos, allegados, curadores y abogados, así como con representantes de organismos oficiales e instituciones privadas con personería jurídica que se interesen por su reinserción social”.
Los registros del Centro de Distribución del Correo Argentino de San Salvador de Jujuy confirman la violación a este derecho porque señalan que en “cada una de las constancias que debe dejar el cartero” se repite la frase que le dijeron al empleado que intentó hacerle llegar las cartas a Milagro en el penal.
El abogado Eduardo Tavani, del área legal del Comité Nacional por la Libertad de Milagro Sala, verificó de manera directa esta situación, a la que calificó como “una canallada” y “una muestra más de lo que ocurre en Jujuy”.
“Es una paradoja, porque las postales están a la vista de todos, exhibiendo su cara y su obra, reconociendo y reivindicando a Milagro. Entonces, como no pueden violar su correspondencia, porque está a la vista, la privan de ella”, expresó Tavani.