“La mejor carta de presentación que puedo tener es seguir haciendo la clase de música que hacía cuando estaba en la mierda”, dice Fianru  sobre, justamente, RAP SHIT, el simple que adelanta su octavo disco y segundo publicado por una multinacional, el EP VICIO. La entrevista es en Baires Point, el local que Fianru abrió hace cinco meses en Palermo, sobre Godoy Cruz, a metros de Santa Fe y a contrapelo de la recesión y la macrisis. Custodiado por una estatua de un Buda con la cara de James Brown y unos vinilos del 36 Chambers de Wu Tan Clan y el Doggystyle de Snoop Doggy Dog, ahora Fianru señala a Tortu, su socio y colega junto a La Conección Real : “Con él y su novia hacía tiempo que flasheábamos con abrir una barbería. Pero como el espacio que alquilamos es re grande decidimos animarnos y armar una Bond Street para nosotros mismos”, dice sobre este multiespacio que incluye venta de indumentaria, smoke shop, tatuajes y hasta un estudio de grabación.

 

“Los pibes ahora tienen la suerte de tener referentes de su país, pero cuando arrancamos no había artistas que llenaran lugares o fueran conocidos”, dice refiriéndose a La Conección Real, el influyente colectivo que comparte junto a Núcleo , Urbanse, Frane, Tinkranz, Tortu, Mpdhela y DJ Destroy desde que publicaron su primer disco, en 2011. Luego de haber estado inactiva durante un tiempo, el año pasado La Conección Real volvió con un show para 7000 personas en el Parque Municipal de Lomas de Zamora, y ya tiene preparados temas y videos nuevos.

“Cada uno sigue con la suya... ¡por suerte!”, celebra Fianru sobre “La Conecta”, que toma esa costumbre rapera no tan común acá. “En Argentina no es común que cada rapero de un colectivo tenga seis o siete discos, como pasa con Wu-Tang Clan o Boot Camp Clik, donde hay un productor que hace los beats y después son varios pibes que rapean y cada uno hace sus álbumes”, dice este rapero que con su nuevo disco buscó de algún modo volver a las fuentes. Sabés quién soy / sabés cuál es mi clica / Fianru firmó con Sony / solo quiere money / solo hace music pa’ las pussy / pa’ las shorty/ Y yo sigo acá en el barrio / a un par de cuadras de la mama, ajusticia en el primer simple de su próximo EP.

“Esta es la música con la que me siento más cómodo: VICIO es un disco más crudo y directo, y no está tan arreglado como AVAL, que fue mi disco más musical”, comenta el músico, que viene paseando su estilo por el mundo: además de girar por todo el país, también Ecuador, Colombia, Francia, Suiza y Holanda (y Uruguay con La Conección Real) se rindieron ante el flow canchero y barrial de este rapero que llego a hacer hasta 110 shows por año.

 

Fianru cree que la explosión del trap fue clave para que también se valorara lo suyo: “Es mucho mejor para el hip hop que esté pasando esto porque hace crecer la escena. Creo que después de tanto tiempo produciendo la gente entendió mi flash. Me parece una pelotudez, una hateada eso de odiar el trap. Me puede gustar o no una música diferente a la que hago, de hecho en general siempre me gusta toda la música más allá del estilo. Así que si algo no me gusta es porque no le creo nada a ese artista, porque capaz lo conozco. No me gusta la mentira”.

Al igual que sus compañeros de “La Conecta”, Fianru sabe bien dónde está parado y es uno de los mejores exponentes de una generación que creció viviendo el hip hop como un estilo de vida real, con talento para rimar y astucia para no comerse todos los amagues de una cultura que tiene sus luces y sus sombras. “No creo que los raperos de allá tengan una experiencia más violenta o picante. Pero está la cultura de las armas que hay en Estados Unidos y un montón de cosas propias de allá que arman como un loquero gigante. Nuestra movida es más barrial que gangsta, más cumbiera, no tan polenta. Usamos un idioma cumbiero pero con un vocabulario más extenso”, sintetiza.

Fianru menciona a J. Cole como su rapero preferido de la actualidad: “Es lo más puro y elevado que podés encontrar, hip hop auténtico. No fui a ver a Kendrick Lamar pero porque nunca voy a recitales, salvo capaz a fiestas de cumbia como La Mágica o La Delirante si tocan Damas Gratis, Malafama o Amar Azul. Uno de los motivos es porque las bandas que más me gustan, como Hablando en Plata, Toteking o Boot Camp Clik no vienen a tocar acá. O The Hives: es la única banda de rock extranjero que escucho siempre y necesitaría ir a verla en vivo. Para mí es la mejor banda de rock de la historia, me parecen mucho mejores que los Rolling Stones”, dice demostrando que lo suyo claramente es el hip hop, su estética y también sus rituales como las peleas de gallos.

“Para mí son increíbles, me encanta ver como crecieron las batallas. Nosotros hemos compartido y pasado por ahí cuando éramos chicos, pero ahora es increíble ver como se organizó una liga mundial con consignas, temáticas o palabras que te van tirando. Antes no pasaba, pero llegó un momento en el que las batallas dieron una vuelta y los competidores capaz que iban ya con rimas pensadas de antemano. Siempre me copa ver alguna batalla: los pibes la rompen y hay de todos los países. Siempre hay un momento en mis shows para el freestyle, porque es imposible que arriba del escenario no te inspires: es como que te tires de un edificio y no pongas las manos cuando caés. No podes no inspirarte ahí, algo bueno siempre va a salir.”