La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas convocó para este lunes a una asamblea extraordinaria a la que fueron invitados los 1600 trabajadores del sector para analizar los pasos a seguir frente a la avanzada extranjerizadora del gobierno. A través de una resolución emitida el lunes 12 de agosto, al día siguiente de las PASO, la Administración Nacional de Aviación Civil autorizó la modalidad “interchange” para LATAM Airlines, lo cual permitirá que el holding intercambie sus aeronaves entre las filiales chilena y argentina manteniendo la matrícula de origen, sin tener que nacionalizarla en nuestro país.
El Código Aeronáutico establece hace cincuenta años que todas las aeronaves que operen en el país tienen que tener matrícula argentina. Según explican desde APLA, esto tiene implicancias en la protección de los pasajeros y de los trabajadores en el avión, el cual –sin matrícula argentina—opera como si fue suelo extranjero y responde a las leyes de su país. La reunión será en la sede de APLA para evitar quejas y críticas políticas por la asamblea, pero no descartan que pueda aprobarse un paro de actividades.
La revancha del gobierno a la fuerte derrota que recibió en las elecciones primarias no se circunscribió a dejar volar el dólar 25 por ciento en dos días, sino también que se apuraron por terminar de imponer su política de cielos abiertos. La política de flexibilización del acceso al mercado aerocomercial, con el arribo de empresas low cost sin experiencia, la creación de una precaria terminal en El Palomar, la autorización de sindicatos paralelos para disciplinar trabajadores y la entrega de rutas a Estados Unidos –mediante acuerdos de código compartido—se terminó de perfeccionar en las últimas semanas al aprobarse a LATAM volar son aviones matriculados en su país de origen (Chile).
Este último punto era un viejo reclamo de la aerolínea de la que el actual secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, fue CEO argentino hasta 2015 tras ser designado vicejefe de Gabinete. La exempleadora de Lopetegui argumenta que ya no puede volar con los aviones que tiene en la Argentina hasta Miami, porque son unidades viejas que no tienen geolocalización, una exigencia a partir del año próximo en Estados Unidos. La firma dice que no es rentable traer aviones nuevos al país para hacer el vuelo entre Ezeiza y Miami, por lo que presionó para que le permitieran utilizar sus aviones matriculados chilenos como lo hace en otros lugares donde opera y amenazó que, en caso contrario, cerraría la ruta. Esto dejaría sin empleo a 200 trabajadores que operan en esos vuelos. La ANAC autorizó al holding que intercambie sus aviones entre las filiales chilena y argentina manteniendo la matrícula de origen, aunque mantendría la exigencia de que el personal sea de nacionalidad argentina.
Esto último es importante, dado que en diciembre último, en una inaudita resolución, la ANAC habilitó la contratación de pilotos extranjeros, lo que desató el rechazo de los dos gremios de pilotos que derivó en un paro de 48 horas. Esta vez los gremios buscan ser más cautos en las medidas para evitar que se los tilde de desestabilizadores. Se los criticó y denunció cuando hicieron paro, luego cuando intentaron llevar a cabo asambleas en su lugar de trabajo, cuando comunicaron los problemas por los parlantes de los aviones y hasta cuando repartieron folletos. Ahora la reunión será en la sede de APLA.
A la reunión que se llevará a cabo a las 13 en la sede porteña de Lezica 4031 fueron convocados lxs pilotxs de Aerolíneas Argentina y de otras cinco empresas aéreas que operan en el país, incluyendo LATAM. “La operatoria de los vuelos será normal al menos hasta las 13. En la asamblea los trabajadores decidirán qué pasos se van a seguir en el plan de lucha contra la política aerocomercial del Gobierno. El espíritu es ir a una huelga. Al menos es lo que comenzó a circular entre compañeros”, señalaron a este diario desde el gremio.
En la asamblea se analizarán las últimas medidas que
aplicó el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, al que acusan de “haber
acentuado el proceso de liberalización, flexiblización y apertura total de los
cielos argentinos, evidenciando un estado verdaderamente hostil hacia la
industria aeronáutica nacional y los trabajadores”. Entre esas medidas se
encuentran el Protocolo de Enmienda a los Servicios de Transporte Aéreo Estados
Unidos – Argentina; y el Memorando de
Acuerdo de Cooperación para la Doble Vigilancia de la Seguridad Operacional
Argentina-Chile y el acuerdo de cielos abiertos con los Estados Unidos. La
fecha de la asamblea coincide con el inicio de la operatoria del Boeing B767
con matrícula chilena de la compañía LATAM. Según explicaron desde APLA, esto
tiene implicancias en los convenios colectivos de trabajo, porque a bordo del
avión rige la legislación laboral del país de origen. También aclara que
cualquier inconveniente para el usuario que derive en una presentación legal
deberá hacer también en el país de origen de la aeronave en la que sucedió el
posible incidente.