Vecinos del pueblo de San Carlos, ubicado a 197 kilómetros de la capital de Salta, denuncian desde hace once años la existencia de exceso de boro en los pozos de agua que sirven para el consumo diario. Informes del INTA, de InsINTy la Universidad Nacional de Salta establecieron que el nivel detectado supera lo permitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), aún cuando esté organismo elevó recientemente el valor tolerado. El problema afecta a la zona norte del pueblo.
Con el propósito de resolver este problema, en diciembre de 2018, Aguas del Norte firmó un convenio con la municipalidad del pueblo para instalar una planta de osmosis inversa que debía estar en funcionamiento en marzo de 2019. Pero la intendenta Sonia Magno dijo que la recibieron "recién a mediados de agosto”. Y todavía no entró en funcionamiento porque le faltan elementos de electrónica, explicó la jefa comunal.
Por esta razón, muchos vecinos han optado por comprar el agua envasada en las localidades cercanas de Cafayate y Alemanía. “Los que tenemos movilidad vamos y compramos el agua. Los que no tienen vehículos le pagan 70 pesos a los remiseros de aquí para que les traigan bidones de veinte litros”, dijo Alberto Castagnolo, referente de la Asamblea de San Carlos por un Agua Sana.
La planta de osmosis inversa es para purificar el agua de uno de los tres pozos que tiene el lugar. La obra tuvo un presupuesto de más de 4 millones de pesos y un plazo de ejecución de 60 días.
La intendenta contó a Salta12 que el convenio establecía que la ejecución de la obra esté a cargo del municipio, pero no se ha ejecutado aún por la falta de dinero para la compra de insumos de instalación. “Es imposible para nosotros afrontar el costo de la obra. El dinero que recibimos de la coparticipación es destinado para el pago de sueldos y contratos”, aseguró.
“Aguas del Norte se comprometió a afrontar los costos, que se estiman alrededor de 900 mil pesos”, dijo la mandataria, quien mantuvo una última reunión con la empresa a principios de septiembre.
Por su parte, Castagnolo dijo que la planta “no es la solución, eso es un parche. Nosotros queremos que se vuelva a traer agua del oeste, de la vertiente de San Lucas”. A fines de la década del 90, el pueblo sufrió un aluvión que tapó la toma que conectaba con la vertiente, ubicada a 12 kilómetros del pueblo. La empresa prestataria optó por realizar un pozo de agua para brindar el consumo, en vez de volver a rehabilitar la toma colapsada.
A partir del 2008 se conocieron informes del estudio del agua en los pozos. El último, de 2016 y realizado por la Universidad Nacional de Salta, determinó que hay 2.48 miligramos de boro por litro en el pozo La Dársena de donde se provee agua. En 2018 la OMS estableció que el valor límite de boro en el agua es de 2.40 miligramo por litro, es decir que el servicio de agua en la zona norte de San Carlos supera lo permitido.
Magno afirmó que “el agua es apta para consumo humano”. Sin embargo, reconoció que “es salada en algunos pozos”.
En el convenio con Aguas del Norte dispuso que los pobladores que reciben agua con alto contenido bórico no abonen el costo del servicio desde diciembre de 2018. “Es una prueba y un reconocimiento de que están en falta y el agua no sirve", expresó a Castagnolo a Salta 12.
La empresa sancionada desde 2014
En 2014 el Ente Regulador de los Servicios Públicos (ENRESP) escuchó los reclamos de los vecinos de San Carlos y aplicó un procedimiento de aplicación de sanciones contra Aguas del Norte. En el expediente detallaron que la sanción se daba “por incumplimiento con el deber de prestar servicio conforme a las normas establecidas, al haberse verificado irregularidades en la calidad del agua suministrada a los usuarios del barrio Los Vientos”.
La institución reguladora también optó por sancionar a la empresa “por incumplimiento al marco regulatorio, dado que no respondió a las notas enviadas por el mismo Ente”, varias de ellas emitidas desde que el reclamo llegó a ese organismo, en 2013.
La sanción comprendió reducir la facturación del servicio al 60 por ciento desde octubre de 2013, además de realizar un muestreo trimestral del boro existente en los pozos. Aguas del Norte pagó una multa de 30 mil pesos por no responder en tiempo y forma estas notas.