El cáncer es una enfermedad que se produce por una reproducción descontrolada y mutación de las propias células del organismo que se vuelven malignas. Su desarrollo responde a una serie de factores entre los que se cuentan los genéticos y los ambientales.

Equipos de investigadores de las facultades de Ciencias Médicas y Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario trabajan en torno de la problemática del cáncer, se reúnen de manera periódica para analizar y fortalecer sus investigaciones de manera colaborativa y generar nuevas líneas de trabajo científico.

Estos grupos comenzaron a reunirse para desarrollar seminarios o presentar el avance de sus investigaciones de manera que puedan ser discutidas entre pares, y en este proceso constituyeron la Red de Investigación en Cáncer de Rosario (RICaR).

Mauricio Menacho Márquez y Javier Giardini fueron los propulsores de los encuentros, como una forma de fortalecer y visibilizar la investigación en cáncer que se realiza en Rosario, que ha crecido mucho en los últimos diez años.

"Someter el trabajo que uno hace a las críticas de quienes estén en la misma temática es muy importante, abre nuevas oportunidades"

Menacho Márquez destaca la importancia de las instancias colaborativas en investigación: "Someter el trabajo que uno está realizando a las críticas de quienes estén en la misma temática es muy importante, individualmente sólo se llega hasta un punto, el conocimiento de cada uno es limitado y el punto de vista de otras personas mejora mucho los resultados y abre nuevas oportunidades". Los aportes de los pares permiten tener una mirada desde otra rama disciplinar, así como señalar conclusiones erróneas o compartir experiencias y metodologías que mejoren la investigación.

En este sentido, Javier Giardini resalta que frente a las limitaciones económicas, la conformación de una red brinda la posibilidad de compartir recursos humanos e insumos, así como amplía las posibilidades técnicas y metodológicas. "Cada uno de los equipos tiene especialidades diferentes en cuanto a la metodología, hay grupos que trabajan más con modelos vivos, otros con células, otros a nivel genético molecular; el hecho de trabajar en conjunto facilita la incorporación de una técnica en la que no se está especializado, a través de la colaboración con los otros laboratorios, de esta manera se pueden incorporar nuevas técnicas a la investigación", señala.

La investigación sobre cáncer se basa, principalmente, en lograr mayor conocimiento sobre los procesos biológicos que generan la formación de tumores y su mutación a cáncer. Así como el desarrollo de terapias innovadoras que puedan conjugar la eficacia, la baja toxicidad y la viabilidad económica.

Los investigadores destacan la importancia de generar mayor conocimiento en torno a la enfermedad, lo que permite mejores diagnósticos y tratamientos más específicos. Hasta el momento no existen terapias que sean universales, por lo que las investigaciones no buscan poner en discusión los avances logrados y las terapias que ya son probadas, sino que se trata de abrir nuevas posibilidades. "El cáncer es una enfermedad multifactorial por lo que a las células tumorales hay que frenarlas desde todos los flancos posibles, esa es la idea a la hora de investigar en cáncer y por la que se desarrollan distintos modelos de trabajo", explica Menacho Márquez.

Para los científicos es necesario ser cautelosos a la hora de dar a conocer nuevos avances en las investigaciones sobre cáncer, ya que genera muchas expectativas en la población y muchas veces se trata de avances en el conocimiento sobre la enfermedad y no en la cura. "Es un proceso lento porque siempre se busca que lo que llega a la clínica sea un tratamiento seguro,y tienen que pasar muchas etapas de prueba, para comprobar que un tratamiento sea efectivo y de baja toxicidad", remarcan.

El desarrollo de nuevas terapias y fármacos es un recorrido largo con avances y retrocesos, los investigadores diseñan nuevas pruebas de laboratorio de manera permanente, de las cuales muy pocas pasan a la siguiente etapa de investigación, y así con cada paso, el objetivo es lograr terapias que destruyen la célula tumoral y que a la vez, sean lo menos agresivas posible con el paciente y tengan un costo viable.

La investigación en cáncer ha permitido el desarrollo de nuevas terapias que han mejorado la calidad de vida de los pacientes. "Hace veinte o treinta años atrás, el diagnóstico de un tumor parecía una condena a muerte, hoy con las terapias personalizadas se ha logrado una mayor expectativa de vida, lo importante es la detección precoz de la enfermedad por lo que son esenciales los controles médicos", resalta Mauricio Menacho Márquez.

En Argentina la investigación de base se realiza en universidades públicas y en institutos como el Conicet. Son los investigadores de estas instituciones los que hacen los hallazgos que pueden llegar a la práctica clínica. El ámbito público no tiene el compromiso con la industria farmacéutica que muchas veces tiene el sector privado, además de que el investigador está comprometido con todo el proceso del proyecto y no con sólo una parte, como suele darse en los desarrollos de los laboratorios comerciales. Las limitaciones que suelen presentarse en las universidades e institutos son de financiamiento e infraestructura.

 

La Red de Investigación en Cáncer de Rosario (RICaR) está compuesta por Javier Girardini y Mauricio Menacho Márquez del grupo de Inmuno-Oncología Molecular del Instituto de Inmunología Clínica y Experimental de Rosario (IDICER), al que pertenecen también Ana Rosa Pérez y Andrés Alloatti; Daniela Gardiol, del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR), quien dirige líneas de investigación en Virus Oncogénicos, pertenece a este grupo Ana Laura Cavatorta; Graciela Scharovsky, directora de la Sección Oncología del Instituto de Genética Experimental (IGE), junto a ella trabajan Viviana Rozados, María José Rico y Leandro Mainetti. Pertenecientes al Instituto de Fisiología Experimental (IFISE), forman parte de la RED el equipo de señalización celular formado por Cecilia Larocca, Cristián Favre y Anabella Ferretti, y el grupo de investigación en cáncer hepático dirigido por Cristina Carrillo, al que pertenecen María Paula Ceballos, María de Luján Alvarez, María Laura Ruiz y Ariel Quiroga. Además, es parte de las reuniones Valeria Sigot, de la Universidad de Entre Ríos.