Finalmente la AFA sentará hoy las bases de un nuevo orden en el fútbol argentino cuando realice una Asamblea Extraordinaria de Representantes que tiene por objeto sepultar el modelo “grondoniano”, vigente desde hace 38 años y sumido en una profunda crisis desde la muerte del emblemático dirigente en 2014. Recién la próxima semana se conocerá el nombre de la empresa adjudicataria a cargo de los derechos televisivos de los partidos, algo que sembró dudas sobre la reanudación a término de los torneos. En el orden del día –que será tratado por 72 asambleístas– se aprobará la rescisión del contrato de Fútbol para Todos (FpT) y el nuevo Estatuto de la entidad, al tiempo que se fundará la Superliga y se fijará un calendario electoral. La cita será a las 15, curiosamente en el predio Julio Humberto Grondona, donde por última vez ejercerá la soberanía el anacrónico cuerpo de representantes que protagonizó acaso el papelón más grande en la vida institucional de la casa rectora del fútbol, con un empate a 38 votos entre 75 miembros en las frustradas elecciones presidenciales de diciembre de 2015.
Primero se desarrollará una Asamblea Ordinaria para bajarle el martillo al contrato con el Estado, cuya vigencia se extendía hasta agosto de 2019 y por el cual se disponía la transmisión de los partidos por televisión abierta y gratuita. Ese esquema se mantendrá hasta el fin de la temporada futbolística en curso y desde la próxima entrará en vigencia el nuevo convenio con la empresa privada que se adjudique los derechos audiovisuales por cinco años, con opción a otro lustro. En este punto, el anuncio del nuevo licenciatario (Fox/Turner, ESPN o Mediapro) fue pospuesto una semana para que un Comité ad hoc evalúe al detalle las tres propuestas. Esto abrió algunos interrogantes por la vuelta de los torneos acordada para el primer fin de semana de marzo, porque la AFA no podrá cobrar los 1200 millones de pesos que el nuevo socio debía depositar en concepto de llave. De modo que los clubes con urgencias económicas tendrán que arreglarse con los 350 millones que depositará el Gobierno por la rescisión de FpT.
Tras la Ordinaria dará comienzo una Extraordinaria. Allí, los asambleístas afrontarán una decisión trascendente, dado que deberán aprobar un nuevo Estatuto que reduce la cantidad de representantes (de 75 a 46) con mayoría de los clubes de Primera División (22). El Ascenso y los clubes del interior perdieron algo de poder, pero igualmente mantendrán 21 miembros tras arduas negociaciones de sus dirigentes encabezados por el titular de Barracas Central, Claudio “Chiqui” Tapia, quien a su vez se perfila como el máximo aspirante para sentarse en el sillón de Viamonte.
De la mano del flamante Estatuto se tratará la Superliga, algo inédito pues significará la autonomía de la Primera División con relación a la órbita de la AFA, que sólo concentrará los torneos de Ascenso y la actividad de todos los seleccionados nacionales. Así, la Superliga regresará progresivamente al esquema de 20 equipos en la máxima categoría y conformará una estructura dirigencial independiente, similar a las principales ligas europeas. Marcelo Tinelli, vicepresidente de San Lorenzo, parte como favorito para ejercer su dirección.
El maratón de reuniones culminará cuando se fije fecha de elecciones para votar un nuevo presidente que sustituya a la actual Comisión Normalizadora dispuesta por la FIFA y la Conmebol. En definitiva, una agenda repleta de temas cruciales para el futuro del fútbol argentino.