El consumo en el mercado interno arrojó en agosto una caída del 11,3 por ciento en la comparación interanual y del 5,8 por ciento frente a julio, “la más pronunciada en al menos dos décadas”, indica el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala. La medición se basa en una serie de indicadores que dan cuenta del fuerte impacto en los precios de la devaluación posterior a las PASO, que retrajo aún más el poder adquisitivo y con ello el consumo. El resultado no fue peor a raíz del stockeo de mercadería que se produjo en el consumo masivo en los días siguientes a las elecciones y por el impacto de la quita temporaria del IVA. Se calcula que el consumo caería un 10 por ciento este año. Esto implica que el nivel de consumo en el mercado interno se habrá reducido en una quinta parte durante el mandato de Mauricio Macri.

Uno de los indicadores de la marcha del consumo es la venta en comercios pymes, que tuvo una caída del 18,6 por ciento medida en cantidades. Se destacó la merma del 15,1 por ciento en alimentos y bebidas, del 19,3 por ciento en muebles, 21,3 por ciento en electrodomésticos y 22,3 por ciento en calzado. “Las PASO generaron incertidumbre en el sector y provocaron demoras en la entrega de mercadería, falta de precios y cancelación de pedidos”, indicó la CAME.

En los supermercados, la caída de las ventas en volumen fue del 9,5 por ciento, calculan en la entidad que agrupa a las cadenas. Si la lupa se centra únicamente sobre las categorías de consumo masivo, la consultora Scentia registró una caída del 5,4 por ciento frente al mismo período del año pasado. El dato implica cierto recorte en la magnitud de la caída que se venía dando desde comienzos de año, lo cual está asociado al proceso de stockeo que se verificó en los días posteriores a las PASO, como modo de protección de los consumidores frente a la inflación esperada, junto al impacto de la reducción a cero del IVA en alimentos hasta fin de año. En el desagregado de las categorías de consumo, la más afectada en agosto en la comparación interanual fue productos perecederos, con una merma del 9,2, seguido de bebidas sin alcohol (-8,9 por ciento). Limpieza de ropa y hogar cayó un 7,9 y productos de desayuno y merienda, un 7,3.

Con una mirada sectorial, hay un amplio abanico de indicadores que dan cuenta del derrape del consumo en agosto. Según Acara, los patentamientos de autos cero kilómetro ascendieron a 44.006 unidades, lo cual representa una caída mensual del 11,8 por ciento y del 32,8 por ciento en la comparación interanual. En el caso de las motos, las ventas mostraron una caída del 10 por ciento mensual y del 33 por ciento interanual. La Cámara de la Indumentaria midió una baja del 15 por ciento en las ventas de ropa en cantidades, mientras que la Cámara de Marroquinería advierte sobre una merma del 25 por ciento Por su parte, el Indice Construya registró una caída del 7,5 por ciento en las ventas de insumos de la construcción frente a agosto del año pasado, lo cual contempla artículos como ladrillos cerámicos, cemento portland, cal, aceros largos, carpintería de aluminio, pisos y revestimientos cerámicos, pinturas y sanitarios, entre otros.

A nivel general, uno de los termómetros del consumo en el mercado interno es la recaudación del IVA. Según la AFIP, en agosto los ingresos fiscales provenientes del IVA impositivo tuvieron una suba interanual del 49,2 por ciento, lo cual implica un fuerte retroceso en términos reales frente a la inflación del 54,5 por ciento.

Una particularidad de agosto fue que la caída del consumo no sólo operó a raíz del deterioro del poder adquisitivo en manos de la inflación, sino que también jugó un papel importante la paralización de las operaciones comerciales en el medio de la fuerte incertidumbre cambiaria. Fabricantes y comerciantes en forma masiva dejaron de comprar y vender a la espera de que reaparecieran los precios para evitar el riesgo de perder capital de trabajo en operaciones diarias.