El consumo de energía eléctrica bajó un 2,1 por ciento en agosto en todo el país, con lo cual sumó su doceava caída consecutiva, informó la Fundación para el Desarrollo Eléctrico. El 46 por ciento del consumo perteneció a la demanda residencial, mientras que el sector comercial representó el 26 por ciento y el industrial, un 27 por ciento. En la comparación interanual, la demanda residencial descendió un 2,9 por ciento, la comercial bajó 4,4 y la industrial ascendió 1,2. El desagregado por provincias muestra los descensos interanuales más marcados en Catamarca, Misiones, Jujuy, Chaco y Corrientes. El consumo eléctrico de los usuarios de las distribuidoras Edenor y Edesur promedió un descenso del 3,2 por ciento, a partir de una merma del 4,2 en Edenor y del 1,9 por ciento en Edesur.

La caída del consumo responde a la crisis económica, mientras que el encarecimiento del servicio relativo al salario recorta poder de compra para atender otros consumos. Luego de la serie de brutales tarifazos en 2016, 2017 y 2018, la crisis económica y la carrera de cara a las elecciones presidenciales obligó al gobierno nacional a moderar las subas de la electricidad. Este año se produjo un aumento de la luz en febrero, del orden del 32 por ciento. 

El otro aumento contemplado para agosto según el esquema de actualización del cuadro tarifario quedó para el año que viene, al menos en el rubro generación, que depende del Estado nacional. La suba de precios de la distribución eléctrica es facultad de las provincias. Se calcula que a pesar de los incrementos de tarifas acumulados, el usuario residencial paga actualmente el 50 por ciento de la tarifa, mientras que el resto corresponde a subsidios del Estado nacional.