Los cinco partidos que acumula Central sin ganar pusieron en el centro de la escena la situación de Diego Cocca (foto). "No queremos que se vaya, pero para que se quede el equipo tiene que volver al triunfo", admitió un colaborador de la dirigencia canaya. Al técnico le marcaron como límite las dos próximas fechas, con Racing y Lanús, como rivales, dado que después habrá dos semanas de inactividad en Superliga.
Central decepciona por su juego y preocupa por sus resultados. Esta combinación puso en duda la continuidad del entrenador en el club. En verdad, Cocca necesita ganar un partido para disipar el malestar y la exigencia será el domingo a las 17.45 ante Racing. "Si empata deberá ganarle a Lanús de visitante la fecha siguiente", afirman en Arroyito. El buen presente que tienen los próximos rivales canayas elevan la preocupación sobre el futuro.
Solo una derrota por goleada el fin de semana dejará al cuerpo técnico fuera del club antes del receso de octubre. Lo que prevalece es la falta de un candidato para sucederlo. "Pero no podemos estar siete partidos sin ganar con la situación en que nos encontramos y ya llevamos cinco", asumió un directivo.
Cocca además de recomponer el juego de Central debe resolver la relación con los jugadores. La más conflictiva es con Néstor Ortigoza, quien cansado de no tener protagonismo en el primer equipo -va siempre al banco- la semana pasada no dudó en bajarse de la concentración ante un dolor en la planta del pie. El ex San Lorenzo no formó parte de la delegación que viajó a la capital provincial a jugar con el tatengue.
El plantel volvió a las prácticas ayer por la tarde en Arroyo Seco. El entrenador, sin dudas, hará cambios en la formación, tanto en el mediocampo como en ataque. Pero recién mañana se conocerán sus primeras intensiones de cara al decisivo juego el domingo ante el conjunto de Eduardo Coudet.