La World Rugby, federación internacional de este deporte, reconoció este martes problemas de arbitraje, que "no se corresponde a los estándares establecidos", en los primeros partidos del Mundial de Japón 2019, señalando especialmente errores en la comunicación.
"El equipo de árbitros de la competición ha reconocido que el nivel del arbitraje observado durante el fin de semana de apertura no correspondía siempre a los estándares establecidos por World Rugby", señaló la federación internacional en un comunicado, en el que reconoció "algunos problemas provocados por la utilización de herramientas tecnológicas y una comunicación deficiente entre los miembros del cuerpo arbitral que ha influido en la toma de decisiones. Estas dificultades están siendo examinadas por el equipo de 23 árbitros con el objetivo de asegurar la coherencia".
Varios incidentes se sucedieron entre el sábado y el domingo, especialmente un tackle alto del australiano Reece Hodge sobre el fiyiano Peceli Yato, en el partido ganado por los Wallabies (39-21) en Sapporo. Yato tuvo que dejar el terreno de juego al sufrir una conmoción cerebral y la acción de Hodge fue sancionada únicamente por un penal por parte del árbitro Ben OKeefe.
World Rugby, que persigue los tackles peligrosos, ha citado a Hodge a comparecer el miércoles ante una comisión de disciplina y podría ser sancionado con varias semanas de suspensión por su gesto sobre Yato.
Durante la Copa del Mundo los árbitros están acompañados de un asistente vídeo (TMO) que les permite repasar las jugadas desde el terreno de juego bajo diferentes ángulos. El TMO también puede alertar al árbitro central en caso de sospecha de una acción ilegal.