Adriana Funaro, la militante por el derecho al autocultivo de cannabis con fines medicinales, detenida en Ezeiza el lunes pasado tras la denuncia de un vecino, quedó con prisión domiciliaria en la casa de su hija, también en Ezeiza. El juez de Garantías Horacio Hyrb había rechazado el pedido de excarcelación pero aceptó la medida de morigeración de prisión, debido al estado de salud de la mujer.
La militante, quien produce aceite cannábico para atender sus dolencias por la artritis que sufre en una de sus rodillas, fue detenida tras la denuncia del vecino Héctor Osvaldo Laporta, quien durante meses discutió con Funaro sobre la construcción de una medianera. El lunes pasado, luego de obtener fotos de las plantas de marihuana que tenía en su casa Funaro, presentó una denuncia ante la fiscalía de Carlos Hassan. La Bonaerense, que llevaba un tiempo acosando a la mujer, entró a la casa a través de la vivienda de Laporta, quien facilitó el acceso. Durante el allanamiento, Laporta, armado con una 22, disparó y luego golpeó a una periodista de la revista especializada THC.
Con las plantas y las fotos, el fiscal Hassan tomó el caso como si se tratara de una investigación a una banda de narcos, y detuvo a la mujer por cultivo y siembra de marihuana, un delito que prevé una condena entre cuatro y quince años de prisión. Pese a la media sanción del año pasado en la Cámara de Diputados de la Nación, que habilita tanto la importación de aceites de cannabis como la investigación y producción local por parte del Estado, la normativa actual ante la transgresión del artículo 5° inciso A de la Ley de Estupefacientes –la infracción de la que es acusada Funaro– no distingue entre los autocultivadores y la producción que puede elaborar una banda de narcotraficantes.
“Mi mamá lo único que hizo fue cultivar para producir el aceite para la artrosis”, expresó su hija Micaela. El día de su detención, y los dos siguientes, organizaciones de cultivadores se manifestaron en la casa de Funaro y en la puerta de la UFI N°2 de Ezeiza para exigir su liberación.
Por otra parte, la revista THC emitió un comunicado en el que explicaron la situación de Lucía de Souza Madeira, la periodista golpeada en el allanamiento. En el mensaje se expresa que Souza Madeira se acercó a la comisaria N°5 de Ezeiza para realizar una denuncia por agresiones, amenazas y uso de arma de fuego contra Laporta. Sin embargo, “el comisario a cargo de la dependencia, sin presentarse, ordenó a sus subordinados no tomarle la denuncia”, asegura el comunicado.