Después de un largo recorrido judicial, la orangutana Sandra, la primera gran simio considerada persona no humana sujeta a derechos, que vive en el Ecoparque porteño, será trasladada este jueves a Estados Unidos. El largo periplo hasta su destino final en el Center of Great Apes (Centro para Grandes Simios) comenzará al mediodía, cuando la orangutana aborde un avión que la llevará hasta Dallas, desde donde recorrerá casi 600 kilómetros en camión hasta el zoológico Sedgwick County Zoo, en Wichita, Kansas, para una cuarentena. Luego viajará otros 2300 kilómetros hasta el único santuario de orangutanes acreditado en América del Norte, según anuncia la página web del lugar. El traslado ordenado por la justicia porteña fue criticado por algunos especialistas, quienes sostuvieron que había opciones más cercanas, y por ello menos estresantes para Sandra, y sin costos para el Estado.
Dos semanas atrás, la titular del juzgado N°4 en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires, Elena Liberatori, había anunciado que el traslado de la orangutana a Florida se efectuaría antes de fin de mes. A pesar de que las instancias legales estaban agotadas hubo intentos como el de la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (Afada), la ONG que impulsó la causa que terminó reconociendo a la orangutana como "sujeto de derechos", para que la justicia revirtiera la decisión y la llevara a un "Santuario" en Brasil.
También hubo críticas a través de Internet: en la página del proyecto GAP, la directora de la edición Gran Simio Argentina y rescatista de primates, Alejandra Juárez, recordó que durante el proceso judicial se había propuesto otra opción más cercana y gratuita para alojar a Sandra: el Santuario de Grandes Primates llamado Instituto Anami, en Brasil, que corría con todos los gastos de traslado y manutención (el viaje al CGA de Florida y el sustento de la orangutana durante los tres primeros años tiene un costo de más de siete millones y medio de pesos).
El secretario General de GAP Internacional, Pedro Ynterian, en su Carta abierta a una gran jueza (fue el fallo inédito de Liberatori el que reconoció derechos a Sandra) advierte que "la opción de Florida no tiene árboles en ningún recinto, son domos metálicos, túneles y pasajes metálicos para comunicarse entre ellos. Ya con esa contradicción, podemos interpretar que existen intereses no técnicos, para decidir por la opción más complicada, más demorada y más costosa".
Ajena a los reclamos, la empresa resulta Argentraider, del primo hermano del jefe de gabinete, Marcos Peña Braun , se encargará del traslado de Sandra hasta Dallas, pese a no ser la oferta más económica.
En cualquier caso, tras 25 años de cautiverio porteño, la orangutana, de 33 años, partirá acompañada "por un equipo interdisciplinario en el que se encuentra su cuidador, personal de Derivaciones y veterinarios", según contó Maria Eugenia Dahdah, coordinadora del área de Comportamiento Animal del Ecoparque. "Hace años todo el equipo trabaja en prepararla para hacer este viaje", precisó la coordinadora y aseguró que "llevó tiempo entrenarla para que entre en la caja de transporte".
El doctor en Ciencias Biológicas y primatólogo Aldo Giúdice dijo a Página|12: "Quiero pensar en el buen sentimiento de la gente que pensó el traslado, y que Sandra encuentre una vida mejor", pero, al mismo tiempo, advirtió que "la fauna traumatizada no puede quedar en manos de improvisados, hay que invertir en desarrollo profesional en nuestro país porque no es buena estrategia estar rifando a los animales para sacárselos de encima".