Fue una reunión con final cantado. La conducción de la CGT visitó la sede del Comité Nacional de la UCR en el marco de la búsqueda de adhesiones para la movilización del próximo 7 de marzo. Los radicales, socios del PRO e integrantes -al menos formalmente- de la coalición de Gobierno, rechazaron el convite. “La UCR no va a acompañar la marcha. Además, es un año electoral, pero bueno... los trabajadores tienen derecho a hacerlo”, trató de hacer equilibrio el titular del partido, José Corral. En tono diplomático, el integrante del triunvirato de la CGT Héctor Daer agradeció que fueran recibidos y contó que llegaron hasta el histórico edificio de la calle Alsina para explicarles “el derrotero del diálogo que tuvimos con el Gobierno y los motivos de la marcha”.
La ronda de reuniones de la CGT tuvo ayer su primer escala en un partido oficialista. Los líderes de la central obrera ya habían conversado con las autoridades del PJ, el Frente Renovador y el Partido Socialista, quienes expresaron su respaldo a la medida prevista para el 7 de marzo. Se trata del paso previo al paro general convocado para la segunda quincena de ese mes. Conscientes de que los socios de Macri no iban a prestar su conformidad con el reclamo sindical, Daer aclaró que la CGT no fue a “buscar que la acompañen”. “Vinimos a ver el mapa de la realidad como la vemos todos los argentinos, no importa desde qué prisma, y a través de un diálogo fecundo, buscar una solución”, añadió. Sobre la movilización, el sindicalista y diputado nacional definió: “Vamos a marchar porque creemos en otra instancia, haciendo uso de nuestro derecho, y venimos a decir que recorrimos todas estas instancias y llegamos a un punto en el que lo queremos expresar masivamente con los trabajadores”.
Corral le respondió que “es un derecho que tiene la CGT, pero el radicalismo no va acompañar”. El intendente de la ciudad de Santa Fe remarcó que la UCR es “parte de la coalición de gobierno” y consideró que “no es un año de hacer paro nacional ni este tipo de medidas, porque -según interpretó- estamos comenzando a salir de las dificultades”. Tras sostener que el radicalismo está “de acuerdo y a favor de todas las instancias de diálogo”, Corral enfatizó que les preocupa “cuidar el empleo, mejorar la producción y que el país empiece a ganar en competitividad y productividad para poder garantizar empleos genuinos”.
En línea con el discurso oficial, el jefe radical intentó mostrarse optimista respecto de la situación económica. “Este es el año en el que todos tenemos que hacer el esfuerzo para continuar con estos logros. Estamos reduciendo la inflación y de a poco se genera empleo genuino en el balance general, además de que queremos mejorar la situación de los trabajadores informales”, dijo Corral, a contramano de todos los indicadores económicos que en los últimos meses ratifican la tendencia de caída de la actividad y del empleo.
Si bien rechazaron la medida de fuerza, desde la UCR le reconocieron a la CGT que dieron un período de gracia de un año desde la asunción de Macri. “Como parte de la coalición de gobierno, valoramos mucho la actitud que tuvo la CGT de dialogar, aún en la diferencia, y garantizar un primer año que fue muy difícil, porque hubo que tomar muchas medidas: el país está levantando una verdadera hipoteca”, subrayó Corral, que no perdió la oportunidad para deslizar una mención a la “pesada herencia”.
Hubo un mínimo espacio para la disidencia de la UCR respecto del discurso macrista. Se pronunciaron a favor de que “se discutan paritarias por arriba de la inflación estimada para el año y así los trabajadores recuperen poder de compra”.
La presencia de dirigentes radicales en el encuentro fue acotada debido a que mañana tienen previsto el inicio una cumbre en Villa Giardino, Córdoba. Participaron entonces el senador Alfredo Martínez y el dirigente Walter Ceballos (cercano a Ernesto Sanz), mientras que por la CGT asistieron, además de Daer, los jefes sindicales Omar Plaini (Canillitas), Julio Piumato (Judiciales), Abel Frutos (Panaderos) y Francisco “Barba” Gutiérrez (UOM), entre otros. A los sindicalistas les queda pendiente un encuentro con el PRO, que se postergó por la visita de Macri a España. En este contexto, no quedaba claro si finalmente se concretaría. “Si nos quieren recibir, iremos”, remató Daer.