Desde Madrid
A principios de este año, el cofundador de Podemos, Íñigo Errejón, pateó el tablero político español al anunciar que competiría en las elecciones a la Comunidad de Madrid con una marca propia, diferente a la de su partido original.
Su anuncio fue tomado con sorpresa por Pablo Iglesias, el líder de Podemos, que no dudó en dar por hecha la salida de Errejón de la fuerza, además de insinuar falta de honestidad en la jugada política de su ex aliado.
Casi nueve meses después de aquella escisión, Íñigo Errejón concretó lo que venía siendo un secreto a voces. Dejará la Comunidad de Madrid, donde su fuerza, Más Madrid, logró ubicarse detrás del PSOE como el segundo partido de izquierda más votado, y será candidato a presidente de la flamante formación Más País el próximo 10 de noviembre.
En un salón de la Unión General de Trabajadores de la capital española, Errejón aceptó oficialmente el encargo de los militantes de su fuerza con la promesa de acabar con el bloqueo político y conformar un gobierno progresista.
"El 28 de abril se nos dijo que las tres derechas, y era cierto, coaligadas, siguiendo al dedillo la línea de Vox, venían a amenazar las conquistas sociales, democráticas y de derechos civiles que habían conseguido nuestras madres y nuestros padres", dijo al comenzar su discurso el ex líder de Podemos.
"Entonces, acudimos por millones a las urnas y produjimos una mayoría progresista para que hubiera un gobierno progresista. Fueron los líderes políticos quienes no fueron capaces de anteponer las necesidades de España a las necesidades de sus propias siglas. Y es el resultado de esa irresponsabilidad, la que nos convoca", concluyó su idea Errejón antes de arrancar los primeros aplausos de su mensaje.
De esos primeros párrafos en que trazó un contexto y repartió culpas, el candidato pasó a reclamarle a sus competidores más cercanos que abandonaran la "guerra fratricida", y se ofreció como una opción de consenso y pragmatismo. "Garantizamos que cada escaño que logremos será un escaño para el acuerdo y el Gobierno progresista", aseguró Errejón pensando en el día después del 10 de noviembre.
El lanzamiento del cofundador de Podemos a nivel nacional ya venía siendo analizado por el PSOE y Unidas Podemos, las dos fuerzas que más podrían sufrir el salto nacional de Errejón. El presidente del Gobierno en funciones y candidato del socialismo, Pedro Sánchez, fue medido y dijo que se trataba de una reconfiguración del espacio político. Sin embargo, algunos meses atrás, la portavoz del PSOE en el Congreso, Ana Lastra, había dicho en referencia a Errejón, que las puertas del partido estaban abiertas. Ahora, que el salto se produjo, y es competencia, la reacción puede ser diferente.
Por su parte, Pablo Iglesias dijo que el paso dado por su antiguo aliado era "previsible", y valoró la irrupción de Más País como el resultado de las "máquinas de despolitización", que impulsan el buen tono, la empatía y el coaching, cuando, en realidad, "la política va de intereses".
Como fuera, está claro que la llegada de Errejón al plano nacional compite por el mismo electorado que PSOE y Unidas Podemos. Una encuesta publicada por el diario ABC esta mañana, señala que el partido socialista perdería dos escaños en relación al 28 de abril. Aunque Unidas Podemos también perdería (ocho) diputados, la consulta muestra por primera vez un retroceso del PSOE. Las encuestas realizadas en los últimos dos meses, solo mostraban crecimiento.
Como fuera, el impacto de la fuerza de Errejón dependerá de dónde se presente. Ayer, el líder de Más País dijo que solo participarían en aquellas provincias donde pueden sumar. En el resto, invitarán a votar a otras fuerzas progresistas. Una de las regiones en que se da por hecho su lista es Madrid. Otra, que advierte un movimiento político destacable, es Valencia. Allí, la fuerza Compromís, que gobierna la comunidad en coalición con el PSOE, y era aliada de Unidas Podemos, decidió este martes acompañar el proyecto de Errejón. Mientras se especula con algún otro apoyo en Galicia, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, avisó que su fuerza volverá a participar de las elecciones de la mano de Pablo Iglesias.
Con poco más de dos meses antes de la fecha electoral, las alianzas y estrategias prometen una campaña muy intensa. El desafío de la izquierda pasará por evitar la competencia visceral que reste votos en una suma mayor. Las fuerzas de derecha, Partido Popular, Ciudadanos, y el partido radical, Vox, se perfilan optimistas ante unos nuevos comicios donde revertir la derrota del 28 de abril deja de ser una quimera.