Es el 21 de Septiembre el día de la primavera, nosotras las norteñas que vivimos en la capital federal lo recordamos muy bien porque son pocos días después de la procesión de la Virgen y el Señor del Milagro. 

 Suena mi whatsapp con un audio de la Tia Soe invitándome al gran festejo cumpleañero del hotel Gondolín. Automáticamente le digo sí comadre, ahí estaré y en ese instante cerré los ojos y se me vino a la memoria los grandes rencuentros carnavalescos sociales travestis allá en Cerrillo. Sin dudarlo me pongo los ruleros para ir esa tardecita a comer empandas salteñas con mucha salsita de tomate, bien picante y como no puede faltar el vinito patero, llevo en mano. Ansiosa y esplendorosa me tomo el colectivo 106 con mi sube, le digo al chofer que voy Araoz y Jufré. Cual reina que baja las escalinatas del colectivo con mis tacos gastados, bien desde lejos diviso por la vereda tropical cuerpos siliconados y jolgorios de risas. Acelero mis pasos y una de las hermanas pega un grito poderoso: ¡Va llegando la gente al baile pue! 

 Y ahí empiezo a saludar a toda la muchachada norteña, como corresponde doble beso y sin tocarnos diciendo ¡maquillaje, maquillaje! Me invitan con una silla al lado de la puerta de la entrada del hotel. Una  jujueña me trae un cartel que tiene mucha brillantina con flores de papel pegado con la frase: “Gondolin, nunca abandones tus sueños”. Bate palmas y le dice al fotógrafo:  ¡ A ella,  la foto! Me sacan la fotos para el gran recuerdo cumpleañero y siga baile. 

 Ahí estaba yo, con todas mis hermanas tucumanas, salteñas, jujeñas, catamarqueñas entre platos que venían con albóndigas, globos, chinitas que bajaban de los taxi y alguna que otras con sus maridos presentándolo en sociedad. El gondolin cumple 21 años y nosotras las travestis sabemos muy bien que hay que festejar nuestra historia política, que nos costó mucho esfuerzo recuperar. También las vecinas Villa Crespo pasan a saludar a las compañeras con sus caniches en mano, comen la empanada y mueven las caderas al ritmo de la música pop latina. Son esos encuentros sociales de festejo, donde muchas chicas que vivieron en ese hotel saben que hoy la presencia es importante porque son agradecimientos a la Pachamama travesti, que las alojó en algún momento cuando fueron expulsadas de sus hogares. 

CANTEMOS EL HIMNO

La tardecita cae y una vecina llega diciendo que no pudo convencerlo al policía de cortar la calle. Por lo tanto todas nos metemos adentro porque el show del festejo se realiza y se canta el feliz cumpleaños. Flavia Flores llega con su maleta de show para hacer la animación. Se mete rápidamente en el camarín improvisado en una habitación. Las artistas están allí  esperando salir a deslumbrar la noche. Una chica que está en la escalera pega el grito: ¡Cantemos primero el himno! Otras dicen: !No! Y la Solange por lo bajo me cuenta:  ¡Yo logre que lo canten en mi cumple! 

 Comienza el show apagan el foco que alumbra el patio y todas nos quedamos en silencio. Flavia abre la puerta del provisorio camerino irrumpiendo con un tema musical “Sobreviviré”. Playback, lentejuela y canutillo, pide palmas a las compañeras y muchas de ellas comienzan a transmitir en vivo en sus redes sociales. La noche se presta para la bailarina árabe Milen Maya que desata la furia travesti con la danza del vientre y no puede faltar el tango con la cantante de Ópera,  la Nicole Cagy con “Naranjo en flor“. Ahí está la Tía Marisita que con nostalgia aplaude... Pero no hay tiempo para el lamento porque el norte se hace presente con trenzas atadas de cabello oscuro y grandes pompones, La Saya Caporal emerge como bendición Aymarenia entre el movimiento afroboliviano con la compañera Paloma Victoria Mamani una jujeña con los tacos agujas que danza abriendo el ritmo al son de “ Saya Negra , linda morenita ” . Y es ahí donde todas nos encontramos con nuestros antepasados andinos, nuestras abuelas, nuestras madres y algunas con llantos en los ojos volvemos a nuestras niñeces trans . Somos nosotras las que nos sentimos reflejadas con el espejo de la danza y los cerros que no están. También aparece el folclore criollo con nuestra cumpa Daiana y su compañero vestido de gaucho el tema está listo con la zamba “ Salta es una mujer, morena, morena “ el pañuelo blanco flameando por todo el gondo. La noche continua con la mendocina llamada Atenas que saca su celular para leer poesías, ella lleva flores en la cabeza con un vestido de novia bien encorsetado, con la caja bagualera que canta fuertemente sus coplas. La Lohenidad Berkiniana aflora entre mariposas que revolotean por todos los pasillos. El cierre de la noche lo hace la bailarina Violeta Rivas con un percusionista danza árabe que se lleva todos los aplausos. Las tres tortas con mucho dulce leche se hacen presentes y todas cantan "Feliz Cumpleaños gondo, gondolin". El cierre lo hace Luz con el discurso formal que todas escribieron, recordando a las compañeras que pasaron por ese hotel, la importancia es la casa trava/ trans gondo, que fue tomada y fundada hace 21 años y hoy todas lo agradece. Zoe la que preside actualmente la conducción del Gondolin termina diciendo lo importante que es estudiar y capacitarse para el futuro. Todas se abrazan y se van despidiendo. Una primavera más florece y me vuelvo a mi casa con muchas sensaciones, miro detrás del vidrio del colectivo, como si los cerros estarían en el fondo de esta pampa humeda, como una parte nuestra se teletransporto a las casitas de nuestros barrios provinicias. ¡Feliz Cumple Gondo, Gondolin!