La verborragia tuitera de Donald Trump se concentró este viernes en el FBI. El presidente norteamericano se despachó con dos tuiteos lapidarios acerca de las filtraciones a la prensa que se producirían desde el organismo.
“El FBI es totalmente incapaz de detener a los 'filtradores' sobre la seguridad nacional, que desde hace tiempo se han extendido en nuestro Gobierno. Ni siquiera pueden encontrar a los filtradores dentro del propio FBI. Se ha suministrado información clasificada a los medios, lo que podría tener un efecto devastador para Estados Unidos. ¡ENCUENTRENLOS AHORA!", escribió Trump.
La Casa Blanca, a la defensiva en medio de las sospechas por los presuntos vínculos de la actual administración con la Rusia de Valdimir Putin, a quien los demócratas acusan por los ciberataques durante la campaña, que beneficiaron a Trump, sospecha la existencia de “gargantas profundas” en los organismos de seguridad, que la semana pasada le costó el puesto a Michael Flynn, asesor de seguridad del actual mandatario norteamericano.
Casi al mismo tiempo que Trump tuiteaba contra el FBI, la CNN difundía la negativa del FBI a desmentir públicamente la información publicada en la prensa acerca de los supuestos contactos entre el equipo de campaña del magnate y espías rusos durante 2016, desmentida que le había solicitado la misma Casa Blanca que, poco después excluyó a varios de los medios de comunicación de la rueda de prensa diaria, que es habitual y está abierta a todos los reporteros acreditados.
El diario The New York Times, la cadena de televisión CNN y otros medios que están haciendo una cobertura crítica de las primeras semanas de la nueva administración no fueron invitados a la reunión convocada por el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer. Medios mucho más pequeños y conservadores como el canal One America News Network, que han cubierto todo lo relacionado con Trump de forma más favorable, sí participaron. Las agencias de información Reuters y Bloomberg fueron incluidas, mientras Associated Press boicoteó el acto en señal de protesta y la AFP fue apartada, aunque su corresponsal logró entrar a la conferencia.
La Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca aseguró que "protestó de forma enérgica" a la decisión de la administración Trump. "La junta discutirá este asunto con funcionarios de la Casa Blanca", aseguró su presidente, Jeff Mason.
Trump, finalmente, describió a la prensa como "el enemigo del pueblo", un día después de que uno de sus consejeros más importantes advirtiera que la relación con la prensa "empeorará cada día".