El hospital "Prof. Dr. Juan P. Garrahan", el establecimiento pediátrico de referencia nacional del país, atraviesa por estas horas una notable contradicción que salpica el prestigio construido en sus 32 años de funcionamiento: 24 trabajadoras no pueden practicar la lactancia materna en sus instalaciones después de reintegrarse a las labores tras su licencia por maternidad, a causa de la falta de cupos para sus hijas e hijos en el jardín maternal del nosocomio.
Así, el principal establecimiento dedicado a la atención de la salud de los niños de la Argentina no garantiza la nutrición exclusiva y saludable de los bebés de sus trabajadoras en los primeros seis meses de vida.
Con el acompañamiento de la Asociación de Profesionales y Técnicos del hospital, seis de las 24 empleadas presentaron el jueves 19 un amparo ante el juzgado contencioso administrativo de la CABA, a cargo del juez Francisco Ferrer, por la “medida arbitraria e ilegal manifiesta de denegar vacante a nuestros/as hijos/as en el Jardín Maternal del Hospital Garrahan, como es nuestro derecho”.
Protesta en el hospital
Para visibilizar la situación, este jueves en el hall central del establecimiento, Gaia Mira Castets, la beba de 3 meses que se convirtió en la primera a la que la gestión macrista dejó sin vacante en el jardín maternal "Quiero Mimos", y su mamá María del Rosario Ramos Mejía --una médica del servicio de Crecimiento y Desarrollo--, fueron recibidas por los trabajadores en un espacio que la Asociación Civil y Gremial de Profesionales y Técnicos del centro de salud cedió para su cuidado y para que la madre pueda amamantarla en el trabajo.
En una carta abierta dirigida a sus compañeros del Garrahan, las 24 trabajadoras narraron que “a fines de 2018 anotamos a nuestros hijos e hijas en el jardín. Sabemos que es una vacante provisoria, pero nos quedamos tranquilas con la frase de las docentes: “no te preocupes, nunca en la historia de este jardín un lactante se quedó sin vacante, los lactantes son la prioridad, toman pecho...”
El jardín
Desde su inauguración, en el Garrahan funciona un jardín maternal para las y los hijos de las trabajadoras mujeres del hospital, garantizándoles un espacio educativo, de cuidado y guarda para los/as niños/as mientras sus madres cumplen su jornada laboral --de 7 u 8 horas diarias, en los diferentes turnos-- en el mismo ámbito del nosocomio. Inicialmente el Jardín recibía niños/as desde los 45 días a los 4 años de edad. Con el transcurso del tiempo, se fue acortando el rango pasando a ser su límite los 3 años y luego los 2 años de edad inclusive, quedando como jardín maternal (de 45 días a 2 años inclusive), “por la prioridad reconocida al vínculo madre-hijo en los primeros meses y años de vida y a la lactancia materna”, dice la presentación judicial impulsada por los abogados Juan Carlos Capurro y Rodrigo Juan Ravetti.
En la sección “Pequeños cuidados” de su página web, desde la que al Garrahan se autopromociona como garante de la “atención pública y gratuita en alta complejidad infantil”, se realza “la importancia de dar la teta” con este consejo: “No te olvides que la mejor alimentación para tu bebé es la leche materna. La inmensa mayoría de los bebés no necesitan otro alimento, ni ningún otro tipo de leches para crecer sanos y fuertes. Tu pediatra te va a avisar cuando sea conveniente agregar otras comidas o infusiones”. Y de inmediato refuerza el concepto al señalar que “alimentar a tu bebé exclusivamente con leche materna es la mejor manera de prevenir la diarrea en los recién nacidos”.
El amparo judicial
Tras calificar a la medida como “repudiable” y “arbitraria”, el amparo afirma que es una “contradicción desfavorecer la lactancia materna de las trabajadoras del hospital, al impedir que sus hijos/as lactantes se encuentren cerca de ellas mientras trabajan”. Y asegura que las seis trabajadoras “notificaron oportunamente a las autoridades del Garrahan su embarazo, fecha probable de parto y fecha estimada de ingreso de su hijo/a al Jardín Maternal, suscribiendo la respectiva solicitud de vacante. Sin embargo, varios meses después, en algunos casos cuando ya estaban muy próximas al nacimiento de sus hijos/as, el hospital les comunicó la denegación de la vacante”.
Además de Ramos Mejía, la presentación incluye las solicitudes de Gimena Soledad Arbeloa, técnica de Imágenes en el Servicio de Hemodinamia, en representación de su hija de 5 meses; Dolores Artese, médica del área Hemato-Oncológico, en representación de su hija de 1 mes; Verónica D’amore, técnica de Laboratorio del servicio de Microbiología, en representación de su hijo de 2 meses; Cecilia Makos, administrativa en el Servicio de Atención al Paciente, en representación de su hijo/a por nacer; y Juliana Marité Perazzo, bioquímica en el Laboratorio de Gastroenterología y Parasitología y en representación de su hijo/a por nacer.
En todos los casos, el hospital que dirige Carlos Kambourian contestó negativamente, justificando la denegación de las vacantes en limitaciones edilicias. Y ofreció compensar temporalmente a las mamás con la entrega de 5.000 pesos en concepto de reintegro por gastos de jardín maternal, contra presentación de facturas y mientras duren las obras de ampliación del jardín.
“Intentaron resolvernos 'el problema' con 5000 pesos por mes para pagar una guardería fuera del hospital. Pasamos muchas mañanas y tardes teniendo reuniones con directoras de jardines maternales privados, solicitando presupuestos, los cuales rondan los 15000 a 18000 pesos mensuales, más matrícula, más cuota de materiales”, afirmaron las trabajadoras en su carta abierta.
Para las empleadas, las obras llegan tarde, ya que las seis mamás que recurrieron a la justicia notificaron con la debida antelación su necesidad de contar con las vacantes. Y las autoridades no dispusieron las medidas del caso para contar oportunamente con el espacio necesario.
“Resulta falaz que en el jardín al que actualmente concurren 218 niños no pueda de ningún modo haber espacio provisorio para seis más. Ello escapa a toda lógica y razonabilidad. El Hospital Garrahan tiene una superficie de 113.000 metros cuadrados, y para garantizar el derecho de las seis trabajadoras madres que aquí se presentan y sus hijos/as sólo se necesita disponer de 2,25 metros cuadrados por cada uno, conforme surge de la normativa vigente en la materia. Es decir, se requieren 13,5 metros cuadrados en total, el 0,0001% de la superficie del hospital. Un espacio de 4 mts. por 4 mts. sería suficiente”, se lee en el escrito presentado ante el juez Ferrer.
Los reclamos
Norma Lezana, quien es nutricionista y titular de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Garrahan aseguró que bajo la consigna “por el derecho a trabajar y a amamantar”, este jueves “hicimos visible el reclamo de 24 compañeras mamás en una jornada histórica”.
Añadió que desde la entidad y con el acompañamiento de la junta interna de ATE “hemos hecho diferentes medidas de fuerza, como más de diez sentadas frente a la dirección; un festival el 11 de setiembre; presentamos cartas documento agotando la vía administrativa y hasta dirigimos una carta documento al jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, y no hemos recibido ninguna respuesta hasta el momento”.
La conducción del establecimiento está a cargo de un Consejo de Administración, que actualmente preside Kambourian, un médico con escasa trayectoria en atención de pacientes y menor experiencia en gestión hospitalaria pública. La línea directiva la completan cinco consejeros, que son designados por los gobiernos nacional y de la CABA. Tanto en su composición como en las fuentes de financiación, hasta la gestión anterior se repartían en un 50% entre ambas jurisdicciones. Pero a partir de la administración de Cambiemos, ese porcentaje pasó a ser cubierto en un 80% por la Nación y el 20% restante por la ciudad de Buenos Aires.
“Pedimos a las autoridades y al Gobierno de la Ciudad que tomen cartas en el asunto y que acondicionen el lugar que existe contiguo al jardín para que las trabajadoras puedan reintegrarse a sus puestos de trabajo con sus bebés y puedan continuar amamantando, que es crucial en el primer año de vida. Lo mismo que promocionamos para todos nuestros pacientes, lo promocionamos para nuestros hijos”, cerró Lezana.