El jefe de la delegación San Nicolás de la Policía Federal Rolando Aldo Martín Ábalos, que fue pasado a disponibildad en las últimas horas, circulaba la noche del ataque en una camioneta oscura doble cabina, de similares características a la descripta por el ex comisario Mariano Valdés, como de donde provinieron los tiros que lo lesionaron, y es similar a la filmada por cámaras de seguridad de la estación de servicios de Ramallo, con cuyos ocupantes se sospecha que dialogó Valdés, antes de ser atacado. El dato figura entre las evidencias desplegadas el último martes en la sede de los tribunales de Villa Constitución, y es un elemento analizado por el equipo de fiscales conducidos por Matías Edery y Natalia Benvenutto.
La presencia de Abalos tiene un argumento un tanto menor, que verbalizó el propio Higinio Bellaggio subjefe de la delegación Santa Fe al declarar: "por los nervios del momento no entendí bien el nombre de la ciudad donde habían sido atacados mi jefe y la subalterna González (Villa Constitución), así que llamé al jefe de San Nicolás para que los auxiliara" argumentó el ahora detenido.
El jefe de la delegación San Nicolás de la Policía Federal, circulaba la noche del ataque en una camioneta oscura doble cabina.
La presencia de Abalos fue reseñada por en su declaración por Juan Carlos Walter Giménez Claverol, jefe dela Inspeccion 8º con asiento en Arroyo Seco, que lo ubicó sobre ese vehículo" Abalos estaba creo en una chata oscura, nueva, doble cabina, creo que una Ford..."
En rigor no es un vehículo extraño en la fuerza federal que tiene en su flota varios vehículos similares. Pero la presencia de una camioneta doble cabina oscura, detenida con cuatro hombres a bordo en Ramallo, retirándose detrás del Ford Focus donde viajaba Valdés, que luego se detuvo a la altura del acceso a Villa Constitución a dialogar con él, luego de lo cual se produjo el feroz intercambio de disparos, levanta sospechas sobre algusno de integrantes de la propia fuerza.
Tan fuerte era la versión el día de la imputativa que el propio abogado defensor José Luis Giacometti, trató de despejar esas sospechas en la primera nota periodística. "Mi defendido no fue baleado en una interna policial" sentenció el ex policía y ahora letrado.
Con los últimos desplazamientos ya son seis los policías sancionados: Valdés -detenido-, la suboficial Roxana González, ingresada al Programa de protección de testigos, el propio Bellagio, quien reconoció en la imputativa que tomó el bolso con vivos rojos, del auto del propio Valdés, para "cuidar sus pertenencias" y que se sospecha pudo haber sido entregado por sus atacantes. A ellos tres se sumaron ahora otros tres federales, dos de los cuales estuvieron en la estación de servicio en Fighiera, donde se refugió el ex comisario baleado el 9 de septiembre pasado.
Mediante una circular interna, la Policía Federal notificó el pase a disponibilidad del subcomisario Ábalos, jefe de la Delegación San Nicolás; del oficial Marcos Andrés Medina, numerario de la Delegación Santa Fe; y del oficial Víctor Domenech, de la División Inteligencia Criminal de Santa Fe capital. Aunque los motivos no fueron puntualizados, la División Judiciales de la PFA realiza un sumario interno, en paralelo al que se lleva adelante en la Justicia.
Domenech y Bellaggio no se movieron del lado de la suboficial González en su declaracion brindada esa misma noche en una comisaría de la zona, donde la presionaron para suscribir la hipótesis del robo al voleo, señalada en primer término por Valdés.
Luego del ataque ex comisario se refugió en la estación de servicio Las Mellizas, donde de acuerdo a la investigación- desapareció de la escena del hecho un bolso deportivo. Nadie sabe qué había dentro del bolso, pero Valdés y el mismo Bellagio en la audiencia declaró que en ese equipaje de mano llevaba dos paquetes de yerba La Merced, jugos Tang y algo de ropa.
Ante este estado de situación de la causa, el Ministerio de Seguridad de la Nación y el jefe de la Policía Federal Néstor Roncaglia decidieron pasar a disponibilidad a tres efectivos de la PFA, que tuvieron relación con el hecho que tiene a Valdés como protagonista.
Hasta el 9 de mayo el comisario tenia 26 años de servicios en la Federal se desarrolló en las áreas de Inteligencia y Antisecuestros. Ese día fue presentado por su jefe Roncaglia, como interventor de la Delegación Santa Fe tras el corrimiento de seis efectivos, entre ellos el jefe Marcelo Lepwalts. Sus desplazamientos fueron en el marco de una investigación del fiscal federal Walter Rodríguez por su connivencia con narcos y transeros de la capital provincial. Valdés llegó acompañado con Bellagio como su segundo para "apagar el incendio". Pero esa movida produjo también corrimientos en otros destinos. El jefe del Área Rosario de la Federal, comisario mayor Gustavo Alberto Ghiglione, fue desplazado tras una investigación interna por ser supervisor de once delegaciones de la fuerza, entre ellas la de Santa Fe, aunque oficialmente se dijo que nada tenía que ver con la salida de Lepwalts y los otro cinco uniformados. El reemplazante para Rosario fue el inspector Eduardo Miguel Francescutti.
También fue pasado a disponibilidad el comisario mayor Guillermo Alejandro Guardia, superior de Ghiglione en la Región Centro de la Policía Federal, con asiento en la ciudad de Córdoba. Y el subcomisario Fabricio Miguel Geist, segundo de la Delegación Santa Fe hasta el desembarco de Valdés.
Esos movimientos afectaron a los tres federales que ayer fueron desplazados de la fuerza junto con el imputado Bellagio y que trabajaban en Rosario. Bellagio como segundo de la Superintendencia Drogas Peligrosas; Ábalos, Medina y Domenech integrando distintas brigadas.