El termómetro marcaba 32 grados cuando Alberto Fernández ingresó al escenario montado en el estadio Delmi de la ciudad de Salta, acompañando por el precandidato a gobernador Sergio Leavy y el gobernador tucumano, Juan Manzur.
El calor sofocante, sin embargo, no aplacó a la gente que explotó al verlo, al extremo que tuvo que pedir varias veces silencio para poder arrancar con su discurso.
“Vengo recorriendo el país, en todas sus las latitudes y en todos los lugares donde estoy, recibo las mismas necesidades de todos los argentinos, la gente demanda salir de este estado deplorable en el que está la Argentina. En cuatro años han sumergido en la pobreza a millones de argentinos, han dejado sin trabajo a cientos de miles de argentinos, cerraron empresas en toda la patria y hoy el presidente Macri se da cuenta que esto no puede pasar. No prometa ahora, Presidente, cosas que antes no pudo cumplir”, fueron sus primeras palabras.
AF originalmente tenía previsto llegar a Salta dentro de un par de semanas, luego de las elecciones primarias provinciales del próximo domingo y de cara a las generales nacionales a fines de octubre.
Sin embargo, la repentina cancelación de la visita de Cristina Fernández, que iba a presentar ayer su libro “Sinceramente” en Salta, en ese mismo estadio, y la buena sintonía entre el candidato presidencial y Leavy, activó a último momento este acto que sirvió como un espaldarazo al salteño en el tramo final de la campaña, que lo tiene peleando la interna con el actual vicegobernador Miguel Isa.
Al respecto Fernández celebró encontrar al peronismo salteño unido “como ocurrió en todo el país”, “el mayor pecado que podemos cometer es dividirnos para dejar que los que siempre arruinaron la vida de los que menos tienen vuelvan a llegar al poder”, agregó.
“Lo que nos dejan es realmente tierra arrasada. No me voy a quejar de la herencia que voy a recibir porque la conozco, sé que voy a manejar una Argentina que gobernaron ladrones de guantes blancos que le dieron a sus amigos empresarios los mejores negocios de la Argentina y que pagamos todos los argentinos”, enfatizó.
“Vinieron a terminar con el cepo y nos dejan el cepo, vinieron a terminar con el default y nos dejan en default, vinieron a llenar las reservas y se van con las reservas vacías, vinieron a acabar con la inflación y dejan el doble de inflación”, repasó Fernández sobre el gobierno de Macri.
“Les propongo que de una vez por todas entendamos que debemos unir a la sociedad para enfrentar los desafíos. Les propongo un acuerdo del que participen los que trabajan, los empresarios, los que tengamos que gobernar el Estado para que podamos hacer una Argentina distinta. No puede ser que en el siglo 21, el mismo país que se jacta de dar de comer a 400 millones de habitantes en el mundo no pueda acabar con el hambre de los 15 millones de argentinos pobres. Vamos a hacer todos juntos una sociedad que se planta frente al hambre de los otros”, propuso Alberto.
“Cuando digo que los jubilados van a tener medicamentos gratis hay quienes se ponen nerviosos, preguntan quién lo va a pagar. Los argentinos los vamos a pagar, porque vamos a dejar de pagar la usura”, desafió en medio de aplausos el candidato a presidente, haciendo hincapié en una de sus promesas de campaña.
El recuerdo a Cristina
Entre los miles de salteños que llenaron el Delmi había coincidencia en la alegría en estar con Alberto, pero la decepción por el viaje a Cuba de Cristina que los dejó sin poder verla de cerca.
Y justamente la ex presidenta fue protagonista de un tramo del discurso de Fernández: “Ayer estuve con Cristina, les quiere dejar su mejor beso. Tiene que viajar 8 mil kilómetros para cuidar a su hija por imperio de la realidad que en la Argentina se vive y no podemos dejar que esto siga ocurriendo”.
Los presentes seguían atentamente el discurso, con carteles arriba escritos a manos, “Fuerza Cristina”, “Volvió la primavera”, “Fuera FMI”, “Con Fernández Fernández vuelve la alegría”, eran algunas de las consignas.
Alberto hizo foco en uno en particular que pedía que se pare con los desmontes. Por eso arengó a cuidar el planeta y frenar los desmontes, al tiempo que le exigía ser inflexible en ese tema a Leavy para cuando sea gobernador. Esta mención hace referencia a que en Salta en las dos últimas décadas se desmontaron más de un millón de hectáreas.
Para cerrar el acto Fernández expresó que “muchos argentinos creyeron en Macri, en sus promesas, y hoy se sienten estafados. Acá no se trata de dividir argentinos, se trata de unirnos, abrazarnos para que Argentina se ponga de pie y todos caminemos para el mismo lado”.
“Los abrazos, les doy la gracias por venir, solo le pido que me ayuden, porque al país lo vamos a construir entre todas y todos”, terminó eufórico.
Desarrollar el Noa
Antes de las palabras de Fernández, Sergio Leavy lo presentó: “Alberto, sos la esperanza de millones. Vamos a sufrir algunos meses, ojalá que pocos. Pero con tu visión buscando consenso vamos a arrancar como país, encender la economía y lograr que el pueblo viva feliz”.
También garantizó que con el nuevo presidente se concretará una serie de obras de infraestructura por las que ya firmaron un preacuerdo en Santa Fe y servirán “para desarrollar el Noa y conectar la región con el mundo”.
Por último se refirió a las próximas elecciones nacionales y provinciales: “De diez legisladores que tiene Salta en el Congreso vamos a conseguir seis. Y Macri y Sáenz quieren que gane Cambiemos el próximo domingo la provincia, pero nosotros vamos a reventar las urnas de votos del Frente de Todos".