La actividad turística es una de las pocas que se mantiene a flote en el actual contexto recesivo. Mientras que el PBI acumuló en la primera mitad del año una contracción del 2,5 por ciento anual, la actividad de hotelería y hospedaje creció 1,5 por ciento, según un informe de la consultora Ecolatina. Sin tener en cuenta las ramas de actividad beneficiadas por la cosecha récord, la hotelería fue el sector que más creció en el segundo trimestre de 2019. Dicha dinámica obedeció a la fuerte depreciación del peso que abarata en términos relativos los destinos nacionales frente a los internacionales, incentivando la llegada de turistas extranjeros y promoviendo, en el caso de residentes, la sustitución de destinos en el exterior por locales.  En los primeros siete meses de 2019 la cantidad de noches que se hospedaron los viajeros no residentes en el país creció más de 15 por ciento anual, mientras que las pernoctaciones de argentinos cayeron 2,3 por ciento.