Pese a recibir un apoyo contundente de su parte, Raúl Garo no le contó ayer a media mañana al presidente de la Cámara de Diputados, Antonio Bonfatti, que el gobernador Miguel Lifschitz le había pedido el miércoles que abandone -tras nueve años- su puesto de presidente del directorio del Aeropuerto Islas Malvinas (AIR). Se guardó la novedad y luego aceptó su salida. "Esperaba un desplazamiento", se limitó a decir más tarde el ex funcionario, en diálogo con Rosario/12. La provincia analiza por estas horas modificar el consejo directivo de la terminal, pero mantendrá como hasta ahora la administración estatal. Lo sustituirá Matías Galíndez, titular de la empresa de transporte La Mixta.
Garo estaba en el medio de turbulencias desde hace varios meses. Por un lado, y no es algo menor, el AIR tuvo un crecimiento exponencial de la cantidad de pasajeros en vuelo. Pero por el otro, comenzó a ser puesta en tela de juicio la infraestructura de la estación aérea para atender de manera satisfactoria semejante evolución. Y ahí aparecieron las falencias. Falta de mantenimiento del predio, la decisión de cerrar una de las calles de rodaje y el lobby feroz de un sector empresario local por modificar el organigrama del directorio, que hoy administra el gobierno provincial. "Estaba con bastante carga con respecto al último trayecto de mi gestión en el aeropuerto", admitió el ex funcionario socialista. Las críticas más fuertes partieron del sector privado del turismo, que hicieron público su malestar.
Pese a que algunos legisladores ya sabían que Lifschitz le pidió la salida el miércoles, Garo eligió el silencio y recibió de brazos abiertos el apoyo de los diputados. "En la reunión no dijo nada, se movió como si nada", confió un diputado no frentista a Rosario/12. Bonfatti había realizado una movida no menor para respaldarlo, ya que junto a gran parte de la Cámara Baja lo fueron a visitar en masa. Estuvieron Luis Rubeo, Rubén Galassi, Héctor Cavallero, Jorge Henn, Carlos Del Frade, Ariel Bermúdez, Verónica Benas, Alicia Gutiérrez, Clara García, Eduardo Di Pollina, Mercedes Meier y Gabriel Real.
Es decir, de diversos partidos, socialistas, radicales, peronistas y de izquierda. Hasta la democracia progresista. "Analizamos las obras en marcha y las presentadas en el proyecto del nuevo aeropuerto", explicó Bonfatti a través de un comunicado y valoró que "los aeropuertos de Rosario y Santa Fe pertenezcan a la órbita del Estado provincial". Garo, que anunciaría su renuncia minutos más tarde, devolvió: "Queríamos que los legisladores tomen conocimiento y puedan expedirse sobre la importancia de que el aeropuerto se siga manteniendo bajo el dominio del Estado, porque consideramos que es y debe ser un servicio público".
Así como lo echó, Lifschitz ya decidió el nombre del reemplazante de Garo. Por el momento continuarán dentro del directorio Agustín Lezcano (en representación del empresariado) y Oscar Borra (Municipalidad). Pero no se descarta que, junto al ingreso de un nuevo líder, haya una reconfiguración en el organigrama del área directiva de la terminal. El gobernador recibió la semana pasada, casi en secreto, a la comisión asesora del Islas Malvinas, particularmente al sector privado que la integra. Allí confió que planifica una revisión del organismo. Arrancó rápido, con la designación de Galíndez, que pasará de la gestión del transporte terrestre al aéreo.