Gran dilema se le presentó al Gallardo e impetuoso Enzo Alonso: consiguió tener una cita romántica con la bella Mora justamente para el sábado pasado, el día del hincha de River. No sabía qué hacer Enzo, no podía faltar ni a la cita ni al festejo. Para colmo River jugaba en La Plata y ella vivía en Zárate. Como buen Matador Kempes que era, le dijo: "Vos fumá en Pipa Higuaín que voy a poder hacer las dos cosas. Iré a ver a River a la tarde y a la noche voy a Berti a vos, Reinaldi mía, quiero ser tu Príncipe Francescoli y que vivamos como Reyes en mi Palacios. Sí, ya sé, soy un Troncoso para la poesía. Pero yo te Amadeo con el Almeyda. Cada Díaz te quiero Más, estoy hasta el Cuello por Bou. Amo tus Gambardella, tu Crespo cabello, tu Bonano…".
Sería una Pena interrumpir la cita con una Minella que le hacía los Ratones Ayala, pensaba él. Ella estaba Sola, pero también Cabrera. No quería compartir el Amorone de Enzo con River. "Yo no soy ninguna Pavoni", se dijo. Tanto Mencho las Bologna para que salga con él y, ahora que acepté, ¿me deja Alzamendi y Solari? ¿Está en Pedernera? No me voy a tragar el Saporitti. ¡Que se haga la del Mono Burgos!, pensó.
Después del partido de River con Gimnasia, Enzo se subió al Ford Falcao y se Marchetti más veloz que Saeta Di Stéfano y se perdió en Labruna. Quiso dar Batalla. Al llegar a su Houseman, abrió la Caniggia y se pegó una Duchini. Luego se puso crema Ponzio y Perfumo para la ocasión. Se recortó la Barboza. Se puso la camisa Grisetti, el pantalón Moreno y, encima, el saco Armani que había comprado en Casa Muñoz. Con el Casco y ya en la moto, fue a buscarla a Zárate. Ayala llevó a un Barovero de un Gallego algo Gordillo y se tiró el Lanzini, sin saber si Aimar de fondo.
"Mora, vos Yácono cés que no soy ningún Vaghi, y por tu amor, la Lucho González hasta el final. Usted Sabella que la quiero, que es mi Angel y que mi Saviola piensa siempre en Zuculini. Nunca me Borré y aceptaré Luque venga, le seré siempre Franco y jamás le rompería los Scocco". Enzo Lollo gró. Mora aceptó ir a su Cuevas. Aunque estaban medio Corti de dinero -ya que estaban a Funes de mes- fueron al Mercado Chino Garcé, se hicieron alto Ghiso y, además, Comelles unas Pizzi y un Chori Domínguez con Mostaza y Huevo Toresani.
Se Comizzo hasta la última miga que había en el Pratto. Y después, con Lux apagada, Enzo fue un Puma Morete en la Camaratta, metió 2 goles con la pelota naranja y al final, llegó el Trezeguet. No hubo Martínez Quarta porque tampoco él es una Máquina. Pero seguro tuvieron ambos una Buonanotte, como aquella del Superclásico en el Estadio Bernabé. Así festejaron de manera Monumental el Díaz del Hincha de River 9 horas Más sin Cesarini, hasta el Domingo.