En julio se perdieron 106.400 empleos registrados respecto a doce meses atrás, según el reporte del Ministerio de Producción y Trabajo. El documento señala que en julio se contabilizaron 12.107.069 trabajadores formales, un 0,9 por ciento por debajo de mismo período de 2019, con lo que enlaza once meses consecutivos de caídas. Las estadísticas elaboradas por la Secretaría de Trabajo evidencian que la persistente crisis de empleo es acompañada además por una baja en la capacidad de compra de los salarios. “En términos reales, teniendo en cuenta el efecto de la variación del nivel de precios, en julio de 2019 la remuneración real promedio cayó 4,3 por ciento frente a igual mes del año anterior”, señala el reporte.
La caída interanual más profunda en puestos registrados se dio en la industria manufacturera, con el 4,7 por ciento (54.000 puestos menos), seguido por el comercio y reparaciones, con 3,8 por ciento (44.100 puestos menos), producto del desplome de la demanda interna y la apertura comercial.
El ministro de Producción, Dante Sica, había asegurado que el cierre de empresas no era un problema, porque en el balance del día había apertura de firmas que compensaban a las desaparecidas. Sin embargo, el cierre de empresas (o unidades de negocios de estas) están vinculadas al sector manufacturero –muchas de primera líneas, como Ledesma, Loma Negra, Zanella, La Campaganola, Alpargatas, Alba, entre otras-, que son generadoras de empleo de calidad. La creación de empresas está vinculada a firmas de servicios con escaso impacto en el empleo. De acuerdo con los registros del Sistema Integrado Previsional Argentino, el empleo industrial retrocedió en 43 de los 44 meses de gestión Cambiemos.
Frente a junio de 2019 el total de trabajadores registrados se mantuvo estable, señala el informe. En el caso de los asalariados registrados del sector privado, hubo una pérdida interanual de 131.000 empleos (-2,1 por ciento). En el sector público hubo un aumento de 23.200 puestos (0,7 por ciento), pese al discurso oficial de reducir la cantidad de empleados públicos. También hubo reducción de monotributistas, de 10.600 puestos (-0,7 por ciento).
Si se analiza por sector, sólo cinco de los catorce relevados tuvieron algún tipo de crecimiento en sus plantillas. “Los aumentos se dieron en Explotación de minas y canteras (4500 puestos), Pesca (700), Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (6200), Enseñanza (4100) y Suministro de electricidad, gas y agua (300)”, advierte el informe. El resto de los sectores presentó variaciones negativas y, en algunos casos, más abultadas por ser mano de obra dependiente. En el sector industrial se perdieron en el último año 54.500 puestos, seguido por Comercio y Reparaciones (-44.100 empleos), Transporte y comunicaciones (-18.200), Construcción (-11.700), Actividades inmobiliarias y alquiler (-6200), Hoteles y Restaurantes (-5800) e intermediación financiera (-3300).
El informe está acompañado de la Encuesta de Indicadores Laborales, la medición que permite anticipar el comportamiento del mercado de trabajo registrado. Este apartado muestra que en agosto el empleo registrado del sector privado para el total de los aglomerados urbanos se contrajo 2,5 por ciento respecto a un año atrás. En el Gran Buenos Aires el empleo retrocedió 2,9 por ciento interanual y en el Total Interior del país la baja fue del 1,6 por ciento.