El Ministerio de Trabajo informó ayer que durante 2016 se destruyeron 43.609 puestos de trabajo registrados en el sector privado. Los datos del Sistema Integrado Provisional Argentino (SIPA) revelan una caída del 0,7 por ciento en diciembre contra el mismo mes del año anterior. La construcción y la industria manufacturera son los sectores con mayor peso a la hora de explicar la merma en el empleo. Los últimos datos publicados por el Indec sobre ambos sectores exponen la ausencia de motores de crecimiento que permitan quebrar con la tendencia contractiva e impulsar el nivel de ocupación. A lo largo del año pasado la dinámica declinante del sector privado fue parcialmente compensada por la incorporación de trabajadores públicos en los ámbitos provinciales y municipales que subió 0,9 por ciento. También aumentó el universo de monotributistas, un 2,8 por ciento en el año. Los registros administrativos publicados ayer por la cartera laboral muestran que a lo largo de los últimos meses el proceso de destrucción masiva de empleo asalariado formal está frenado, pero esos datos no exhiben indicios de una recuperación como la que promociona la Casa Rosada.
La Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) mostró en enero una leve mejora de 0,4 por ciento frente al mes anterior y una caída de 0,5 por ciento frente al mismo mes del año pasado. Los funcionarios de la cartera laboral afirman que la EIL ofrece el mejor anticipo para el comportamiento del mercado de trabajo registrado. Las cifras para diciembre habían mostrado una caída mensual de 0,5 por ciento y una merma interanual de 0,7 por ciento. La industria manufacturera continúa liderando las caídas con una baja mensual de 0,2 por ciento y una contracción interanual de 4,8 por ciento mientras que la construcción mostró una suba mensual de 3,7 por ciento y una caída de 2,9 por ciento.
Después de la intensa caída observada en el primer semestre, los registros administrativos del SIPA muestran una situación estabilizada para el empleo registrado en el sector privado sin que se adviertan fuentes claras para una recuperación. Los datos mensuales desestacionalizados muestran leves variaciones que no mueven el amperímetro del empleo. La variación mensual arroja un alza de 4854 empleos, 0,1 por ciento. En ese escenario, las caídas interanuales comenzaron a reducirse o transformarse en alzas marginales pero no alcanzan para dar forma a una recuperación. Durante 2016 se contabilizó una merma de 43.609 empleos asalariados registrados frente al mismo mes del año anterior, una caída de 0,7 por ciento. Hasta julio, la contracción desde que empezó el gobierno de Cambiemos era de 132 mil empleos.
De acuerdo a los datos del SIPA, los sectores más importantes a la hora de explicar la caída en el empleo fueron las industrias manufactureras y la construcción que retrocedieron 3,8 y 3,6 por ciento respectivamente. Las mayores pérdidas de puestos de trabajo registrados se dieron en las actividades metalmecánicas, incluyendo la automotriz, pero la disminución alcanzó a los sectores de alimentos y bebidas, las industrias textil y del cuero así como edición e impresión. Sin embargo, la actividad que mostró la variación más relevante durante el primer año de gestión de Mauricio Macri fue el de explotación de minas y canteras que se contrajo 6,3 por ciento a pesar de la eliminación de las retenciones determinada a comienzos del año pasado para impulsar al sector.
Desde el Cifra advierten que “la recesión económica y los cambios impulsados en la economía tuvieron consecuencias muy negativas para los trabajadores: pérdida de poder adquisitivo del salario, disminución del empleo e incremento de la desigualdad”. De acuerdo a sus estimaciones, en el sector privado se destruyeron alrededor de 128.000 puestos de trabajo registrados entre el 4° trimestre de 2015 y el 3° trimestre de 2016. Los datos representan una caída de 2 por ciento para ese tipo de empleos, en un período en el cual la actividad económica se redujo 3 por ciento en términos desestacionalizados. “Si bien en los últimos meses del año las reducciones fueron de menor magnitud, no es posible afirmar que se hayan detenido”, señalan los investigadores del centro que depende de la CTA.