Más política y menos CEOcracia. Los radicales no lo dijeron en esos términos pero esa fue la idea que atravesó el primer día de la cumbre que realizaron en Villa Giardino, Córdoba. En ese tono, los principales dirigentes de la UCR de todo el país le hicieron una advertencia a sus socios del macrismo con vistas a un año electoral clave para la supervivencia de Cambiemos: “No hay espacio para más errores”, avisó el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, uno de los dos caciques que dominan el partido y uno de los oradores centrales de la jornada que terminará hoy al mediodía. La reunión se produjo en un contexto de creciente malestar de un sector del partido encabezado por el diputado Ricardo Alfonsín y el histórico dirigente alfonsinista Juan Manuel Casella por la falta de diálogo al interior de la alianza de gobierno. “Le hace falta radicalismo a Cambiemos”, aseguró ayer Alfonsín, quien no viajó hasta Córdoba.

Diputados, senadores, gobernadores e intendentes radicales de todo el país se concentraron ayer en la provincia gobernada por el peronista Juan Schiaretti. Fue un encuentro para marcar posición de cara al año electoral, enviarle un mensaje a sus aliados y preparar el terreno para la Convención Nacional que definirá la estrategia electoral, prevista para el 3 de abril en La Plata. Con las diferencias internas cada vez más presentes, el titular del Comité Nacional buscó ayer mostrar los roces como una virtud: “Somos el único partido popular capaz de generar estas instancias de debate en el marco de un año electoral”, señaló José Corral, al inicio de la cumbre. “Vamos a discutir la agenda del Parlamento, donde nuestros diputados y senadores llevan adelante un papel fundamental para dotar de herramientas al Gobierno que le permitan llevar adelante buenas políticas públicas”, remarcó Corral, intendente de la ciudad de Santa Fe y uno de los posibles candidatos a Diputado Nacional en esa provincia.

La actividad se dividió en distintos paneles y contó con unos 500 participantes, entre los que se encontraba el ex ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay. Fue la reaparición del funcionario en un acto político luego de su salida del gabinete a fin del año pasado.

Los protagonistas de la jornada fueron, además de Corral, el gobernador Morales, los jefes de los bloques legislativos, el diputado Mario Negri y el senador Ángel Rozas, el presidente del Foro de Intendentes radicales Ramón Mestre, la titular de la Convención Lilia Puig de Stubrin y el anfitrión el intendente de Villa Giardino, Ambrosio Ferreyra.

“La UCR tiene una necesidad histórica de devolver la política al Gobierno nacional, para cuidar al gobierno, pero también para cuidar al Presidente (Mauricio Macri), a nuestro propio partido y al proyecto de Cambiemos”, remarcó Morales, uno de los caciques radicales que ha tenido más de un encontronazo con el Presidente. A contramano de la voluntad del PRO, el gobernador jujeño armó en su provincia una alianza que lleva al Frente Renovador de Sergio Massa entre sus principales integrantes. En una línea similar a la que plantea el sector de Alfonsín, Morales destacó la necesidad de que el radicalismo “forme parte de la matriz de las decisiones de gobierno” y aseguró que “del resultado de las elecciones de octubre dependerá el escenario del 2019”. “Tenemos que ganar para que no vuelvan los que se robaron todo”, remató para ratificar su condición de antikirchnerista furioso.

Negri, que también es jefe del interbloque Cambiemos en la Cámara baja, fue otro que marcó diferencias. Aunque para él el balance del primer año fue “absolutamente positivo”, reconoció que “cuando los errores se convierten en evitables, desgastan a cualquier gobierno”. “La UCR no puede ser una conformación de tribus, tenemos que estar todos juntos para ayudar a corregir errores. Es necesario hacer una autocrítica para tratar de entender el momento histórico que nos toca dirigir”, pidió Mestre intendente de Córdoba.

En este contexto, en el cierre de hoy se darán a conocer dos documentos antagónicos. Uno planteado por el sector “rebelde” de Alfonsín, representado por el histórico dirigente alfonsinista, Juan Manuel Casella.

Casella afirmó que su espacio “acepta” la sociedad política del radicalismo en Cambiemos “en la medida que el partido preserve su identidad, que no se diluya o se reduzca a un línea interna del PRO”. “Noso- tros hemos constituido una coalición exitosa a nivel electoral con Cambiemos, pero que no se ha convertido en una coalición de gobierno porque no hay un ámbito de discusión, porque se toman medidas de que no se consultan previamente y eso implica la falta adecuada de visión política y social que, entre otras cosas, ha generado un ciclo de errores hemos vivido en estos últimos tiempos”, observó Casella. La lista de “errores” incluye la quita de retenciones a la minería, los tarifazos sin audiencia pública y más recientemente la modificación del aumento a los jubilados y la escandalosa quita de deuda al Grupo Macri, entre otras medidas que provocaron marchas y contramarchas.

Antes de que arrancara la actividad, Alfonsín marcó posición: afirmó que a Cambiemos “le hace falta radicalismo” y aseguró que “muchos errores que después se enmendaron no se hubieran cometido”. El ex candidato presidencial mostró además su preocupación por el destino de la UCR: “Si no le va bien a Cambiemos, podemos pagar un costo político del que sería muy difícil recuperarse”, alertó.