Un joven murió baleado por policías de la Ciudad. La versión de los uniformados es que los que atacó con un cuchillo cuando realizaban una diligencia judicial en el barrio porteño de Villa Crespo. Según testimonios de vecinos, hay algo que no concuerda. De hecho, los tres policías quedaron detenidos a disposición del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 49, a cargo de Ángeles Mariana Gómez Maiorano, y del fiscal Marcelo Retes.
El hecho ocurrió este mediodía en Malabia al 900, entre Castillo y Jufré, hasta donde los uniformados de la comisaría 15B de la Policía de la Ciudad llegaron a bordo de un patrullero para realizar una diligencia judicial.
El oficial primero Ramón Pérez conducía el vehículo en el que era acompañado por una inspectora y otra compañera. Según la versión policial, al llegar a ese lugar, el oficial estacionó el móvil para concretar una notificación judicial y minutos después un joven, cuya identidad no fue dada a conocer, descendió de un auto que frenó detrás.
El muchacho, según esa versión, tenía sus manos ensangrentadas y portaba una navaja, tras lo cual sin mediar palabra atacó a Pérez a través de la ventanilla del lado del conductor, que estaba baja. El oficial, que resultó lesionado en un brazo, efectuó un disparo e hirió a su agresor, quien se retiró unos metros, pero luego regresó para intentar agredir a la inspectora que estaba en la vereda.
La versión policial sostiene que la mujer policía efectuó tres balazos pero el automovilista no depuso su actitud. "Ya en el piso se trata de levantar tres veces más, estaba como sacado este hombre, hasta que finalmente le dan un disparo que lo termina matando", dijo uno de los investigadores.
Otras versiones dudan de que el joven haya estado ensangrentado previamente. Algunos vecinos aseguraban que lo conocían, que trabaja como chofer de una ART. Y sostienen que siempre estacionaba el auto en doble fila, como lo había hecho este mediodía, para trasladar pacientes a la clínica que se encuentra a la vuelta.
Otros testimonios lo describieron como "un muchacho trabajador, tranquilo, no tenía ningún tipo de antecedentes".
El joven, vestido con zapatillas, pantalón de jogging negro, buzo gris con capucha y campera azul, quedó muerto boca abajo en el medio de la calle Malabia.
Una ambulancia del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME) arribó al lugar y trasladó al oficial Pérez al hospital Churruca de Parque Patricios, aunque su salud no corría peligro.
El personal secuestró en el lugar una navaja curva con una hoja de 12 centímetros de largo que será peritada para determinar si fue la utilizada por el fallecido para cometer el ataque. Los investigadores procuraban determinar las circunstancias de la muerte y la jueza Gómez Maiorano dispuso la detención de los tres policías y el secuestro de sus armas reglamentarias calibre 9 milímetros.
La última intervención con repercusión en medios y redes de la Policía de la Ciudad fue la muerte de un hombre por una patada de un motociclista de la policía porteña, y cuya muerte el policía y sus colegas intentaron encubrir mintiendo a la propia investigación judicial.