En base a datos suministrados por la Cámara de empresas al frente del Ministerio de Energía, se comprueba que del total de la potencia instalada adjudicada por el Plan Renovar , un 92 por ciento ha ido a parar a compañías extranjeras. Hilando fino observamos que un 45 por ciento fue exclusivamente para empresas chinas y españolas -sea directamente como asociadas a otras adjudicatarias-, mientras que el restante 55 por ciento se repartirá en aproximadamente unas 16 empresas de diversos países (incluyendo argentinas), porcentaje que de ninguna manera significa que los equipos de generación por ellas provistos vayan a ser fabricados en nuestro país. De hecho, todo lo contrario. ¿Y qué hay de la industria nacional? Solo un 8 por ciento se destinaría a la única empresa que podría llegar a incorporar equipamiento nacional, aunque si consideramos lo acordado durante el gobierno de Cristina Kirchner, ese porcentaje cae al 5,9 por ciento. Hablamos de Arauco SAPEM, propiedad del gobierno de La Rioja y de Enarsa.
Al ajustar la lupa sobre las principales empresas ganadoras de las adjudicaciones, se advierte que las firmas originarias de la República Popular China se llevaron la mayor parte, seguidas de las españolas. En energía eólica, la china Envision capturó 185 MW de los 708 MW adjudicados en la primera ronda, mientras que Sinohydro Corporation 100 MW en la segunda ronda. Es decir, del total de 1.472 MW de potencia eólica adjudicada, dos empresas chinas se adjudicaron 285 MW, esto es, un 19 por ciento. Debajo, siguieron la española Isolux Ingeniería S.A. con 198 MW, la argentina Arauco SAPEM (gobierno de La Rioja y ENARSA) con 195 MW y Genneia (Jorge Brito y fondos de inversión PointState Argentum LLC, LAIG y Fintech Energy) con 178 MW. Finalmente, tenemos a EMESA (empresa provincial de energía de Mendoza), con apenas 50 MW.
En cuanto a energía solar, de los 916 MW adjudicados, 300 MW fueron para la empresa provincial de energía de la provincia de Jujuy, JEMSE, asociada a las firmas chinas Power China, Shanghai Electric y Talesun, las cuales proveerán la tecnología, los componentes electromecánicos y las obras civiles de infraestructura, incluyendo los montajes electromecánicos asociados (ver bibliografía). Debajo, figuran las empresas españolas (Fielfare, Isolux y Colway 08) con 194 MW en total y las chinas SoEnergy International con 35 MW y JinkoSolar Holding con 80 MW. Entre participaciones directas e indirectas (a través de JEMSE), China se lleva en solar 415 MW o un 45 por ciento del total adjudicado. Mucho más lejos, EMESA con 94 MW.
Finalmente y sobre la participación “nacional” debemos aclarar lo siguiente: 1) JEMSE (Jujuy), se asociará con inversores chinos; 2) EMESA (Mendoza), hará lo propio con inversores canadienses (para solar), mientras que en eólica aún no se conoce la procedencia. Aparente y paradójicamente, la mendocina Industrias Metalúrgicas Pescarmona S.A. (IMPSA, fabricante nacional) entrará con apenas 24 MW en el Parque El Sosneado II; y 3) De las empresas estatales adjudicatarias del Renovar queda por tanto, Arauco SAPEM, propiedad del gobierno de La Rioja (75 por ciento) y ENARSA (25). Un poco de historia. El Parque Eólico Arauco operado por esta empresa está ubicado en la provincia de La Rioja. Fue inaugurado en dos etapas, la primera en 2011 y la segunda en 2014, que en conjunto suman una potencia instalada de 50,4 MW; sus equipos fueron fabricados por la empresa argentina IMPSA en sus plantas de Brasil (primera etapa) y de la provincia de Mendoza (segunda etapa).
Como fuera mencionado, Arauco SAPEM se adjudicó un total de 195 MW sumando la primera y segunda ronda del Renovar . En función de su compromiso con la industria nacional, es esta empresa la única que podría aportar con tecnología fabricada en el país (suponiendo EMESA no lo haga con IMPSA). De hecho, Arauco SAPEM ya había suscripto un acuerdo con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y con CAMMESA para la expansión en 52 MW del parque eólico citado, expansión que fue incluída en el Renovar . De esta forma, el parque alcanzará 102,4 MW, de los cuales, al decir de Fernando Carbel, titular de la firma que gestiona el complejo eólico, la “totalidad de los equipos (instalados y pronto a instalarse) fueron fabricados por la empresa mendocina IMPSA y las torres producidas por Metalúrgica Calviño. Actualmente alrededor de 30 PyMEs trabajan para el desarrollo de esta nueva etapa de Arauco”. En definitiva, la única participación genuinamente nacional hasta ahora es esta empresa de propiedad mixta entre la provincia y ENARSA.
Resumiendo -y también ajustando la lupa-, si de los 195 MW, 52 MW vienen de la gestión anterior, el Renovar sólo estaría habilitando 143 MW nuevos a la industria nacional o, si se prefiere, a la empresa que más se comprometió a incluirla en esta aventura de las energías renovables intermitentes. ¿A qué porcentaje del total de potencia instalada adjudicada por el Renovar en 2016 equivalen estos 143 megas? Al 5,9 por ciento. Un verdadero atentado, porque la industria nacional se encuentra en condiciones de participar en la totalidad de los proyectos y con un alto grado de integración de componentes nacionales, que en algunos casos podría alcanzar una base mínima de 60% y en otros superior al 90 por ciento. Es más, podría incluso hasta construir 200 MW de eólico llave en mano por año.
El Plan Renovar no puede escapar a la lógica de una Argentina “granero del mundo” impuesta desde la Casa Rosada. Y no sólo a esta “lógica”: para el fundamentalismo ambiental y la Cámara de empresas privadas nacionales y multinacionales del petróleo y la electricidad en poder del ministerio de Energía, la industria nacional, la ciencia, la tecnología y el empleo argentinos no sólo no son ninguna prioridad, sino que resultan un estorbo, pues por un lado tienden a subir los precios promedios de las licitaciones, lo cual encarece los proyectos y exige mayores subsidios (recordar que el Renovar nos cuesta 5.000 millones de dólares). Y por el otro, más industria nacional es mayor consumo de electricidad y gas natural (combustibles fósiles), es más empleo y más consumo; en pocas palabras, mayores emisiones de dióxido de carbono, que es justamente lo que se quiere evitar aunque paradójicamente el Renovar premie a China, la nación que más gas de efecto invernadero libera a la atmósfera. Solo para comparar: lo que la potencia emite de CO2 en una semana, la Argentina lo hace en un año.