“Argentina perdió 30 o 40 de competitividad y repite las políticas de los ‘90 con el retraso cambiario e incluso la Tablita de Martínez de Hoz, cuando se hacía convivir una inflación muy alta y un tipo de cambio rezagado”. Las declaraciones no son de un opositor del macrismo, que se siente incómodo con la apreciación real de la moneda y el mega endeudamiento necesario para financiar el proceso. Son palabras de Federico Sturzenegger de mayo de 2013, cuando se quejaba de las dificultades para exportar debido el aumento de los precios internos y los costos en dólares. Cash revisó el archivo para conocer cómo está hoy la competitividad cambiaria, es decir el nivel del tipo de cambio real respecto de comienzos de 2013. La sorpresa es que no sólo no hubo un aumento sino que el tipo de cambio real se encuentra más apreciado que en ese momento. Pero para el equipo económico ya no es un problema. “Con el dólar a 16 la economía puede trabajar adecuadamente”, dijo esta semana el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Sturzenegger convalidó la afirmación en un evento de ejecutivos el jueves.
Los indicadores cambiarios del Central permiten conocer cómo evolucionó mes a mes el tipo de cambio real multilateral a partir de enero de 2002. En mayo 2013, cuando se pedía devaluación del 40 por ciento, la competitividad cambiaria era 15 por ciento más elevada que en febrero de 2017. Empleando como base 100 el 17 de diciembre de 2015, según la metodología del Central, el tipo de cambio real multilateral se ubica ahora en 86 puntos, cuando era de 99 puntos al comienzo de 2013. La paridad debería ubicarse hoy en unos 140 puntos si Sturzenegger hubiera cumplido con lo que decía como opositor hace cuatro años.
El principal argumento para justificar la devaluación hace algunos años era la dificultad para las empresas exportadoras, en particular, economías regionales. Sturzenegger, Dujovne y todo el elenco de consultores de la city repetían la necesidad de corregir la cotización de la moneda. “El Gobierno se ha desviado del tipo de cambio alto que creaba empleo. Ya no hay crecimiento del empleo, hay desempleo, y las exportaciones industriales caen fuerte si se deja afuera a la de automóviles”, advertía el actual presidente del Central en 2013. Esas declaraciones parecen de otro planeta si se revisa qué paso con el intercambio comercial en los últimos meses. El Indec informó que las exportaciones manufactureras se ubicaron en 17.955 millones de dólares en 2016, con un retroceso del 6,6 por ciento respecto de 2015. Calzado y sus partes disminuyó 33 por ciento, textiles (-23 por ciento), maquinaria (-9) y metales (-6).
El tipo de cambio real multilateral toma en cuenta no sólo el dólar sino el resto de monedas de países que tienen relevancia para el intercambio comercial de Argentina. Usarlo no es una elección arbitraria de esta columna para forzar las interpretaciones, tarea en la que el Central demostró audacia notable en los últimos meses, sino que siguió los consejos del propio presidente de la autoridad monetaria. “Se tiende a poner un énfasis particular en la relación peso-dólar. Sin embargo, nosotros encontramos que esta relación, desde el punto de vista de nuestro comercio exterior, es bastante poco relevante. Más aún en momentos como este, en que el dólar cambia de valor bastante significativamente respecto del resto de las monedas en conjunto. En este mundo globalizado, el tipo de cambio que hay que mirar es el tipo de cambio multilateral, una suerte de combo que toma en cuenta todas las monedas relevantes para nuestro comercio. O mejor aún, el tipo de cambio real multilateral, que corrige por la evolución de los precios domésticos”, afirmó Sturzenegger en la semana.