La Unión de Trabajadores de la Tierra junto a otros pequeños y medianos productores hicieron un Alimentazo en Plaza de Mayo. Allí pusieron a la venta, a precios accesibles, 40 mil kilos de frutas, verduras, pan, harina, yerba y otros alimentos de consumo diario. Quinteros, cooperativas agropecuarias y redes de almacenes de los movimientos sociales buscaron mostrar así su capacidad de producir y comercializar a precios populares. La feria tuvo como consigna “Por un modelo que produzca alimentos accesibles y sanos”. En la plaza, desde que llegó el primer camión, hubo colas para hacer las compras.
Silvio Antinori llevó al Alimentazo harina a 20 pesos el kilo, elaborada por la cooperativa agropecuaria de Arsmstrong (Santa Fe). En los supermercados, el mismo producto está a entre 24 y 56 pesos. "Este modelo está agotado: a nadie pueden quedarle dudas de que es excluyente, pensado sólo para la exportación. Ahora sólo queda nada más que esperar a que se vayan, pero lo van a hacer dejándonos una deuda feroz e índices de pobreza y desempleo de terror. La frutilla del postre es que a dos meses de terminar, el Gobierno haya tenido que sancionar la emergencia alimentaria en un país como la Argentina, que tiene características de producción entre las mejores del mundo y una población reducida", dijo a PáginaI12 el productor, que es uno de los referentes de Fecofe, una federación que agrupa productores de Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, Buenos Aires, La Rioja y Misiones. Todos integran la Federación Agraria, pero en oposición a su actual conducción, afín a Cambiemos.
¿Qué le reclaman al Estado? Un modelo "que no tenga al sector financiero como centro, sino al mercado interno", respondió el dirigente. Su Federación firmó hace diez días un acuerdo con la UTT para garantizar alimentos a precios accesibles. Los están comercializando en los almacenes que la UTT tiene en el AMBA y, en el caso del interior, en supermercados cooperativos. Aunque por la dificultad de mantener la cadena de frío no llevaron leche al Alimentazo, la producción de lácteos está incluida dentro de la canasta.
"Los pequeños productores somos los que alimentamos al pueblo y podemos seguir haciéndolo a precios populares si el Estado tiene políticas activas", planteó a su vez Nahuel Levaggi, el referente de la UTT. Los quinteros llevaron verduras de los cinturones hortícolas cercanos, como el de La Plata, y parte de la fruta que están trayendo desde las economías regionales a Buenos Aires, como las bananas de Salta.
También estuvieron representantes de la comunidad diaguita, que producen vinos. La Red de Almacenes Populares Buen Vivir montó una mesa con otros productos de la canasta alimentaria -fideos, aceite, lentejas-, elaborados por empresas recuperadas o cooperativas de trabajo. Esta red también está vendiendo en estos días leche en las villas y asentamientos porteños a un precio de 3 litros por 90 pesos.
La Super Liga es una cooperativa del barrio de Flores que se encargó de los panificados: ofreció pan de campo a 50 pesos, y una promoción de dos prepizzas al mismo precio. Sus integrantes contaron que llevan un año trabajando en el rubro: "Empezamos tres pibes vendiendo pan social y ahora somos doce y con un reparto fijo", contó Claudio, que aseguró que aunque son militantes, se piensan como una fuerza económica. Los panes se vendieron a una velocidad vertiginosa, como casi todo lo que se ofreció en la plaza.
La protesta no fue la primera de este tipo. En los últimos dos años se vienen sucediendo verdurazos, panazos, frutazos y yerbatazos, en reclamo de que el Estado implemente medidas que los contengan e incluyan en el sistema. Muchos de los protagonistas de esas movidas han confluido en el Foro Agrario Soberano y Popular, que les permitió unir fuerzas y delinear propuestas de políticas públicas, que volcaron a un programa que presentaron a los candidatos presidenciales. Con un país con más de 14 millones de pobres y en emergencia alimentaria, el Foro busca asentarse como referencia de que es posible construir otro campo. Además de la feria en la Plaza de Mayo, el Foro realizó protestas similares en más de veinte ciudades del país.