Luego del furor de la serie de HBO, la sala de control de la planta nuclear de Chernobyl se abrirá para visitas turísticas. La radiación en la sala de la Unidad 4, donde se originó la explosión del reactor, es 40.000 veces superior a la normal y los visitantes deberán usar máscaras protectoras, trajes contra la radiación y sólo podrán permanecer en la habitación durante cinco minutos.
“La serie HBO aumentó el interés por Chernobyl. Ahora todo el mundo quiere ver más y vamos a satisfacer la demanda", aseguró Vitaly Petruk, jefe de la Agencia Estatal de Gestión de la Zona de Exclusión de Ucrania. Durante este año, 85.000 personas viajaron para conocer el lugar de la tragedia y, por esa razón, la agencia estatal decidió inaugurar 21 nuevas rutas turísticas y permitir el ingreso a la sala de control de la Unidad 4.
Para entrar en la habitación, los turistas deberán utilizar máscaras protectoras, trajes contra la radiación y botas industriales. Además, debido al alto nivel de radiación del lugar, sólo podrán estar ahí durante cinco minutos. Si bien los niveles de radiación en la zona tienden a concentrarse en las plantas y la tierra, el peligro dentro de la Unidad 4 es la radiación del polvo.
Yaroslav Yemelianenko, director de la empresa turística Chernobyl Tour, relativizó el peligro y afirmó que, si los viajeros realizan la visita de un día, sólo estarían expuestos a no más de 4 microsieverts, es decir, menos radiación de la que recibe un pasajero de un vuelo transatlántico.
El interés turístico en Chernobyl no es nuevo. El año pasado 72 mil personas visitaron la zona de exclusión y vieron la planta nuclear desde afuera. El tour de dos días que incluye la visita al interior de la planta tiene un costo de 499 dólares.
Sin embargo, Yury Bandazhevsky, un médico que se ha dedicado a estudiar el accidente nuclear, se opuso fuertemente al ingreso de turistas a la zona de exclusión. Según Bandazhevsky, el turismo en el lugar es un riesgo innecesario y advirtió que las fogatas realizadas por personas que acampen en la zona de exclusión pueden liberar grandes cantidades de partículas peligrosas.
Por su parte, en julio de este año el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, firmó un decreto para transformar la zona de exclusión en un punto turístico. El mandatario prometió crear un “corredor verde” para facilitar el acceso a quienes quieran visitar Chernobyl y Pripyat, el pueblo más cercano a la planta nuclear cuyos 50 mil residentes debieron ser evacuados después de la explosión.
El 26 de abril de 1986, ingenieros de la entonces Unión Soviética realizaron una prueba de rutina que, debido a una falla, causó la explosión de la planta nuclear que dejó un saldo de 31 muertos. El número de víctimas aumentó con el correr del tiempo debido a los efectos de la radiación. En 2005, un informe de la ONU estimó que los muertos por el desastre fueron 4 mil.
Las autoridades soviéticas evacuaron a los habitantes de Pripyat y a todos aquellos que estuvieran en un radio de 10 kilómetros de la planta. Los otros tres reactores continuaron en funcionamiento y el último fue detenido en el año 2000. Según la Escala Internacional de Eventos Nucleares (INES, según sus siglas en inglés), la catástrofe de Chernobyl fue clasificada de nivel 7, el de mayor gravedad por los “efectos considerables para la salud y el medioambiente”.