Organizada por la Agencia Córdoba Cultura a través del Teatro Real, la 12ª edición del Festival Internacional de Teatro Mercosur se realizará en la provincia de Córdoba del 4 al 12 de octubre. Creado en 2000 con la intención de reunir las expresiones teatrales provenientes de los países integrantes o asociados al Mercosur, al igual que en otros años, el festival presentará también obras provenientes de otras latitudes. Como sus mismos organizadores lo subrayan, este encuentro teatral retomó la impronta social que caracterizó al Festival Latinoamericano que la provincia mediterránea organizaba en los '80, ofreciendo como entonces funciones en la capital y en otras ciudades del interior y, además de presentar espectáculos de sala, llevando teatro a las calles y plazas, escuelas, hogares de ancianos y hospitales. Así, durante nueve días, unos 500 artistas realizarán más de 100 actividades en distintos escenarios de gran parte de Córdoba. Se presentarán obras de nueve países, en tanto que se esperan elencos de Buenos Aires, CABA, Santa Fe, San Juan, Chaco y Entre Ríos, además de las producciones de la provincia anfitriona.

Este viernes, la apertura del Festival coincidirá con La Noche de los Teatros, evento que ofrecerá más de 40 propuestas de la escena cordobesa independiente en distintos espacios de la capital y el interior. En esta jornada inaugural también estará presente la Comedia Cordobesa, conjunto teatral oficial que este año festeja su 60° Aniversario. Es por este motivo que durante el festival presentará cinco obras de su repertorio: Trílogo Filloy con dirección de Sergio Osses, un homenaje al autor cordobés Juan Filloy, Cabaret Carmona con dirección de Gastón Mori, El Avaro de Moliere con dirección de Willy Ianni, 6 Apartes con dirección de Victoria Monti y Verde que te quiero verde con dirección de Raúl Sánchez. En el mismo Teatro Real se presentará también Rancho, una historia aparte, con actores locales y dirección de Julio Chávez.

De las propuesta latinoamericanas, se destacan Una Gabriela Mistral entre líneas, obra de la Compañía de Teatro Patrimonial de Chile, que hará foco sobre la relación que mantuvieron la autora chilena, su pareja, la escritora norteamericana Doris Dana y el poeta Pablo Neruda; Teia, obra de la compañía brasilera Giro8 Cia de Dança, que reflexionará sobre cómo operan los mecanismos de control social sobre las relaciones humanas; y Chancho, espectáculo de los bolivianos Chalana Teatro, obra que habla de memorias y fantasmas familiares. Por su parte, México se hará presente con Papá está en la Atlántida, por la compañía Los Pinches Chamacos, sobre la historia de orfandad y de solidaridad de dos hermanos que emprenden un viaje para buscar a su padre a los Estados Unidos. Representando a Venezuela se verá Antígona, sobre textos de Griselda Gambaro y Margaritte Yourcenar, con dirección de Jerico Montilla; y a República Dominicana, El canta, yo cuento y ellos bailan, con dirección de Freddy Ginebra.

Corea del Sur presentará Tago, un recital con instrumentos de percusión tradicionales y contemporáneos. De Europa se espera a los valencianos de la Compañía Hongaresa de Teatre, quienes presentarán Piedra y Encrucijada, sobre la trayectoria teatral del director Paco Zarzoso; y a dos compañías italianas: la del performer ciego Gianfranco Berardi con ¡Yo trato de volar!, una suerte de autobiografía con textos y canciones y Compagnia Del Sole, con El código de vuelo, obra escrita e interpretada por Flavio Albanese, sobre Leonardo Da Vinci.

De CABA llegarán dos unipersonales: El equilibrista, con Mauricio Dayub y dirección de César Brie; y El mar de noche, con Luis Machín y dirección de Guillermo Cacace. También se espera Madre e hijo, la sombra de las palabras, de César Aira con dirección de Susana Rivero; Hombres y ratones, versión de Lisandro Fiks de la novela de John Steinbeck, con dirección de Gustavo Luppi y el propio Fiks. Y representando a la provincia de Buenos Aires, el autor Daniel Dalmaroni presentará bajo su dirección Un instante sin Dios, con Arturo Bonin y Nelson Rueda, obra de su autoría en la que un sacerdote de una iglesia de frontera debe considerar si aceptar o no una desmesurada donación de un poderoso empresario.