El mejor amigo y ex asesor oficial del presidente brasileño Michel Temer, el abogado José Yunes, reveló ayer que confesó ante la justicia que sirvió, sin saberlo, como un distribuidor de la corrupción pagada por la constructora Odebrecht al actual jefe de gabinete, Eliseu Padilha, y al ex presidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, preso en la Operación Lava Jato.
La bomba lanzada por Yunes pone en aprietos políticos y jurídicos al propio presidente Temer, ya que el dinero del que trata esta revelación había sido pedido por Temer en 2014, cuando era vicepresidente, al titular de Odebrecht, Marcelo Odebrecht, para las campañas del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB). Yunes contó que hizo las revelaciones el 14 de febrero ante el fiscal general de la República, Rodrigo Janot, durante entrevistas que dio a las revistas Veja, al diario Folha de Sao Paulo a las radios Jovem Pan y Bandeirantes. Por su parte, Padilha, hombre fuerte del gobierno, se tomó ayer licencia en el cargo hasta el 6 de marzo para operarse de la próstata aprovechando el feriado del carnaval. Es una baja momentánea en el gobierno luego de que, también alegando problemas de salud, renunció el jueves el canciller José Serra para volver a su banca de senador del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
Yunes, abogado amigo de Temer hace 50 años, renunció en diciembre al cargo de asesor de Temer luego de que un ejecutivo de Odebrecht, Claudio Melo Filho, delatara que el presidente le pidió en 2014 unos tres millones de dólares para campañas de su partido. Renunció para preservar al mandatario y echar las responsabilidades por el flujo de dinero ilegal en el jefe de gabinete. En las revelaciones que hizo al Folha de Sao Paulo y a Veja, Yunes dijo que en 2014 fue “mula” (como se califica a los entregadores de drogas) del jefe de gabinete, porque distribuyó, sin saberlo, sobres que contenían cientos de miles de dólares de los sobornos de Odebrecht. El destino de ese dinero incluido en un paquete, según Yunes, era para pagarle a 140 diputados para que votaran a favor de elegir a Cunha, actualmente preso, presidente de la Cámara de Diputados, cargo desde el cual motorizó la salida del PMDB de la alianza con el Partido de los Trabajadores (PT) y el juicio político a la entonces presidenta Dilma Rousseff.
El contexto es el siguiente: Claudio Melo Filho, ex ejecutivo de Odebrecht, delató a Temer por pedirle al titular de la empresa, Marcelo Odebrecht, preso y condenado, el equivalente a tres millones de dólares para la campaña a gobernador del estado de San Pablo del dirigente industrial Paulo Skaf, titular de la entidad Fiesp y del PMDB. Melo Filho reveló que parte del dinero (cuatro millones de reales, 1, 3 millón de dólares) pedido por Temer fue llevado a la oficina que tiene Yunes en el exclusivo barrio de Jardim Europa, San Pablo. Ahora Yunes confirma la versión pero dice que apenas recibió y entregó un paquete, sin saber lo que había adentro de los sobres.
El caso abre un capítulo más en el escándalo del caso Petrobras, conocido en Brasil como el caso Lava Jato, y sobre todo con la delación de los 77 ejecutivos corruptores de Odebrecht. El jefe de gabinete de Temer fue el blanco de Yunes. “Padilha me llamó por teléfono diciendo que una persona iba a dejar un documento en mi oficina y que luego otra lo retiraría. Yo dije que podía, somos personas de buena relación en el PMDB”, contó Yunes. El amigo de Temer dijo que los sobres no parecían contener millones de dólares o de reales como dijo el delator de Odebrecht.
Ayer, en diálogo con Radio BandNews, Yunes reveló que en su momento, en la campaña de 2014, apenas ocurrió este episodio, le contó todo a Temer. “Michel supo esto desde el primer momento y me dijo que siempre defienda la verdad de lo ocurrido”, dijo el abogado, un dirigente del PMDB especializado en el ramo inmobiliario. La persona que dejó el paquete fue nada menos que Lucio Bolonha Funaro, el recaudador de Eduardo Cunha en las empresas estatales y privadas que sobornaban al diputado para conseguir leyes en el Congreso. Funaro, al igual que Cunha, está preso.
El mejor amigo del presidente Temer reveló que Funaro le dijo que el dinero era para “financiar a 140 diputados para que Cunha fuera presidente de la Cámara de Diputados”. Funaro dejó el sobre con la secretaria de Yunes y luego otra persona lo retiró. El jefe de ministros Padilha dijo desconocer, según Veja, a Funaro, y la historia narrada por Yunes. Yunes aseguró que su revelación buscaba aclarar las denuncias contenidas en la delación de Odebrecht para salvar su honra y además subrayó que Temer “no teme” a las confesiones de los corruptores de Odebrecht que están en poder de la corte suprema.
Durante su detención en Curitiba, estado de Paraná, Cunha intentó citar a Temer como testigo y pidió que cite si alguna vez el doctor Yunes, el mejor amigo del presidente, había recibido dinero ilegal para el PMDB, pero esa maniobra fue interceptada por el juez Sergio Moro, quien dijo que el ex diputado intentó manipular el expediente involucrando al jefe del Estado.
Ahora, el caso está en la órbita de la fiscalía general, que debe analizar si formalmente abre una investigación en la Lava Jato, el caso que ahora está orbitando sobre el PMDB y supuestas coimas pagadas por Odebrecht y otras empresas para liberar leyes y contratos de obra pública.
En el plano político, Temer sufrió una ruptura del PMDB en la cámara baja con la salida del oficialismo del bloque de esa fuerza del estado de Minas Gerais, ofuscado por la designación al ministerio de Justicia de un hombre del estado de Paraná, Omar Serraglio, un aliado férreo de Eduardo Cunha que prometió dejar trabajar a la Policía Federal en el caso que marca desde 2014 la agenda política del país.
En el plano económico, el ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, les dijo a empresarios que técnicamente este mes se está saliendo de la recesión, pero la presión de los indicadores sociales conspiran contra el discurso de un gobierno con casi dos tercios de imagen negativa en la población. El Instituto de Geografía y Estadística (IBGE) reveló ayer que el desempleo es de 12,6 por ciento en el trimestre desde noviembre a enero. La tasa aumentó 7,3 por ciento respecto del trimestre anterior y 34 por ciento respecto al mismo período de hace un año atrás.