El presidente de Brasil, Michel Temer, admitió ayer que le pidió en 2014 dinero para su partido a la constructora Odebrecht, aunque dentro de la legalidad, al desmarcarse de la denuncia que involucra una supuesta distribución de aportes hecha por un amigo del mandatario y ex asesor oficial contra el jefe de gabinete, Eliseu Padilha. Temer, según un comunicado del Palacio del Planalto, cuando era presidente del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB), su fuerza, “pidió a auxilio formal y oficial a la constructora Norberto Odebrecht”. “No autorizó ni solicitó nada que fuera hecho sin amparo de la ley electoral. Odebrecht donó 11,3 millones de reales al PMDB en 2014. Y todo está declarado en la prestación de cuentas de la justicia electoral. Esta fue la única participación del presidente en el episodio”, sostiene el comunicado gubernamental. El gobierno enfrenta una nueva crisis debido a la denuncia hecha ante la fiscalía por el ex asesor presidencial y mejor amigo de Temer, José Yunes, quien acusó al jefe de gabinete, Padilha, también hombre fuerte del PMDB, de usarlo como distribuidor de dinero supuestamente enviado ilegalmente por Odebrecht. Yunes dijo que recibió un paquete en su oficina en San Pablo a pedido de Padilha, que fue a buscar otra y que allí había dinero destinado a comprar a 140 diputados para elegir a Eduardo Cunha, hoy preso, presidente del PMDB. El comunicado de Temer tiene que ver con la delación del ex ejecutivo de Odebrecht Claudio Melo Filho, quien dijo que Temer le pidió unos 3 millones de dólares para la campaña del PMDB en 2014, y que el encargo fue cumplido con donaciones con dinero en efectivo, sin declarar. Odebrecht está en el centro del escándalo de sobornos del Petrolao y su presidente, Marcelo Odebrecht, condenado en primera instancia a 21 años de prisión por sobornar a funcionarios.