La actividad industrial acumula dieciséis meses de caídas consecutivas. La producción manufacturera retrocedió en agosto 6,4 por ciento frente al mismo período del año pasado arrastrada por la parálisis que generaron la corrida cambiaria, la devaluación y el aumento de tasas de los días posteriores a las elecciones primarias. Con ese registro, el Indice de Producción Industrial Manufacturero (IPIM) del Indec acumula un desplome del 8,1 por ciento en ocho meses del año. La debacle observada en agosto se extendió a 14 de los 16 bloques industriales. La caída más significativa fue para el sector automotor que marcó un rojo de 27 por ciento afectado por la pauperización del mercado interno y la parálisis de la economía brasileña. El camino hacia el abismo productivo comenzó a acelerarse en mayo de 2018, pero la desindustrialización está en el eje de las políticas de apertura comercial y desregulación financiera promovida por el gobierno.

La parálisis que se observa en las fábricas se traduce en un sostenido proceso de destrucción de empleo manufacturero. Los registros administrativos del Sistema Integrado Previsional Argentino muestran que se perdieron 143 mil puestos industriales desde que comenzó la gestión de Mauricio Macri. El empleo industrial registra caídas en 44 de los 45 meses cubiertos por las estadísticas oficiales. Los despidos continuaron con los cierres de fábricas de distintos rubros como la plástica Dart Sudamericana, la textil Coteminas, la alimenticia La Campagnola, el fabricante de motos Zanella y la autopartista Mattioli. La encuesta de expectativas publicada por el Indec ya anticipaba un escenario desolador: el 93,8 por ciento de las firmas no planeaba aumentar su dotación de personal entre septiembre y noviembre. El 70 por ciento de las firmas encuestadas no espera variaciones mientras que el 23,8 por ciento prevé despidos.

El sector que lideró la caída de la producción fabril de agosto fue la industria automotriz que cedió 27,7 por ciento frente al mismo mes del año pasado y acumuló un retroceso del 23,9 por ciento en ocho meses. Al interior del bloque, la merma en la producción de vehículos del 32,2 por ciento arrastró a la producción de autopartes a una contracción del 25,5 por ciento.

El nivel de actividad entre las industrias metálicas básicas –siderurgia, fundición de metales y producción de aluminio- registró en agosto una caída de 9,2 por ciento y suma un retroceso de 10,4 por ciento en ocho meses del año. La reducción en los niveles de producción del sector está asociada a la disminución de la demanda del sector automotor, la industria autopartista y, fundamentalmente, con la caída observada en la construcción.

La fabricación de maquinaria y equipos, por su parte, retrocedió 14,4 por ciento en agosto y acumula 20,5 puntos de caída en lo que va de 2019. La mayor caída fue para la producción de maquinaria agrícola mientras que la fabricación de aparatos de uso doméstico registró leves mejoras que sin embargo no lograron compensar las pérdidas observadas en lo que va del año en la producción de lavarropas, calefactores y estufas, termotanques, heladeras y cocinas. El sector de línea blanca es uno de los más afectados por la conjunción de apertura comercial y pérdida de la capacidad de compra de los asalariados.

La división de sustancias y productos químicos del índice mostró caídas de 4,4 por ciento en agosto y 5,0 por ciento en el acumulado del año. El reporte oficial precisa que las principales incidencias negativas fueron para la producción de detergentes, jabones y productos personales que contabiliza una contracción de 20,2 por ciento interanual. También mostró un retroceso y en la elaboración de productos farmacéuticos, que exhibe una disminución de 7,5 por ciento interanual. La elaboración de productos químicos básicos disminuyó 26,1 por ciento interanual. 

Los dos rubros que registraron leves mejoras fueron los productos textiles y el sector alimenticio. El primero marco una suba de 1,4 por ciento en agosto, una suba insuficiente para compensar la caída acumulada en el año que alcanza al 13,5 por ciento. El informe oficial sostiene que durante agosto “se observa una mejora interanual en los niveles de producción de algunas líneas a partir de la disminución de las importaciones”. Alimentos y bebidas exhibió en agosto un aumento de 0,4 por ciento respecto del mismo mes del año pasado mientras que en el acumulado enero-agosto de 2019 exhibe una disminución de 1,0%, respecto de igual período del año anterior. La tímida mejora está explicada por la recuperación en los niveles de molienda de oleaginosas.