En el pueblo le decían "Cepillo", era el nuevo rico que se paseaba en 4x4 por la Plaza Independencia. Su familia llegó a Rosario de la Frontera desde Bouquet, Santa Fe. Su padre, Alfredo Paulino Olmedo, se asentó con la llegada de la colonia española y arrendó campos para producir poroto. Tuvo tres hijos con Marta Fernández, el primogénito fue Alfredo Horacio.
Con el oro verde de la soja multiplicó su fortuna y duplicó sus campos en cinco años. Su estrategia empresarial se desarrolló a costa de los puesteros que vendían sus propiedades a precios bajísimos.
Según la revista Fortuna, la firma Olmedo Agropecuaria SA tiene una facturación anual de más de 50 millones de dólares sólo con la soja que exporta; además, sus campos del NOA no bajan de 50 millones de dólares la cotización. Con 110 mil hectáreas dedicadas casi en su totalidad a la oleaginosa, tres aviones y sin socios, es el mayor productor sojero individual con tierra propia: es el rey de la soja. Su hijo Alfredo, el príncipe amarillo.
La patria contratista
Nacido el 5 de diciembre de 1965, el joven Alfredo Olmedo fue un amante de los deportes acuáticos, el motocross y el automovilismo. En los años 90’ su padre le armó la concesionaria Isuzu.
Detrás de lo que parece sólo el esfuerzo de un emprendedor se esconde el apoyo de un estado local siempre dispuesto a promover la patria contratista. Así, los negocios de la familia Olmedo y el gobierno de Juan Carlos Romero se expandieron en 1998 cuando se licitó la concesión de las 317 mil hectáreas fiscales de la antigua empresa Salta Forestal SA a la firma Eco Desarrollo Salta SA, de Alfredo Paulino Olmedo y Néstor Cervera. Concesión que no contemplaba el pago de impuestos en los primeros 21 años y a pesar de ello acumuló múltiples irregularidades en el cumplimiento del pliego de condiciones.
AHO probó trabajando, pero fundió la concesionaria. Una vida de lujos, excesos y comodidad enemistada con los negocios familiares llevó a su padre a dividir las ganancias entre sus tres hijos bajo su administración. Con el sueldo de diputado nacional y el 33% de las ganancias del reino sojero, el príncipe nunca está desnudo.
Pero para apartarlo de la economía familiar había que encontrarle un juego para gastar su parte: la política. Y así, pasó a la noche porteña, las luces de la TV, la farándula y la biblia en el sobaco.
Agenda conservadora
Su carrera política comenzó en 2007 en las filas del romerista FreJuVi; fue electo senador provincial con 6303 votos por el departamento de Anta. Pero su gran salto lo dio el 28 de junio de 2009 cuando obtuvo una banca de diputado nacional con partido propio (Salta Somos Todos) cosechando 83.270 votos. Su campaña se basó en eslóganes simplistas (“no vote al pedo, vote a Olmedo”) y un clientelismo de sorteos de vehículos, electrodomésticos y actos-shows con artistas como Gladys la Bomba Tucumana, Pimpinela o Ráfaga.
En el Congreso se alineó con el PRO y desarrolló una agenda conservadora defendiendo el servicio militar obligatorio y oponiéndose al matrimonio igualitario.
En 2011 fue por la gobernación. Completó su fórmula con Bernardo Biella, médico de la burguesía capitalina de larga trayectoria en el MID, con una posición anti aborto y un perfil de outsider. Olmedo estaba dispuesto a todo: usó en afiches sin autorización una foto con Lionel Messi, lo que le valió una demanda millonaria. La cosecha electoral no fue la esperada: 138.132 votos que lo dejaron en segundo lugar.
Su mandato como diputado nacional concluyó en 2013. El salto consecutivo era ir por el Senado Nacional. Olmedo quedó la “ñata contra el vidrio" con 142.468 votos, sin banca.
Volvió a la carga por la gobernación en 2015 con su primer amor político, Romero. El ex gobernador libraba la batalla definitiva por el reparto del poder con su pollo rebelde, Juan Manuel Urtubey. La disputa dejó a JMU como claro triunfante sobre los lejanos 203.417 votos del frente Romero + Olmedo.
En las legislativas Cepillo fue por lo seguro, renovar la diputación nacional. Cumplió el objetivo con un segundo puesto con 184.185 votos.
Hay tres votaciones que podrían ser una radiografía de sus ideas que lo pusieron en el centro de la escena por oponerse en soledad a tres grandes consensos parlamentarios: la declaración de la emergencia social (2016), la ley para prohibir que se aplique el 2x1 a genocidas de la dictadura (2017) y la Ley Micaela (2018), que establece la capacitación obligatoria en género para los tres poderes estatales.
Varias veces imputado
Olmedo fue investigado por la justicia por causa variopintas, trata de personas y reducción a la servidumbre en su finca en La Rioja, indagado en Mendoza por lavado de activos y por la utilización de vehículos a su nombre por parte de la organización del narcotraficante Enrique "El Oso" Argumedo y fue investigado por homicidio culposo por un choque en Buenos Aires que dejó tres heridos y un muerto.
El juez Darío Bonanno lo sobreseyó, pero en su resolución apareció el nombre de Marcelo D'Alessio, que se presentó en su auxilio como agente de la DEA. El falso abogado está detenido en una causa por extorsiones y asociación ilícita, que también tuvo como protagonistas al fiscal Carlos Stornelli y al intendente capitalino Gustavo Sáenz.
No ahorró en escándalos que ponen en evidencia su doble moral de “hagan lo que yo digo, no lo que yo hago”, un divorcio, tres parejas, dos casamientos, cuatro hijos, acusaciones de violencia de género, descubrimientos in fraganti en hoteles alojamientos y prostíbulos. Su esposa Eliana Piorno García, con 26 años en 2017, ratificó que las fotos de sus manos golpeadas eran ciertas y declaró en el diario La Gaceta: “No se puede hablar con una persona que defiende a la familia y deja a la suya en la puerta de un telo”.
Bolsonaro termal
Después de que naufragaron las negociaciones de una PASO con Sáenz, el frente "Olmedo gobernador" quedó conformado por los partidos Pares, UCR, Sí y Ahora Patria. Es acompañado en la fórmula por el radical, actual diputado nacional, Miguel Nanni. El horizonte es ocupar el espacio histórico de la derecha no peronista que quedó vacante tras el desmembramiento del Partido Renovador.
Una derecha maltrecha ante el fracaso de la alianza Cambiemos busca masividad en la cruzada anti aborto. Para eso cuenta con la actual senadora nacional y candidata a diputada provincial Cristina Fiore, armadora celeste de la unidad callejera de las Iglesias evangelistas y católica.
Olmedo ingresó en una pelopincho a la viña del evangelismo con un cálculo político, la iglesia católica local es patricia, se siente más cómoda con un político aristócrata o educado en sus instituciones que con un nuevo rico del interior. La iglesia evangelista se caracteriza por una estructura descentralizada y dispersa, por eso bastó con la venia de unos pocos pastores. Su creciente inserción en los sectores populares puede darle una estructura territorial de la que Olmedo carece. Cabe preguntarse, en la propuesta de educación religiosa en las escuelas ¿Quién dará la palabra un pastor o un cura?
La mano dura sigue siendo uno de sus ejes de campaña, insiste con el servicio militar comunitario, la pena de muerte y la promoción del gatillo fácil, “quien abata a un delincuente será condecorado, no enjuiciado”, repite. A tono con el libreto xenófobo mundial, propone construir un muro en la frontera con Bolivia.
Con su estilo campechano, pícaro, un discurso simple e incorrecto, de laburante sin título y con valores, empatiza y contacta con un sentido común existente en la sociedad, y no solo con sectores acomodados y conservadores, también encuentra eco en los barrios populares azotados por el consumo problemático de drogas, la desocupación y la inseguridad que genera ese coctel de violencia policial, transas y destino miserable de pibes muertos o presos.
El discurso de orden, educación, trabajo y familia encuentra base en una comunidad desesperada y enojada con una clase política sin respuestas para sus problemas reales. Un combo que se completa con la apelación a Dios para tocar la fibra espiritual.
En el interior provincial es un pez en el agua de la
cultura paternalista donde mandan los patrones de estancia de ayer y hoy. Sin
embargo, no es un remake de la derecha aristocrática salteña. Es un
conservadurismo paternalista de nuevos ricos en una cruzada del siglo XXI. Es un comandante de Gilead.