El ex presidente ecuatoriano Rafael Correa se refirió a la dura situación que esta atravesando su país luego de que su ex delfín Lenín Moreno decretara el estado de excepción como respuesta a las protestas contra las medidas de ajuste acordadas con el FMI. “Lo que sucede desgarra el alma”, evaluó el ex mandatario, quien trazó además un paralelismo entre el estallido social que se está viviendo allí y la resistencia a las políticas económicas del gobierno de Mauricio Macri.
"Implementan esas medidas para aumentar la pobreza, pero además son ineficientes, estas medidas no generan crecimiento, empleo, nada", explicó Correa al referirse a las reformas de Macri y al “paquetazo” que decretó Moreno el martes pasado, que incluyó un aumento del 123 por ciento del combustible, entre otras medidas de ajuste. "Estas medidas fracasaron en Argentina, en Grecia y también en Ecuador", insistió.
Correa, quien había apoyado la campaña de Moreno, advirtió que el actual presidente “está muerto de miedo por su traición a la Revolución Ciudadana y al pueblo ecuatoriano” porque “nadie votó por el FMI ni por el aumento de los combustibles”, al cuestionar que haya tomado medidas diametralmente opuestas a las suyas y a las propuestas programáticas que lo llevaron al gobierno.
De acuerdo al expresidente, Moreno se mantiene solamente “porque maneja los actores reales del poder” y además porque los medios de comunicación lo hacen ver “como un héroe”. “En Ecuador ha habido cinco rompimientos claros del orden constitucional pero como no es un gobierno de izquierda sino uno entreguista en línea con Estados Unidos lo aplauden”, denunció en diálogo con Radio 10, durante el programa de Gustavo Sylvestre.
Correa explicó que para leer la coyuntura de Ecuador hay que tener en cuenta que tanto su gobierno como los otros de tinte conservador en la región no aplican políticas realmente neoliberales. “Cuando los empresarios les conviene son neoliberales, pero cuando necesitan rescate van a buscar al Estado", detalló al contar que el año pasado Moreno “perdonó miles y millones de dólares a las petroleras transnacionales”.
Sobre el Estado de Excepción
Correa subrayó que una medida semejante no era tomada por un gobierno en Ecuador desde 2005, durante la gestión de Lucio Gutiérrez. “Es para casos extremos, no para protestas de un día, porque implica allanar domicilios sin orden judicial, censura de prensa, cobrar impuestos especiales, reasignación del presupuesto de forma arbitraria, pérdida de derechos civiles, es muy grave”, evaluó sobre el alcance del decreto de Moreno.
En consonancia, reveló que la Asamblea podría revocarla, aunque lamentó que esta “sea cómplice”. “Hay una salida constitucional, democrática de adelantar elecciones, pero no lo van a hacer porque prefieren la conmoción y la violencia porque saben que si hay elecciones antes los vamos a barrer en las urnas”, destacó al asegurar que se podría llevar adelante un proceso similar al que se está viviendo en Perú.
“Los poderes económicos son los que mandan y están apoyando estas medidas, los que lo sostienen artificialmente. Pero si el descontento dura demasiado tiempo incluso un gobierno tan servil puede caer y hay vías constitucionales para que esto suceda”, enfatizó.
La situación regional
El exmandatario también se refirió a los “nuevos vientos en América latina” y celebró un potencial cambio en la correlación de fuerzas en toda la región. “Será más temprano que tarde”, auguró. Para Correa, “las grandes culpables del retroceso” regional son las elites, a las que definió como “racistas, egoístas y poco ilustradas”. “En la logica de nuestras burguesías ellos prefieren la desigualdad. En sentirse superiores fundamentan su bienestar “, sentenció.
Por eso pidió que se tenga en vista esa cuestión a la hora de analizar la “persecución” hacia los gobiernos progresistas de la región que intentaron impulsar la inclusión social y disminuir las brechas de desigualdad. “El problema con nuestros gobiernos, el de Lula, Evo, Chávez, Cristina es que por pirmera vez en América latina perdieron ellos el poder”, celebró.
La potencial victoria de Alberto
Correa resaltó que la victoria de la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Fernández en las PASO “fue un vendaval de esperanza” y esas mismas palabras también las hizo extensivas al triunfo del representante del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. Aclaró que “no hay que dormirse sobre los laureles, pero las probabilidades de victoria son altísimas”.
Para el ex presidente lo que ocurrió fue que se “derrumbó el cuento de un gobierno que sólo le echó la culpa al anterior por los problemas” propios. “Pese a los ataques, la gente no come cuentos y ahí está la respuesta”, concluyó.